Eremitorio de San Pedro para niños
El eremitorio de San Pedro es una iglesia muy especial, excavada en la roca, que se encuentra en Argés, un pequeño pueblo de Valle de Manzanedo, en la provincia de Burgos, España. Es un ejemplo de la arquitectura románica, un estilo artístico de hace muchos siglos. A veces, la gente lo llama también la Cueva de los gitanos.
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¿Dónde se encuentra el Eremitorio de San Pedro?
Este antiguo lugar está situado sobre el río Ebro, a unos 30 metros de altura. Para llegar a él, hay que seguir un pequeño sendero que sale de la carretera entre Incinillas y Valle de Manzanedo. Su ubicación, un poco difícil de alcanzar, ha ayudado a que se conserve, aunque el paso del tiempo y el material (está excavado en roca arenisca) han afectado su estado.
- Latitud: 42.89090576073557
- Longitud: -3.6671468580611872
¿Cuál es la historia del Eremitorio de San Pedro?
Se cree que este eremitorio, que es un lugar donde vivían personas dedicadas a la oración, se construyó cuando se repobló la provincia de Burgos, entre los siglos IX y X. En esa época, se levantaron muchos monasterios e iglesias cerca del río Ebro. Aunque muchas de estas construcciones fueron abandonadas, el eremitorio de San Pedro fue modificado y ampliado para adaptarse a nuevas formas de culto.
Es difícil saber la fecha exacta de su construcción porque no está en muy buen estado. Lo más probable es que sus dos salas principales no se excavaran al mismo tiempo, sino en dos etapas diferentes. La segunda sala, conocida como la nave del Evangelio, se añadió en el siglo XII. Seguramente se hizo para poder recibir a más personas, imitando las construcciones de piedra de la época románica.
En un documento del año 1237, el eremitorio aparece mencionado con el nombre de Faracjes, como parte de las propiedades del monasterio de Rioseco. Más tarde, en el siglo XIV, el Libro Becerro de las Behetrías lo menciona como propiedad de don Pedro Fernández de Velasco.
¿Cómo es el Eremitorio de San Pedro?
Este eremitorio es un buen ejemplo de iglesia excavada en la roca del estilo románico. Es un lugar que atrae a muchos visitantes en la provincia.
Consiste en dos salas principales de diferente tamaño. Ambas terminan en ábsides curvos (partes semicirculares o poligonales al final de la iglesia). Originalmente, estaban separadas por tres arcos que se apoyaban en pilares. Las dos salas estaban cubiertas por bóvedas de cañón (techos curvos), que ya no se conservan. Sin embargo, se puede ver que estaban divididas en tres secciones por arcos tallados en la propia roca.
La sala principal tenía dos secciones de bóveda y terminaba en una cabecera más baja. Esta cabecera tenía una sección recta de bóveda de cañón y un ábside semicircular cubierto por una bóveda que nacía desde el suelo.
Se pueden observar elementos de la Edad Media, relacionados con las ceremonias religiosas de esa época. Por ejemplo, quedan restos de tres canceles (barreras que separaban zonas de la iglesia).
También se ven tres credencias, que son pequeños nichos excavados en las paredes del presbiterio (la zona del altar) y del testero (la pared del fondo). Además, hay unos agujeros llamados mechinales, donde seguramente se apoyaban vigas de madera para sostener cortinas.
En el centro de la sala principal, hay un espacio que pudo ser para una pila bautismal o para un enterramiento posterior. Al inicio de la sala principal, había un espacio separado por dos arcos, que servía como capilla funeraria. Allí se encuentran dos tumbas con forma humana excavadas sobre un pedestal.
La sala más pequeña, llamada nave del Evangelio, se conserva mucho mejor. La capilla de esta sala no tiene canceles y su techo es un cuarto de esfera. El altar está excavado con forma de semicírculo.
Es complicado saber la fecha exacta de estas construcciones rupestres porque muchas veces se han conservado mal. En el caso del eremitorio de San Pedro, se cree que se excavó en dos momentos diferentes. La parte más antigua sería la sala de la epístola y su cabecera. Más tarde, alrededor del siglo XII, se añadió la nave del evangelio y se reformó el ábside anterior, quizás por la necesidad de más espacio para los fieles. Esta nueva parte se hizo imitando las construcciones de piedra de la época románica.