Ibn Abit para niños
Ibn Abit, también conocido como Abén Abit, es recordado como el último gobernante de Jerez de la Frontera (Andalucía, España) antes de que la ciudad pasara a manos de los reinos cristianos. Así lo cuenta la historia narrada por Alfonso X El Sabio en su "Crónica", donde se le menciona como el "señor de la villa de Jerez".
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Historia de Jerez y sus gobernantes
¿Cómo era Jerez en la época de Ibn Abit?
Durante los siglos XII y XIII, Jerez era un centro muy importante en la región del Guadalete, al igual que otras grandes ciudades de Al-Ándalus. Era un lugar de poder y comercio.
La primera vez que Jerez fue conquistada
En el año 1248, la ciudad de Sevilla fue conquistada por los cristianos. Esto dejó a Jerez y a toda la zona cercana en una situación difícil, y muchas poblaciones tuvieron que aceptar la autoridad de los reyes de Castilla.
La primera vez que Jerez fue conquistada fue en 1249. Fue un asedio difícil, donde se destruyeron los cultivos y las pequeñas aldeas alrededor de la ciudad para obligar a sus habitantes a rendirse.
¿Qué pasó con Ibn Abit en la primera conquista?
Cuando la ciudad se rindió, Ibn Abit, que era su gobernante, entregó la llave de la ciudad y el alcázar (una fortaleza) al rey castellano Fernando III de Castilla. A cambio, se le permitió salir de la ciudad con todas sus pertenencias. El alcázar fue entregado a un noble llamado Nuño de Lara, quien a su vez lo dejó a cargo de un caballero llamado Garci Gómez Carrillo.
Después de esto, Ibn Abit se fue al Reino nazarí de Granada, que era el último reino musulmán en la península ibérica.
A pesar de que su gobernante se marchó, a los musulmanes se les permitió quedarse en Jerez. Esto fue porque los cristianos estaban muy ocupados repoblando Sevilla y necesitaban que la gente se quedara en Jerez. Incluso es posible que la población musulmana de Jerez aumentara con la llegada de personas de otras zonas del Bajo Guadalquivir que también estaban bajo el control del Reino de Castilla.
La conquista definitiva de Jerez
Más tarde, en 1264, hubo una rebelión de los mudéjares (musulmanes que vivían en territorios cristianos). Jerez fue uno de los lugares clave en esta rebelión debido a su ubicación estratégica. Por eso, el rey Alfonso X el Sabio decidió conquistar la ciudad de forma definitiva.
Después de cinco meses de asedio, y sin recibir ayuda del Reino de Granada, las tropas cristianas entraron en Jerez en octubre de ese año. Esta vez, la mayoría de la población musulmana fue expulsada de la ciudad.