Hanequin de Cuéllar para niños
Hanequin de Cuéllar fue un importante arquitecto y escultor que vivió entre los años 1447 y 1518, aproximadamente. Pertenecía a la famosa familia de artistas Egas y desarrolló gran parte de su trabajo en la región de Castilla, en España.
Aunque en los documentos de su época se le conocía simplemente como Hanequin, los historiadores de hoy le añadieron el apellido "de Cuéllar". Esto se debe a que vivió y trabajó mucho tiempo en la zona de Cuéllar, en Segovia. También ayuda a distinguirlo de su padre, quien también fue un arquitecto llamado Hanequin de Bruselas.
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¿Quién fue Hanequin de Cuéllar?
Hanequin de Cuéllar fue un maestro constructor que se especializó en diseñar y levantar edificios, especialmente iglesias y castillos. Su estilo se enmarcaba en el gótico tardío, una forma de arquitectura que se caracteriza por sus arcos apuntados, grandes ventanales y decoraciones detalladas.
Sus primeros trabajos y la influencia familiar
Hanequin de Cuéllar comenzó su carrera siguiendo los pasos de su padre. Su primera aparición documentada fue en el Castillo de Cuéllar. Allí continuó las obras que su padre había iniciado. Estas obras fueron encargadas en 1465 por Beltrán de la Cueva, el primer duque de Alburquerque, quien quería remodelar la fortaleza.
En ese momento, Hanequin ya era un "oficial", lo que significa que tenía un rango importante en la construcción. Trabajaba en equipo con su tío, Antón Martínez de Bruselas, lo que demuestra la tradición familiar en el oficio.
Obras destacadas de Hanequin de Cuéllar
Hanequin de Cuéllar dejó su huella en varios edificios importantes de Castilla. Sus trabajos muestran su habilidad para combinar la funcionalidad con la belleza artística.
El Monasterio de San Francisco en Cuéllar
Para los duques de Alburquerque, Hanequin también trabajó en el Monasterio de San Francisco en Cuéllar. Este lugar era muy importante para la familia, ya que allí se construiría su panteón, un lugar de descanso final.
Hanequin realizó esta obra en dos etapas: una en 1476 y otra en 1518. Lamentablemente, no pudo ver el monasterio completamente terminado. Durante su trabajo, construyó una nueva bóveda (un techo en forma de arco) y otras partes del edificio.

Colaboraciones y proyectos individuales
Hanequin de Cuéllar también colaboró con su padre en la construcción de la Basílica de la Asunción de Nuestra Señora en Colmenar Viejo, Madrid, a finales del siglo XV.
Además, realizó proyectos en solitario. Un ejemplo es el atrio (una especie de patio o entrada) de la Iglesia de San Miguel en Cuéllar. Este atrio tiene un estilo gótico tardío y está decorado con elementos llamados "bolas isabelinas" y figuras de granadas, que eran muy populares en esa época.
El Monasterio de Santa María de la Armedilla
Otro de sus importantes trabajos fue en el Monasterio de Santa María de la Armedilla, ubicado en Cogeces del Monte, Valladolid. Este monasterio también estaba bajo el patrocinio de los duques de Alburquerque.
En 1508, Hanequin, que ya vivía en Cuéllar, dirigió la construcción del refectorio (el comedor de los monjes) y la cocina del monasterio. En octubre de 1511, aún viviendo en Cuéllar, firmó un contrato para remodelar la iglesia del monasterio. Se comprometió a terminar la obra en un año y recibiría 110.000 maravedíes, que era una gran suma de dinero en ese tiempo.
Los trabajos en la iglesia incluían levantar las paredes, construir la portada (la entrada principal, que hoy se encuentra en el Museo Casa de Cervantes), una puerta que conectaba con el claustro (un patio interior), otra hacia la sacristía (donde se guardan los objetos religiosos) y una más hacia el coro (donde cantaban los monjes), entre otras tareas.