El baile. Costumbres populares de la provincia de Soria para niños
"El baile. Costumbres populares de la provincia de Soria" es una pintura al óleo, hecha sobre un lienzo, creada en 1866 por el artista Valeriano Bécquer (1834-1870). Él fue un pintor del estilo romántico, que buscaba expresar emociones y la belleza de la naturaleza y las tradiciones. Esta obra forma parte de una serie de cuadros que Valeriano hizo para mostrar las costumbres y la ropa de diferentes regiones de España. La pintura se ha exhibido en importantes exposiciones, como "Las Edades del Hombre" en El Burgo de Osma, Soria.
Contenido
¿Por qué se pintó "El baile"?
Un encargo especial del gobierno
La pintura fue creada en 1866. Un año antes, en 1865, una parte del gobierno de España, el Ministerio de Fomento, le dio una ayuda económica a Valeriano Bécquer. El objetivo era que pintara una serie de cuadros que mostraran cómo vestían y cómo vivían las personas en las diferentes provincias españolas.
En esa época, la gente se daba cuenta de que los tiempos estaban cambiando rápidamente. La industria y las nuevas formas de vida estaban apareciendo. Por eso, querían tener un recuerdo visual de las vestimentas, las fiestas y los trabajos tradicionales antes de que cambiaran.
¿Qué muestra la pintura "El baile"?
Una escena de fiesta en Soria
En esta obra, el artista Valeriano Bécquer pintó una escena de la vida cotidiana. La situó en el pueblo de Noviercas, en la provincia de Soria, con el imponente Moncayo al fondo. El pintor puso mucho cuidado en mostrar la ropa típica de Soria, tanto la de las mujeres como la de los hombres y los niños.
La ropa de los personajes
Puedes ver que el bailarín y el músico que toca el tamboril llevan una capa grande de lana blanca. Esta capa tiene una esclavina (una pieza que cubre los hombros) y una capucha. Era una prenda muy usada por los pastores.
Las mujeres visten trajes de tela oscura y llevan un mantón sobre los hombros. Para darles color, usan dengues (una especie de pañuelo grande que se cruza en el pecho) y pañuelos en la cabeza, atados de diferentes maneras. Algunos hombres también llevan pañuelo en la cabeza, pero doblado como una banda. Otro personaje usa un sombrero de ala ancha. El anciano que se apoya en su bastón (llamado gayata o cachaba) lleva una montera, que es un gorro de tres picos y copa alta. Los tres niños de la escena visten de forma similar a los adultos.
Detalles del vestido de la bailarina
Bécquer puso especial atención en describir la ropa de la mujer que está bailando. Ella representa la alegría de la fiesta después del trabajo. Lleva un manteo de debajo (una falda interior) y un delantal muy largo atado a la cintura. Su cuerpo está cubierto por un jubón (una especie de chaqueta ajustada) con mangas largas y un escote pronunciado. Este jubón se abrocha por delante con cordones, como un corpiño.
El gran escote deja ver una blusa blanca, con mangas abullonadas. Sobre ella, la mujer lleva adornos de collares de coral, que eran muy valiosos. Calza unas sandalias especiales para la fiesta. El calzado de los demás personajes es más sencillo y rústico. Son las conocidas abarcas, que tienen una suela de cuero y se atan al tobillo con cintas.
Los trabajos representados
Los trabajos que se muestran en la escena son los de leñadores y carreteros. Estos oficios eran muy comunes en las tierras de pinares, donde hay muchos árboles. La carreta que aparece en la pintura transporta troncos grandes de madera. En el suelo, se ve un hacha que alguien dejó sin cuidado.
Si observamos las capas gruesas que llevan las personas y la nieve que se ve en el Moncayo, podemos imaginar que la escena ocurre durante los meses de invierno.