Escafandra autónoma para niños
La escafandra autónoma es un equipo especial que usan los buzos para poder respirar bajo el agua mientras exploran. Se le llama "autónoma" porque lleva su propia reserva de aire, lo que permite al buzo moverse libremente sin depender de un tubo que le envíe aire desde la superficie.
A diferencia de las escafandras antiguas, que eran pesadas y conectadas a la superficie, la escafandra autónoma moderna permite a los buzos nadar en cualquier dirección. Usando aletas en los pies y este equipo para respirar, los buzos pueden explorar el mundo submarino con mucha más libertad. Es importante recordar que hay límites de profundidad para bucear con aire, por seguridad.
El corazón de la escafandra autónoma es el regulador. Este aparato reduce la presión del aire que viene de las botellas y lo entrega al buzo a la presión adecuada para respirar cómodamente, sin importar la profundidad. El regulador siempre va conectado a una o más botellas que contienen el aire comprimido. Aunque el nombre técnico es "escafandra autónoma", los buzos suelen llamar a todo el conjunto simplemente "equipo de buceo".
Además de la escafandra autónoma, para bucear se necesitan otros elementos importantes. Estos incluyen la máscara (para ver), las aletas (para moverse), el traje (para protegerse del frío), el chaleco estabilizador (para controlar la flotabilidad) y el cinturón de lastre (para hundirse). Los buzos también llevan herramientas como un ordenador de buceo (o tablas, profundímetro y reloj) para calcular los tiempos de seguridad y evitar problemas de salud al subir a la superficie.
Contenido
Historia de la escafandra autónoma
Desde hace mucho tiempo, las personas han soñado con respirar bajo el agua. En los siglos XVIII y XIX, algunos inventores crearon sistemas para bucear. Algunos dependían de aire enviado desde la superficie, mientras que otros eran autónomos, llevando el aire consigo. Por ejemplo, en 1715, el inglés John Lethbridge inventó un barril que permitía a una persona sumergirse y luego volver a la superficie.
Durante el siglo XIX, lo más común era la escafandra tradicional o de casco. El buzo caminaba por el fondo del mar o río, y una bomba en la superficie le enviaba aire a través de una manguera hasta su casco. Los sistemas autónomos eran menos comunes, pero se siguieron desarrollando. En 1849, Pierre Aimable De Saint Simon Sicard creó un sistema que reciclaba el aire, aunque tenía límites de profundidad.
El primer regulador del que se tiene registro fue patentado en 1838 por el médico francés Manuel Théodore Guillaumet. Este regulador se conectaba a una manguera desde la superficie. La primera vez que un regulador se unió a una reserva de aire fue gracias a Benoît Rouquayrol en 1860. Él lo diseñó para que los mineros pudieran escapar de minas inundadas. En 1864, Auguste Denayrouze se unió a Rouquayrol para adaptar este invento al buceo. En 1865, comenzaron a producir en serie la primera escafandra autónoma. Este aparato ganó una medalla de oro en la Exposición Universal de París de 1867. El famoso escritor Julio Verne se inspiró en este invento para su novela Veinte mil leguas de viaje submarino, aunque en su libro el aparato era mucho más avanzado.
Las escafandras autónomas modernas, con reguladores más pequeños y botellas de aire a alta presión, fueron inventadas por los franceses Émile Gagnan y Jacques-Yves Cousteau. En 1942, Gagnan adaptó un regulador para motores. Cousteau le propuso usarlo para el buceo, conectándolo a una botella de aire comprimido y a los pulmones de un buzo. En 1943, hicieron pruebas y patentaron el primer regulador moderno. En 1945, patentaron una versión mejorada, el CG45, que fue el primer regulador moderno en venderse al público. En 1957, una versión modificada permitió al buzo español Eduard Admetlla sumergirse hasta los 100 metros, un nuevo récord mundial. Desde entonces, este invento ha mejorado mucho, ofreciendo gran seguridad y comodidad.
Tipos de escafandra autónoma
La escafandra autónoma puede ser de varios tipos, según cómo maneje el aire que respiras:
- De circuito abierto
Este es el tipo más común y el que usan la mayoría de los buzos recreativos. El buzo respira aire de una botella a través de un regulador, y el aire que exhala sale en forma de burbujas al agua. Es el sistema que inventaron Cousteau y Gagnan.
- De circuito cerrado (Recicladores)
Estos sistemas, también llamados recicladores, permiten al buzo respirar el mismo aire una y otra vez. El aire exhalado pasa por un filtro que elimina el dióxido de carbono y añade oxígeno fresco. La gran ventaja es que no producen burbujas, lo que los hace ideales para buzos militares o para observar la vida marina sin asustarla. Además, permiten estar bajo el agua por mucho más tiempo, a veces entre 4 y 6 horas. Sin embargo, tienen límites de profundidad por la forma en que manejan el oxígeno.
Herramientas de descompresión
Las herramientas de descompresión, como los ordenadores de buceo o las tablas, son muy importantes para los buzos autónomos. Esto se debe a que, a medida que un buzo desciende, el aire que respira se comprime a la misma presión que el agua que lo rodea. Si el buzo sube demasiado rápido, los gases disueltos en su cuerpo pueden formar burbujas, lo que puede causar una enfermedad llamada síndrome de descompresión. Estas herramientas ayudan a los buzos a calcular cuánto tiempo pueden permanecer a cierta profundidad y a qué velocidad deben subir para evitar este problema.
Gases para buceo
La mayoría de los buzos recreativos usan aire comprimido normal. Sin embargo, para inmersiones más profundas o técnicas, se usan otras mezclas de gases. Por ejemplo, el Nitrox tiene más oxígeno que el aire, lo que puede ayudar a reducir el tiempo de descompresión. Otras mezclas, como el Trimix o el Heliox, pueden contener helio en lugar de nitrógeno, lo que permite bucear a profundidades mayores con más seguridad. Los buzos técnicos a menudo llevan varias botellas con diferentes mezclas de gases para distintas partes de su inmersión. Los sistemas de circuito cerrado (recicladores) son muy avanzados y pueden ajustar la mezcla de gases en tiempo real para optimizarla según la profundidad.
Seguridad al bucear
El equipo de buceo contiene gas a muy alta presión, por lo que es crucial manejarlo con cuidado. La energía almacenada en el gas puede ser peligrosa si se libera sin control. Los mayores riesgos ocurren al llenar las botellas o si estas se guardan en lugares muy calientes. También es importante usar válvulas y mangueras compatibles para evitar accidentes.
El equipo de buceo es vital para la seguridad del buzo. Un fallo en el equipo podría poner al buzo en riesgo de ahogamiento. Por eso, es fundamental que el equipo se ensamble, pruebe, llene, mantenga y use correctamente. Aunque el riesgo de fallos es bajo, los buzos siempre deben planificar sus inmersiones y tomar precauciones para saber cómo actuar si algo sale mal.
Galería de imágenes
Véase también
- Campana de buceo
- Equipo de buceo
- Hombre rana
- Traje de buceo
- Escafandra
- Buceo
Bibliografía
- Luis Ávila Recatero, Por debajo de la cota cero, Editorial Hispano Europea, Barcelona, 1989.
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