Defensa ribereña para niños
Las defensas ribereñas son construcciones especiales que se hacen para proteger las zonas cercanas a los ríos de las crecidas o desbordamientos de agua. Estas estructuras ayudan a que el agua del río no se salga de su cauce y cause problemas.
La protección contra las inundaciones incluye dos tipos de acciones: las que implican construir algo (estructurales) y las que no (no estructurales). Ambas buscan proteger o reducir los peligros de una inundación.
Las medidas estructurales son obras físicas como represas y reservorios (grandes depósitos de agua), cambios en los canales de los ríos para hacerlos más anchos, las propias defensas ribereñas, zonas bajas para que el agua se desborde sin causar daño, y canales de alivio. También incluyen el mantenimiento y la limpieza de estas obras para que no se tapen.
Las medidas no estructurales se refieren a cómo usamos el terreno cerca de los ríos. Esto incluye la zonificación (decidir qué se puede construir y dónde), reglas para el uso del suelo, normas de construcción y salud, y la regulación del uso de las tierras en las cuencas de los ríos. El objetivo es evitar que se construyan edificios o barreras en los lugares por donde el agua del río podría pasar durante una crecida.
La forma y los materiales que se usan para construir estas defensas dependen de varios factores:
- De los materiales que se encuentran fácilmente en la zona.
- Del tipo de uso que se le da a las áreas cercanas. Por ejemplo, en el campo se suelen usar diques de tierra, mientras que en las ciudades se construyen diques de hormigón (cemento).
Contenido
Impacto en el Medio Ambiente
Las medidas estructurales para controlar las inundaciones pueden tener efectos importantes en el medio ambiente. Esto se debe a que cambian la forma natural en que los ríos se desbordan y los beneficios que esto trae. Las tierras cercanas a los ríos son muy productivas porque las inundaciones naturales las enriquecen. El agua de la inundación humedece el suelo y deja una capa de limo (tierra fina y fértil). En lugares secos, esta puede ser la única forma natural de regar o enriquecer el suelo.
Al reducir o eliminar las inundaciones, se puede afectar la agricultura de estas tierras, la vegetación natural, los animales y la pesca del río. Todos ellos se han adaptado a los ciclos naturales de inundación.
Normalmente, las inundaciones solo se vuelven un problema si son muy fuertes, muy frecuentes, o si las personas construyen en zonas que el río necesita para desbordarse.
A veces, es necesario tomar medidas para que los sistemas naturales sigan siendo productivos. Por ejemplo, usar fertilizantes o riego en las tierras de cultivo, o mejorar las zonas de pastoreo. Si se construyen canales para que el agua fluya más rápido, los sedimentos (tierra y arena) que el río arrastra desde las zonas altas pueden llegar hasta la desembocadura. Esto puede cambiar el río en su estuario, delta o cerca de la playa, afectando la vida marina. Los arrecifes de coral, por ejemplo, son muy sensibles al aumento de sedimentos y pueden dañarse mucho.
Función de Represas y Embalses
Las represas y embalses ayudan a controlar las inundaciones al reducir la cantidad máxima de agua que llega a una zona. Para esto, se mantienen los niveles de agua bajos antes y durante la temporada de lluvias, así pueden almacenar el exceso de agua de las crecidas.
Sin embargo, liberar esa agua después puede causar otros problemas. Algunas tierras pueden inundarse menos profundo, pero por más tiempo, lo que no siempre es bueno para la agricultura. Los efectos ambientales de las represas y embalses son un tema amplio que se estudia en detalle en otros lugares.
Medidas Estructurales: Construcciones Físicas
Las obras en las orillas de los ríos y las mejoras en los canales buscan aumentar la capacidad del río para llevar agua o hacer que el agua fluya más rápido. Para mejorar un canal, se puede dragar (hacerlo más ancho o profundo), quitar la vegetación o basura, alisar el fondo o las paredes, o enderezarlo. Todo esto ayuda a que el agua se mueva más rápido y evita inundaciones. Al enderezar un canal y quitar las curvas (meandros), se reduce el riesgo de que el agua rompa las orillas.
Modificación del Canal
Modificar un canal puede tener efectos negativos en el ambiente. Si el agua fluye más rápido, puede causar más erosión (desgaste de la tierra). Los problemas de erosión y acumulación de sedimentos pueden ocurrir en el mismo lugar o río abajo. Recubrir los canales con materiales como hormigón reduce la fricción, pero puede afectar la belleza del lugar y el ambiente, por ejemplo, al reducir la recarga de agua subterránea. Aunque mejorar un canal puede ayudar en la zona tratada, a menudo el problema de las inundaciones se traslada a otras áreas río abajo.
Diques y Bordos
Los diques y bordos (montículos de tierra o muros) aumentan la capacidad del canal y mantienen el agua dentro de él, excepto en crecidas muy grandes. Sin embargo, al igual que las mejoras en los canales, estas estructuras pueden trasladar el problema a las zonas río abajo. Los diques construidos en las zonas de inundación pueden afectar el movimiento de los animales.
Las zonas bajas para desbordamiento, a menudo pantanos entre las orillas del río y los lados del valle, también pueden ser construidas artificialmente. Los pequeños embalses o zonas de detención se usan cerca de las ciudades para recoger el agua antes de que llegue al río, lo que ayuda a reducir los picos de las crecidas. Estas zonas también ayudan a recargar el agua subterránea y permiten que los sedimentos se asienten. Sin embargo, pueden convertirse en lugares donde se desarrollan insectos que transmiten enfermedades.
Cauces de Alivio
Los cauces de alivio, también llamados desvíos de caudales altos, son canales naturales o artificiales que llevan el agua fuera de las ciudades o zonas muy pobladas. Más adelante, el agua puede regresar al río principal.
Las estructuras para controlar inundaciones son costosas. Además, pueden dar una falsa sensación de seguridad, haciendo que la gente piense que el riesgo de inundación ha desaparecido, cuando solo se ha reducido. Esto puede llevar a que se construya más en zonas de riesgo, lo que podría tener consecuencias graves si hay una crecida inusualmente grande o si las estructuras fallan. Cada estructura de protección se diseña para un cierto nivel de agua, que corresponde a un tiempo medio de retorno (Tr).
Además de los efectos de las estructuras en el ambiente, hay que considerar cómo el ambiente influye en las inundaciones. Las construcciones en las zonas de inundación no solo ponen en riesgo a las personas que viven allí, sino que también aumentan el riesgo para las comunidades río abajo. Los edificios, por ejemplo, pueden bloquear el flujo del agua, aumentando la altura y la velocidad de la inundación.
Eventos naturales como incendios o tormentas, y actividades humanas como la tala de árboles o la agricultura en laderas sin terrazas, pueden aumentar el flujo de agua y el riesgo de inundaciones. Al cubrir el suelo con superficies impermeables (como asfalto o cemento) en las ciudades, el agua de lluvia fluye más rápido y en mayor cantidad hacia los ríos.
Medidas No Estructurales: Planificación y Reglas
Las medidas no estructurales para controlar las inundaciones buscan prohibir o regular lo que se construye en las zonas de inundación o en la cuenca del río. También buscan proteger las construcciones existentes para reducir los daños por inundaciones. Estas medidas preventivas suelen ser menos costosas que construir grandes obras.
La idea actual de muchos expertos es que es mejor mantener las zonas de inundación sin construcciones, como áreas naturales para que el agua se desborde. Sin embargo, si ya hay construcciones, se deben usar medidas no estructurales junto con las estructurales.
La zonificación es una forma efectiva de controlar lo que se construye en las zonas de inundación. Al designar estas tierras para agricultura, parques o áreas de conservación, se protegen y se evita que se usen para actividades que serían vulnerables a los daños por inundación. Las zonas húmedas (humedales) cumplen una función natural de control de inundaciones, por lo que es muy importante prohibir actividades que puedan reducir su capacidad de almacenar agua.
Las reglas de zonificación pueden prohibir o especificar qué tipo de construcciones se permiten en las zonas de inundación para reducir el riesgo. Por ejemplo, pueden prohibir la eliminación de materiales peligrosos, exigir que las estructuras estén protegidas contra inundaciones, o rechazar la construcción de edificios y caminos que puedan empeorar los efectos de las inundaciones.
Las normas de salud y construcción también pueden incluir requisitos adicionales para las zonas de inundación. Las normas de salud pueden reducir el riesgo de problemas de salud por la contaminación del agua potable después de una inundación. Las normas de construcción pueden especificar cómo deben ser los edificios nuevos para que sean menos vulnerables a las inundaciones y más seguros para las personas (por ejemplo, reglas sobre instalaciones eléctricas y la altura de los pisos).
Para que estas medidas no estructurales funcionen, debe haber un control sobre el uso del terreno, lo cual es una tarea del gobierno.
Finalmente, se pueden realizar actividades que ayuden a reducir o retrasar el flujo del agua y aumentar su absorción en el suelo, lo que disminuye el riesgo de inundación. Esto incluye manejar bien la cuenca del río (por ejemplo, aumentar la cubierta vegetal, especialmente en las laderas, mejorar las prácticas agrícolas, controlar la erosión en los arroyos), sembrar plantas en las orillas de los ríos, y proteger las zonas húmedas que ayudan a controlar las inundaciones de forma natural.
Aspectos Sociales de la Protección
Un aspecto social importante relacionado con la protección contra inundaciones es que los beneficios y los costos no siempre se distribuyen de manera justa entre las personas afectadas. A veces, las actividades tradicionales de las comunidades, como la pesca, la agricultura o la ganadería, dependen de las inundaciones naturales. Si se toman medidas para proteger a otras comunidades (a menudo urbanas) del río, estas actividades pueden verse afectadas, y los campesinos no siempre reciben una compensación adecuada por sus pérdidas.
Las personas que viven en las zonas de inundación son las más afectadas por el aumento de las inundaciones causado por cambios en el uso de la tierra río arriba. Sin embargo, a menudo tienen menos poder para exigir cambios o que el gobierno intervenga a su favor.
¿Cómo se mide el riesgo de inundación?
Para saber el riesgo de inundación en un lugar, es necesario calcular la probabilidad de que ocurran inundaciones de diferentes tamaños. Se necesita la siguiente información:
- El flujo máximo de agua que ha tenido el río en un año.
- El tiempo promedio que pasa entre una crecida grande y la siguiente (el intervalo de reincidencia).
- El nivel máximo que alcanza el agua (o los límites de la inundación) para cada cantidad específica de agua.
A menudo, no se tienen datos suficientes sobre los flujos máximos o la extensión de las inundaciones. En esos casos, se puede buscar información histórica con los habitantes y en archivos locales. También se puede analizar la geología de los depósitos de tierra que deja el río para entender el pasado de las inundaciones en la zona. Con esta información, se pueden crear mapas que muestren las áreas que pueden inundarse. Estos mapas son muy útiles para planificar el uso del terreno y establecer reglas en la zona.
Véase también
- Alternativa de proyecto de protección contra inundaciones
- Geoética
- Inundación