Fernando Buenaventura de Harrach para niños
Fernando Buenaventura de Harrach (nacido en Praga el 14 de julio de 1636 y fallecido en Karlovy Vary en 1706) fue un importante diplomático y coleccionista de arte. Pertenecía a una destacada familia de Bohemia y Austria. Desde muy joven, trabajó al servicio del emperador.
Fue muy conocido por su papel como embajador en la corte de Madrid, especialmente en los últimos años del rey Carlos II de España. En ese tiempo, se discutía quién sería el siguiente rey de España. A Fernando le encantaba el arte y ayudó a hacer crecer la colección de su familia, que ahora se guarda en el castillo de Rohrau. Añadió muchas obras importantes de pintores españoles a esta colección.
Contenido
Fernando Buenaventura de Harrach fue una figura clave en la diplomacia europea del siglo XVII. Su vida estuvo dedicada al servicio de la corte imperial, viajando por diferentes países para cumplir misiones importantes. Además de su trabajo como embajador, fue un gran aficionado al arte, lo que le permitió reunir una impresionante colección de pinturas.
Sus primeros años y educación
Fernando fue educado por su tío, el cardenal Ernesto Adalberto de Harrach. Cuando su tío falleció en 1667, Fernando le dedicó un libro especial. Entre 1655 y 1658, realizó un viaje educativo por Europa, conocido como el "Grand Tour". Visitó Madrid por primera vez en 1661.
El 27 de octubre de ese año, se casó en Madrid con Juana Teresa de Lamberg, quien era condesa y dama de la reina Mariana de Austria. Gracias a su buena educación y a que hablaba varios idiomas, fue elegido para misiones diplomáticas importantes en ciudades como París, Madrid y Varsovia. También ocupó puestos destacados en la corte de Viena.
Misiones importantes como diplomático
Fernando de Harrach tuvo varias misiones diplomáticas cruciales a lo largo de su carrera. Su habilidad para negociar y su conocimiento de las costumbres de las cortes europeas lo hicieron muy valioso para el emperador.
La misión de las joyas (1665)
En agosto de 1665, Fernando llegó a España como enviado especial. Llevaba joyas que el emperador Leopoldo I ofrecía a su prometida, la infanta Margarita Teresa de Austria. Esto era parte del acuerdo para su matrimonio.
Su llegada coincidió con la enfermedad y muerte del rey Felipe IV de España. Esto retrasó la entrega de las joyas hasta el 22 de noviembre, cuando se hizo una gran ceremonia en el palacio. Las joyas incluían un diamante, un rubí y una perla muy grande, además de cinco esmeraldas valiosas. También entregó un retrato en miniatura del emperador, adornado con diamantes. Por el éxito de esta misión, Fernando recibió la Orden del Toisón de Oro, una condecoración muy importante. La reina viuda Mariana de Austria se la entregó el 3 de diciembre de 1665, poco antes de que él regresara.
Esfuerzos por la corona española (1673-1698)
Fernando regresó a España en octubre de 1673 para ser el embajador imperial, puesto que mantuvo hasta 1677 y luego de 1697 a 1698. En su segunda misión, hizo grandes esfuerzos para que la corona de España pasara a la casa de Austria. Quería que el emperador se involucrara más en la guerra contra Francia y que el archiduque Carlos fuera a España.
Sin embargo, la ayuda tardó en llegar y se pusieron excusas para que el archiduque no viajara. Esto hizo que su trabajo fuera más difícil, especialmente después de que Francia devolviera Barcelona y Gerona sin daños. Esto hizo que más personas apoyaran la opción francesa para la sucesión. Decepcionado, Fernando pidió ser relevado de su puesto el 13 de abril de 1698. Su propio hijo, Luis de Harrach, lo reemplazó.
Un gran amante del arte
Los diarios que Fernando escribió durante sus misiones diplomáticas muestran su gran interés por el arte en la corte de Madrid. Iba a menudo a ver obras de teatro y a escuchar música en las iglesias. Era un coleccionista de pinturas.
Su colección de pinturas
Cuando se fue de Madrid en 1698, llevaba consigo al menos treinta y seis cuadros de pintores españoles. Muchos de ellos los había comprado en subastas, a las que asistía con frecuencia. Entre los artistas cuyas obras añadió a su colección se mencionan en sus diarios a Diego Velázquez, Francisco de Zurbarán, Bartolomé Esteban Murillo y Alonso Sánchez Coello. También tenía obras de grandes maestros italianos y flamencos.
Entre las obras más destacadas de su colección se encontraban algunas atribuidas a José de Ribera, como una "Inmaculada" firmada en 1637, que es una de las joyas de la colección. También tenía dos bodegones de Francisco de Palacios, que son las únicas obras firmadas por este pintor que se conservan. Además, poseía un "Cristo en la sepultura" de José de Ledesma y retratos de Carlos II y su madre Mariana de Austria, pintados por Juan Carreño de Miranda, que el propio rey le regaló antes de su partida a Viena en 1677.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Ferdinand Bonaventura I, Count Harrach Facts for Kids