Eugenia Sacerdote de Lustig para niños
Datos para niños Eugenia Sacerdote de Lustig |
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Eugenia Sacerdote | |
Nacimiento | 9 de noviembre de 1910 Turín, Italia |
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Fallecimiento | 27 de noviembre de 2011 Buenos Aires, Argentina |
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Nacionalidad | italiana, argentina | |
Educación | ||
Educada en | Universidad de Turín | |
Información profesional | ||
Ocupación | médica y escritora | |
Empleador | Universidad de Buenos Aires | |
Distinciones | Premio Rebeca Gerschman | |
Eugenia Sacerdote de Lustig (nacida en Turín, Italia, el 9 de noviembre de 1910 y fallecida en Buenos Aires, Argentina, el 27 de noviembre de 2011) fue una destacada médica e escritora ítalo-argentina. Era prima de la famosa científica Rita Levi-Montalcini.
Fue la primera persona en probar la vacuna contra la poliomielitis en Argentina. También dedicó gran parte de su vida a investigar enfermedades que afectan el cerebro, como el Alzheimer y el Parkinson. Publicó más de 180 trabajos sobre estos temas. Además, escribió un libro de memorias llamado “De los Alpes al Río de la Plata”, dedicado a sus nietos.
Contenido
La juventud de Eugenia Sacerdote de Lustig
Eugenia nació en 1910 en Turín, Italia. Durante su infancia, vivió la Primera Guerra Mundial. Cuando terminó la escuela primaria, sus padres la llevaron al cine por primera vez como premio. La película trataba sobre un joven italiano que viajaba a Argentina para encontrar a su madre. Eugenia contó en una entrevista que la historia la conmovió mucho, ya que Argentina le parecía un lugar muy lejano.
¿Cómo afectó la política su educación?
En 1922, un gobierno autoritario llegó al poder en Italia. Este gobierno no quería que las mujeres continuaran sus estudios universitarios. Preferían que se casaran y tuvieran hijos. Por eso, Eugenia fue enviada a un "liceo femenino", una escuela que no permitía el ingreso a la universidad después de graduarse.
Pero Eugenia y su prima Rita Levi-Montalcini tenían otros planes. Decidieron estudiar para graduarse en el "Liceo Masculino". Este tipo de escuela sí les abría las puertas de la universidad.
El gran desafío de estudiar
Entrar al Liceo Masculino fue muy difícil. Necesitaban estudiar ocho años de latín, cinco años de griego y todas las materias científicas, como matemáticas, física, química y biología.
Por suerte, encontraron a un profesor de latín que les ofreció ayuda si se comprometían a estudiar con mucha dedicación. Estudiaron sin descanso durante un año, desde las 5 de la mañana hasta la medianoche. Lograron aprobar todos los exámenes. Eugenia recordó que fue el examen más difícil y el período en el que más estudió en toda su vida.
La vocación de Eugenia por la medicina
Mientras se preparaba para los exámenes del Liceo, uno de sus hermanos tuvo un accidente de coche. Fue internado en un hospital cerca de Turín. Eugenia pasó varias noches con él, ya que estaba grave y necesitaba ayuda. Fue en ese momento cuando conoció de cerca el ambiente de un hospital, a los médicos, enfermeras y pacientes. Se sintió atraída por la medicina y empezó a interesarse mucho en esta carrera.
¿Fue fácil para una mujer estudiar medicina?
Decidió estudiar Medicina, lo cual era muy valiente para una mujer en esa época. A pesar de que su familia no estaba de acuerdo al principio, logró ingresar a la Facultad de Medicina de la Universidad de Turín en 1931. De 500 estudiantes que ingresaron, solo cuatro eran mujeres.
Eugenia mantuvo en secreto su admisión y sus estudios a su madre. Su madre pensaba que estaba estudiando Matemáticas. El secreto se descubrió cuando su madre encontró los huesos humanos que Eugenia usaba para estudiar.
Sus compañeros a menudo les hacían bromas pesadas. Les robaban sus pertenencias y los profesores a veces se reían o no hacían nada. Un profesor incluso le dijo que nunca haría una autopsia en su vida. Era tan difícil para ellas entrar a la facultad sin ser molestadas que tuvieron que pagarle al portero de la cátedra de anatomía para que las dejara entrar por un camino lateral.
Sus primeros pasos en la ciencia
A pesar de las dificultades, Eugenia fue seleccionada como ayudante en la cátedra de histología (el estudio de los tejidos) del profesor Giuseppe Levi. Allí trabajó junto a Rita, Salvador Luria y Renato Dulbecco. Todos ellos recibirían el Premio Nobel años más tarde.
Estudiaron cómo se desarrollan las fibras nerviosas y aprendieron una técnica nueva para la época: el cultivo de tejidos. Gracias a este trabajo, Eugenia comenzó su carrera científica. Primero como ayudante de docencia e investigación en neurociencias, y luego en otras áreas de la histología y la fisiología.
Una vez, mientras hacía guardia en el hospital, llegó un ciclista herido. Él le dijo: "Por favor, señorita, llame a un médico de verdad", confundiéndola con una enfermera.
La carrera científica de Eugenia Sacerdote de Lustig
Después de graduarse en 1936, Eugenia se mudó a Bélgica. Allí trabajó como investigadora invitada en un instituto de neurobiología en Bruselas. A finales de 1937, se casó con Maurizio Lustig. Un año después, nació su hija Livia Lustig, quien también se convirtió en médica y tuvo una importante carrera en Argentina. Luego, Eugenia se fue a vivir a Roma, donde planeaba empezar a trabajar como médica.
La llegada a Argentina
La situación en Europa se volvió muy difícil debido a la llegada de un régimen político que perseguía a las personas de origen judío. En junio de 1938, se dictaron leyes que prohibían a los judíos, entre otras cosas, trabajar en investigación. Eugenia, que era de una familia judía, perdió su permiso para trabajar como médica en Italia.
Su esposo también perdió su empleo. Sin ingresos y sin posibilidad de encontrar trabajo en Roma, decidieron emigrar. Intentaron ir a Estados Unidos, pero no pudieron. Entonces pensaron en Sudamérica. El director de la empresa donde trabajaba su esposo les dijo que abrirían una sucursal en Buenos Aires.
Viajaron lo más pronto posible. Sin embargo, apenas llegaron, comenzó la Segunda Guerra Mundial. La fábrica no se instaló porque el transporte marítimo se detuvo debido a los ataques. Su esposo decidió viajar a Brasil para trabajar en San Pablo, mientras Eugenia, su hija y su suegra se quedaron en Argentina.
Eugenia pasó tres años sin tener noticias de su familia en Italia. No sabía dónde se habían escondido ni si estaban vivos. Finalmente, todos lograron irse a Estados Unidos.
Reconocimientos y premios
A lo largo de su vida, Eugenia Sacerdote de Lustig recibió muchos premios y reconocimientos por su importante trabajo científico:
- 1967 - Premio "Mujer del Año de Ciencias".
- 1977 - Premio A. Noceti y A. Tiscornia de la Academia Nacional de Medicina Argentina.
- 1978 - Premio Benjamín Ceriani por la Sociedad de Cirugía Torácica.
- 1979 - Premio otorgado por la Sociedad de Citología.
- 1983 - Diploma al Mérito en Genética y Citología de la Fundación Konex.
- 1984 - Premio Barón otorgado por LALCEC (Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer).
- 1988 - Premio Alicia Moreau de Justo.
- 1991 - Premio José Manuel Estrada otorgado por el Arzobispado de Buenos Aires.
- 1990 - La línea 80 de colectivos la nombró pasajera ilustre y le dio un pase de por vida. Este fue un premio a su constancia por viajar todos los días en ese colectivo a su trabajo como jefa de investigación en el Instituto de Oncología Ángel Roffo.
- 1991 - Premio Trébol de Plata por el Rotary International.
- 1992 - Premio Hipócrates a la Medicina otorgado por la Academia Nacional de Medicina Argentina.
- 1994 - Premio Anual QUALITAS Profesor Doctor Braulio A. Moyano.
- 2001 - Premio Anual QUALITAS Prof. Dr. Osvaldo Fustinoni.
- 2003 - Mención especial en Ciencia y Tecnología de la Fundación Konex.
- 2004 - "Ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires", otorgada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
- 2010 Premio Bernardo Houssay
- 2011 - "Medalla Conmemorativa del Bicentenario de la Revolución de Mayo 1810-2010", otorgada por el Senado de la Nación Argentina, por su trayectoria científica.