Francisco Podestá para niños
Datos para niños Francisco Podestá |
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| Educador | ||
| 1 de enero de 1901-10 de noviembre de 1903 | ||
| Predecesor | Manuel Bavio | |
| Sucesor | Florencio Samuel Acuña | |
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| Información personal | ||
| Nacimiento | 10 de septiembre de 1862 Villaguay (Argentina) |
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| Fallecimiento | 9 de agosto de 1912 Rosario (Argentina) |
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| Nacionalidad | Argentina | |
| Información profesional | ||
| Ocupación | Docente y paleontólogo | |
Francisco Podestá (nacido en Villaguay, Entre Ríos, el 10 de septiembre de 1862, y fallecido en Rosario, Santa Fe, el 9 de agosto de 1912) fue una persona muy importante en Argentina. Se destacó como educador, escritor, periodista, paleontólogo (estudioso de fósiles) y también ocupó cargos de gobierno.
Contenido
¿Quién fue Francisco Podestá?
Francisco Podestá fue un hombre con muchas facetas. Dedicó su vida a la educación y al conocimiento. Su historia nos muestra cómo la curiosidad y el esfuerzo pueden llevar a grandes logros.
Sus primeros años y familia
Francisco Podestá nació en Villaguay, Entre Ríos, Argentina. Su padre, Esteban Podestá, era un marinero de Génova, Italia. Al llegar a Argentina, se convirtió en panadero. Se casó con Adelaida Fernández en 1857.
¿Cómo fue su educación?
Francisco recibió su única educación formal de un maestro llamado Marcos Razquin. Este maestro le enseñó no solo materias, sino también nuevas ideas. Al mismo tiempo, Francisco ayudaba en la panadería familiar. Amasaba, repartía y vendía el pan.
Un camino de aprendizaje y superación
Cuando era adolescente, su padre falleció. Por un tiempo, Francisco tuvo un período difícil. Sin embargo, decidió cambiar su vida. Junto a su hermano, se hizo cargo de su hogar.
Descubrió la biblioteca de Villaguay, que había sido donada por Domingo Faustino Sarmiento. Allí, Francisco leyó mucho sobre Ciencias Naturales, Historia, Filosofía y Ciencias Exactas. También aprendió química con Don Julio Mollajoli.
Su pasión por la ciencia
Francisco Podestá tenía un gran interés por la naturaleza. Recolectó plantas en la Selva de Montiel. Incluso encontró muelas de mastodontes (animales prehistóricos parecidos a los elefantes) en las barrancas del río Villaguay. Intercambió cartas con el famoso científico Florentino Ameghino.
Su vida adulta y carrera
A los 25 años, en 1887, Francisco fundó un periódico llamado «El Trabajo». Por sus ideas, sufrió un ataque por parte de la policía. Aunque salvó su vida, su salud nunca se recuperó del todo. Fue acusado varias veces por lo que escribía. Una vez, lo condenaron y tuvo que vender su imprenta para pagar los gastos.
¿Cómo volvió a la educación?
Después de vender su imprenta, regresó a la panadería. Pero su amor por la enseñanza era fuerte. En 1889, fundó una escuela primaria privada.
Su trabajo en Concordia
En 1890, se mudó a Concordia. Allí trabajó como redactor en el diario «Amigo del Pueblo». En 1891, fundó el Instituto Sarmiento. Esta escuela ofrecía educación primaria y secundaria, tanto para alumnos internos como externos. Se dice que fue un gran ejemplo de educación completa.
En el Instituto Sarmiento, Francisco creó un museo. Contribuyó con muchos objetos, como cráneos, esqueletos, colecciones de insectos, aves y mamíferos. También enseñaba oficios manuales como alfarería y encuadernación. Además de periodista, también cultivaba uvas. En esa época, escribió «Edmundo», un libro sobre educación. El actual Parque Mitre de Concordia fue fundado por él.
Su labor en Curuzú Cuatiá
En 1896, fue invitado a Corrientes para ser Director de la Escuela Popular de Curuzú Cuatiá. Ocupó este cargo durante 14 años. Allí fundó y dirigió el periódico «Nuevos rumbos».
También fue Intendente Municipal de la ciudad. Durante su gestión, logró que la ciudad tuviera agua potable. Creó un parque con un bosque artificial y un barrio popular llamado Centenario. Este barrio fue construido por sus propios habitantes, a quienes se les dieron los materiales necesarios.
En Curuzú, Francisco continuó con sus excavaciones. Incluso nombró a uno de los fósiles que encontró como Ameghinoterium, en honor a Florentino Ameghino. También escribió una descripción geográfica y geológica de Corrientes.
Últimos años en Rosario
En 1910, a pedido del educador Martín Herrera, se estableció en Rosario. Allí trabajó como profesor en la Escuela Normal n.° 2. En esa ciudad, falleció el 9 de agosto de 1912.
