Cristo crucificado (Velázquez) para niños
Datos para niños Cristo crucificado |
||
---|---|---|
![]() |
||
Año | Hacia 1632 | |
Autor | Diego Velázquez | |
Técnica | Óleo sobre lienzo | |
Estilo | Barroco | |
Tamaño | 250 cm × 170 cm | |
Localización | Museo del Prado, Madrid, ![]() |
|
País de origen | España | |
El Cristo crucificado, también conocido como Cristo de San Plácido, es una famosa pintura al óleo creada por el artista Velázquez. Esta obra de arte se encuentra en el Museo del Prado en Madrid desde el año 1829.
Velázquez pintó esta obra después de un viaje importante a Italia entre 1629 y 1630. Allí, tuvo la oportunidad de estudiar las creaciones de grandes maestros. Estos estudios le ayudaron a pintar figuras humanas con gran habilidad, como se ve en sus cuadros La fragua de Vulcano y La túnica de José. En el Cristo crucificado, Velázquez muestra su maestría al representar una figura con gran serenidad y dignidad.
Contenido
El Cristo Crucificado de Velázquez: Una Obra Maestra
Esta pintura es un ejemplo de la habilidad de Velázquez para capturar la belleza y la expresión serena de una figura. La obra ha inspirado a poetas como José María Gabriel y Galán y Miguel de Unamuno, quienes escribieron poemas sobre ella.
¿Cómo es el Cristo Crucificado?
Velázquez representó a Cristo de una manera tranquila, sin exagerar el dramatismo. Aunque la figura está sin vida, no parece caerse, y sus brazos no muestran tensión. Cristo está sujeto a la cruz con cuatro clavos. Esta forma de representación seguía las ideas de Francisco Pacheco, quien fue maestro y suegro de Velázquez.
La cruz tiene travesaños lisos y se pueden ver los nudos de la madera. En la parte superior, hay un letrero escrito en hebreo, griego y latín. Los pies de Cristo se apoyan firmemente en una pequeña base.
Detalles del Cuerpo y la Luz
El fondo del cuadro es de un color gris verdoso, y la sombra de la figura se proyecta sobre él. La luz viene desde la izquierda, lo que ayuda a dar forma al cuerpo. Velázquez usó mucha pintura y la aplicó con soltura, prestando atención a cómo la luz iluminaba la figura. En algunas zonas, el artista "arañó" la pintura húmeda con la punta del pincel para crear una textura especial, como alrededor del cabello que cae sobre los hombros.
Para que la figura pareciera más natural, Velázquez ajustó la posición de las piernas. Al principio, estaban paralelas, pero luego movió el pie izquierdo hacia atrás. Esto le dio a la figura un ligero movimiento, haciendo que el peso del cuerpo cayera sobre la pierna derecha. El paño que cubre la cintura de Cristo es pequeño y no tiene muchos pliegues, para que la atención se centre en el cuerpo. La cabeza de Cristo está inclinada sobre su pecho, mostrando sus rasgos nobles. Más de la mitad de su rostro está cubierto por su largo cabello.
¿Por qué cuatro clavos?
Francisco Pacheco, el suegro de Velázquez, defendía que la figura de Cristo en la cruz debía pintarse con cuatro clavos. Él escribió sobre esto en su libro El arte de la pintura. Pacheco creía que esta forma de representación era más antigua y tenía más autoridad que la que usaba solo tres clavos, donde un pie se cruzaba sobre el otro.
Durante el siglo XIII, la representación con tres clavos se hizo muy popular. Sin embargo, Pacheco quería recuperar la forma antigua de cuatro clavos. Él se basó en estudios históricos y en algunas visiones de Santa Brígida. Velázquez siguió este modelo de cuatro clavos, aunque hizo pequeños cambios para que la figura se viera más natural.
La Historia del Cuadro: Un Viaje a Través del Tiempo
El cuadro fue mencionado por Antonio Palomino como una obra importante en el Convento de San Plácido en Madrid. De allí, pasó a la sacristía del convento, donde fue visto por otros historiadores del arte.
A principios del siglo XIX, Manuel Godoy compró la pintura al convento. Luego, pasó a manos de su esposa, la condesa de Chinchón. En 1826, la condesa intentó vender el cuadro en París, pero no lo logró. Después de su fallecimiento en 1828, la obra fue regalada a Fernando VII por su cuñado, el duque de San Fernando de Quiroga. Finalmente, en 1829, el Cristo crucificado se unió a las colecciones del Museo del Prado, donde se encuentra hoy.
La fecha exacta en que Velázquez pintó este cuadro ha sido debatida por los expertos. Algunos creen que fue alrededor de 1638, mientras que otros, por el estilo de la pintura, piensan que fue justo después de su primer viaje a Italia, alrededor de 1632.
¿Quién encargó esta Obra?
El convento de religiosas de la Encarnación Benita fue fundado en 1623 por Jerónimo de Villanueva. Él era una figura importante en la Corte y tenía una buena relación con el Conde-Duque de Olivares. Villanueva apoyó la creación del convento y se encargó de su financiación y de la adquisición de obras de arte para la iglesia.
Se cree que Jerónimo de Villanueva fue quien encargó el Cristo crucificado a Velázquez. Esto se debe a su papel como patrón del convento y a su interés en el arte. En esos años, Villanueva también estaba involucrado en la ampliación del convento y donó varias obras de arte.
Algunos historiadores han propuesto otras ideas sobre el encargo de la obra. Una teoría sugiere que el cuadro pudo haber sido encargado por Villanueva en relación con un proceso legal en el que estuvo involucrado. Otra idea es que la pintura pudo haber sido parte de actos de reparación o devoción en Madrid, tras un incidente histórico. En cualquier caso, la obra se convirtió en una pieza central del convento antes de llegar al Museo del Prado.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Christ Crucified (Velázquez) Facts for Kids