Fueros de Daroca para niños
Los Fueros de Daroca fueron un conjunto de leyes especiales y derechos que el conde de Barcelona y príncipe de Aragón, Ramón Berenguer IV de Barcelona, concedió a la ciudad aragonesa de Daroca en el año 1142. Estas leyes eran muy importantes para organizar la vida de los habitantes de la ciudad en aquella época.
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¿Qué eran los Fueros de Daroca?
Los fueros eran como una constitución o un conjunto de reglas que daban a una ciudad o a un grupo de personas derechos y libertades especiales. En el caso de Daroca, estos fueros ayudaron a la ciudad a crecer y a organizarse. Eran un tipo de acuerdo entre el gobernante y los habitantes.
¿De dónde vienen estas leyes?
Los Fueros de Daroca se basaron en gran parte en los Fueros de Soria, que habían sido concedidos en la ciudad castellana de Soria por el rey de Aragón y Pamplona, Alfonso I de Aragón, en el año 1129. Se cree que los Fueros de Daroca fueron una recopilación de esas leyes anteriores, aunque algunas partes fueron escritas específicamente para Daroca.
¿Hasta dónde llegaron los Fueros de Daroca?
Las leyes de los Fueros de Daroca se extendieron a otras zonas cercanas, como Benatanduz. También es posible que, con algunos cambios, se aplicaran en la ciudad de Teruel. En Teruel, estuvieron en uso desde que el rey Alfonso II de Aragón, conocido como el Casto, conquistó la ciudad en 1171. Sin embargo, en 1176, el mismo rey Alfonso II concedió a Teruel sus propios fueros específicos, conocidos como los Fueros de Teruel.
¿Por qué eran importantes los Fueros de Daroca?
Los Fueros de Daroca, junto con los Fueros de Calatayud y los Fueros de Teruel, fueron tres de los fueros más importantes de la región conocida como la Extremadura aragonesa. Esta región era una zona de frontera que necesitaba leyes especiales para atraer a la gente a vivir allí y defenderla.
Estos fueros daban mucha autonomía a los Consejos (que eran como los ayuntamientos de la época) de las ciudades. También ofrecían beneficios especiales en impuestos y en el servicio militar para animar a más personas a establecerse y poblar la zona.
Los Fueros de Daroca eran especialmente protectores con los habitantes locales frente a los forasteros. Eran incluso más estrictos en este aspecto que los Fueros de Calatayud. Sin embargo, eran menos tolerantes si un forastero era dañado.
Además, estas leyes protegían mucho a la familia. Por ejemplo, no permitían que en un testamento se dejara a un hijo una parte de la herencia más pequeña que a otro. También incluían el derecho de la troncalidad, que se refiere a cómo se heredaban las propiedades dentro de una familia para que no salieran de ella.