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Crianza de los hijos para niños

Enciclopedia para niños

La crianza de los hijos es la forma en que los padres guían y apoyan a sus hijos para que crezcan sanos, felices y aprendan lo necesario para la vida. Esto incluye cuidar de su bienestar, enseñarles cosas importantes y ayudarles a desarrollarse.

Cómo actúan los padres: Estilos y formas de crianza

Existen diferentes maneras en que los padres se relacionan con sus hijos y los educan. Los expertos han clasificado estas formas en estilos, dimensiones y prácticas de crianza.

Estilos de crianza

La psicóloga Diana Baumrind identificó tres estilos principales de crianza, que combinan cuánto apoyo y cariño dan los padres, y cuántas reglas y control aplican:

  • Crianza permisiva: Los padres son muy cariñosos y dan mucha libertad a sus hijos, con pocas reglas o exigencias. Valoran mucho la independencia de los hijos. A veces, los niños criados así pueden ser muy felices, pero les cuesta más aprender a controlarse a sí mismos.
  • Crianza autoritaria: Los padres ponen muchas reglas y esperan que sus hijos las obedezcan sin preguntar. Prestan poca atención a lo que los hijos sienten o necesitan. Suelen usar castigos para que los hijos cumplan las normas. Los niños criados en hogares autoritarios pueden sentirse más estresados o tener dificultades para expresarse.
  • Crianza autoritativa (o democrática): Este estilo busca un equilibrio. Los padres ponen reglas claras y esperan que sus hijos sean responsables, pero también son muy atentos a sus sentimientos y necesidades. Apoyan la independencia de sus hijos dentro de límites razonables y crean un ambiente familiar cálido. Este estilo suele considerarse el más beneficioso para el desarrollo de los hijos.
  • Crianza negligente: Después de los estilos de Baumrind, se añadió este. Los padres con este estilo ponen pocas reglas y muestran poca atención a las necesidades de sus hijos. Hay poca comunicación y solo cubren lo básico para que el niño sobreviva. Los hijos de padres negligentes pueden tener problemas para relacionarse con otros, en la escuela o en su comportamiento.

Es importante recordar que estos estilos pueden variar según la cultura y la familia. Un mismo padre puede no seguir un solo estilo todo el tiempo, y en una misma casa, papá y mamá pueden tener estilos diferentes.

Dimensiones en la crianza

Además de los estilos, podemos ver la crianza a través de "dimensiones", que son formas específicas en que los padres actúan:

  • Calidez: Demostraciones de amor, cariño y alegría al estar con los hijos. Por ejemplo, darles apoyo o abrazos.
  • Rechazo: Muestras de enojo o disgusto hacia los hijos. Por ejemplo, desaprobarlos constantemente.
  • Estructura: Establecer límites y rutinas para ayudar a los hijos a alcanzar metas. Por ejemplo, tener horarios para las tareas.
  • Caos: Cuando no hay reglas claras o la disciplina es inconsistente. Por ejemplo, ser demasiado permisivo.
  • Apoyo a la autonomía: Animar a los hijos a expresar sus ideas y tomar decisiones. Por ejemplo, escuchar sus opiniones.
  • Coerción: Controlar demasiado a los hijos o invadir su privacidad.

Prácticas de crianza

Estas son acciones específicas que los padres realizan y que influyen en el desarrollo de sus hijos:

  • Establecimiento de normas: Poner reglas de comportamiento que protegen a los hijos de situaciones difíciles.
  • Monitoreo: Saber dónde están los hijos, con quién y qué hacen, para prevenir problemas.
  • Apoyo: Un vínculo emocional fuerte entre padres e hijos que les da seguridad y confianza.
  • Comunicación: Hablar mucho con los hijos, intercambiar ideas y escuchar lo que piensan.
  • Participación y compromiso: Involucrarse en las actividades de los hijos, como ir a sus eventos escolares.

Las creencias de los padres Son las ideas que los padres tienen sobre la crianza y que influyen en cómo se relacionan con sus hijos. Por ejemplo, las creencias sobre la importancia de la educación o la disciplina.

Otras formas de crianza

Existen otras maneras de describir cómo los padres crían a sus hijos:

  • Crianza cariñosa: Fortalece el vínculo emocional entre el cuidador y el niño.
  • Crianza espiritual: Respeta la individualidad del niño y le permite desarrollar sus propias creencias.
  • Crianza estricta: Se enfoca en una disciplina rigurosa y altas expectativas.
  • Crianza helicóptero: Los padres están demasiado involucrados en la vida de sus hijos, lo que puede dificultar que sean independientes.
  • Crianza lenta: Permite al niño explorar sus intereses, pasar tiempo en familia, tomar sus propias decisiones y limitar el uso de pantallas.
  • Crianza positiva: Ofrece apoyo incondicional, guiando a los hijos para un desarrollo saludable.
  • Crianza tóxica: Puede dañar la autoestima del niño y a veces implica descuidar sus necesidades.

La participación de los padres en la crianza

Maternidad

Las madres son muy importantes en la crianza desde el principio, por su papel en el embarazo y el nacimiento. Su forma de hablar y el cariño que dan influyen mucho en el desarrollo del lenguaje y el cerebro de los bebés.

Paternidad

El papel de los padres ha cambiado mucho. Antes, el padre era principalmente el que trabajaba fuera de casa. Ahora, muchos padres participan más activamente en el cuidado diario de sus hijos, como bañarlos, alimentarlos o consolarlos. Esta mayor participación ayuda a los hijos a sentirse más seguros y queridos.

Crianza compartida

Hoy en día, es común que ambos padres trabajen. Por eso, la crianza de los hijos se comparte más entre papá y mamá. Esto ayuda a que la responsabilidad no recaiga solo en uno y fortalece la relación entre ambos padres.

Cambios al convertirse en padres

Convertirse en padre o madre trae muchos cambios y a veces puede ser estresante. Algunos de estos cambios son:

  • Es para siempre: Una vez que se tiene un hijo, el papel de padre o madre no se puede dejar.
  • Falta de preparación: No se puede planear todo hasta que el bebé está en brazos y se empieza a cuidarlo.
  • Idealización: A veces, la realidad de ser padres es diferente de lo que se imaginaba, lo que puede causar frustración.
  • Es repentino: De un día para otro, se pasa de no ser padre a tener muchas responsabilidades.
  • Conflictos: El papel de padre o madre afecta todas las otras actividades de la vida, y a veces es difícil manejar todo.

Los cambios con la llegada de los hijos

La llegada de un hijo también cambia la vida de los padres en varios aspectos:

  • Identidad y vida personal: Los padres empiezan a pensar menos en sí mismos y sus prioridades cambian.
  • Roles en la pareja: Las parejas deben repartirse las tareas y responsabilidades de forma diferente.
  • Relaciones familiares: La relación con los propios padres y abuelos también cambia.
  • Relaciones fuera de la familia: Las amistades o el trabajo pueden pasar a un segundo plano, ya que los hijos se convierten en la prioridad.

Crianza de los hijos durante la vida

La crianza es un proceso que acompaña a los hijos a lo largo de su vida, adaptándose a cada etapa.

Planificación y antes del embarazo

La planificación familiar es decidir si se quiere tener hijos, cuántos y cuándo. Esto implica pensar si se tienen los recursos económicos y si la situación familiar es estable para criar a un niño. Cuidar la salud antes del embarazo también es muy importante.

El embarazo y la paternidad prenatal

Durante el embarazo, las decisiones de los padres, especialmente las de la madre sobre su salud y alimentación, afectan al bebé. Aunque el bebé no ha nacido, ya se puede empezar a ser padre o madre. Se sabe que los bebés pueden oír sonidos y familiarizarse con las voces de sus padres antes de nacer.

Recién nacidos y bebés

Archivo:Fatherandchild
Los padres están cada vez más formando una relación cercana con sus hijos a temprana edad

Los recién nacidos y bebés necesitan comida, sueño, comodidad y limpieza. Su única forma de comunicarse es llorando, y los padres aprenden a entender lo que cada llanto significa. Los bebés responden al cariño y los abrazos. La lactancia es el método de alimentación más recomendado.

Es muy importante que los bebés formen vínculos afectivos seguros con sus cuidadores. Estos vínculos son la base para sus futuras relaciones. Los niños con un apego seguro suelen tener más confianza y mejores relaciones.

Primera infancia

Los niños pequeños son muy activos y curiosos. Empiezan a aprender a hacer cosas por sí mismos y a imitar a los padres. Necesitan ayuda para aprender nuevas palabras, comunicarse y manejar sus emociones. También empiezan a entender las normas sociales.

En esta etapa, los berrinches son comunes, a menudo por frustración al no poder comunicarse bien. Los padres deben guiarlos con rutinas y enseñarles con paciencia, sin amenazas o castigos que puedan empeorar la situación.

Niño

Los niños en edad escolar son más independientes y empiezan a hacer amigos. Pueden razonar y tomar decisiones. Les gusta ayudar y sentirse útiles. Los padres pueden fomentar sus interacciones sociales y enseñarles hábitos saludables.

En esta etapa, los padres también toman decisiones sobre la educación de sus hijos. Algunos se involucran mucho en actividades organizadas, mientras que otros prefieren que el niño se desarrolle con menos actividades dirigidas. Los niños aprenden sobre responsabilidades y las consecuencias de sus acciones.

Adolescentes

En la adolescencia, los jóvenes empiezan a formar su propia identidad y a prepararse para ser adultos. Aunque buscan la compañía de sus amigos, los padres siguen siendo muy importantes. Es crucial construir una relación de confianza con ellos, escucharlos y apoyarlos.

Los padres deben estar al tanto de las actividades de sus adolescentes y ofrecerles guía. Para ayudar a los adolescentes a resistir la presión de grupo, es importante elogiar sus fortalezas, reconocer sus esfuerzos y no desaprobar su comportamiento, para que se sientan seguros y no busquen aceptación en lugares equivocados.

En la escuela, es importante que los padres se involucren, no solo para ver calificaciones, sino para entender el desempeño de sus hijos y colaborar con los profesores para mejorar su aprendizaje y comportamiento.

Adultos

La crianza no siempre termina cuando el hijo cumple 18 años. A veces, los hijos necesitan apoyo de sus padres incluso en la juventud y la adultez. La crianza puede ser un proceso que dura toda la vida, aunque la influencia de los padres tiende a disminuir a medida que los hijos crecen y se vuelven más independientes.

Asistencia

Cuidado

Muchas familias necesitan ayuda con el cuidado de sus hijos. Es importante elegir un lugar de cuidado infantil que se adapte a las necesidades de la familia y a los valores de los padres. La Asociación Nacional para la Educación de Niños Pequeños (NAEYC) sugiere buscar lugares donde:

  • Los niños jueguen y trabajen con materiales y otros niños.
  • Haya diversas actividades disponibles durante el día.
  • Los maestros trabajen con niños individualmente, en grupos pequeños y grandes.
  • El salón esté decorado con trabajos originales de los niños.
  • Los niños aprendan números y letras en el contexto de sus experiencias diarias.
  • Los niños trabajen en proyectos y tengan tiempo para jugar y explorar.
  • Los niños tengan la oportunidad de jugar al aire libre todos los días.
  • Los maestros lean libros a los niños individualmente o en grupos pequeños.
  • El plan de estudios se adapte a las necesidades de cada niño.
  • Los niños y los padres se sientan felices y seguros en el lugar.

También es bueno preguntar si el programa está acreditado por NAEYC, lo que significa que cumple con altos estándares de calidad.

Existe un tipo de terapia llamada psicoterapia infanto-parental (PIP) que busca ayudar a los bebés y niños pequeños con problemas emocionales o de comportamiento, y también a los padres a mejorar su relación con sus hijos. Algunas investigaciones sugieren que esta terapia puede ser útil para fortalecer el vínculo entre madres y bebés en situaciones difíciles.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Parenting Facts for Kids

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Crianza de los hijos para Niños. Enciclopedia Kiddle.