Funeral para niños
Un funeral es un conjunto de ceremonias y ritos que se realizan para despedir a una persona que ha fallecido. Estas ceremonias pueden incluir un entierro o una cremación, y a veces se repiten en fechas especiales, como el aniversario de la muerte. La palabra "funeral" viene del latín "funerālis" y también se usa para referirse a todo lo relacionado con los entierros. Cuando una figura importante de un país fallece, se puede organizar un funeral de Estado, que es una ceremonia muy solemne.
Contenido
¿Qué es un funeral?
Los funerales son una forma de honrar la vida de una persona y de ayudar a sus seres queridos a despedirse. Incluyen diferentes ritos que varían mucho según la cultura, las creencias religiosas y las costumbres de cada lugar. Por ejemplo, algunas ceremonias pueden incluir música, lecturas o discursos.
¿Cómo se celebran los funerales?
En muchos países, como el Reino Unido o Francia, es común que solo la familia más cercana vea a la persona fallecida. El servicio funerario suele realizarse con el ataúd cerrado. Las ceremonias se llevan a cabo en iglesias, cementerios o crematorios, y no tanto en las funerarias.
Funerales en diferentes culturas
A lo largo de la historia, las ceremonias funerarias han sido muy importantes en distintas civilizaciones. Cada una tenía sus propias costumbres y creencias sobre lo que sucedía después de la vida.
Antiguo Egipto: Ritos para la vida después de la muerte
Los antiguos egipcios creían mucho en la vida después de la muerte. Por eso, preparaban los cuerpos con mucho cuidado, usando sustancias especiales y plantas aromáticas. Luego, los colocaban en ataúdes o sarcófagos y los llevaban a cementerios especiales, que a menudo estaban al otro lado del río Nilo.
Antes de que una persona fuera llevada al cementerio, los jueces revisaban su vida. Si había sido una buena persona, un barquero la llevaba al otro lado del río. Si no, su cuerpo se dejaba en un lugar especial para el descanso. Incluso los reyes pasaban por este proceso. Si alguien tenía deudas, no podía ser enterrado hasta que estas fueran pagadas.
Antigua Grecia: Honrando a héroes y ciudadanos
En Lacedemonia (Esparta), los funerales eran muy sencillos. Cuando un guerrero moría por su patria, se le vestía con una tela especial y se le colocaba sobre un lecho. No se permitía llorar en público, ni siquiera a las mujeres. Sin embargo, para los reyes, las ceremonias eran más elaboradas. Durante diez días, las mujeres lamentaban su pérdida, y los tribunales permanecían cerrados. Si un rey moría en batalla, se le enterraba allí mismo, y en Esparta se le rendían honores a una estatua de cera en su lugar.
En Atenas y el resto de Grecia, había dos tipos de funerales:
- Funerales públicos: Se hacían para honrar a los valientes que morían en batalla. Sus restos se exponían durante tres días, cubiertos de flores y perfumes. Luego, se llevaban en cajas de madera a un lugar llamado Cerámico, donde un ciudadano importante pronunciaba un discurso. También se llevaba una caja vacía en honor a los que no se habían encontrado.
- Funerales privados: Tenían muchas ceremonias. Cuando alguien fallecía, un familiar cercano le cerraba los ojos. Luego, el cuerpo se lavaba y se ungía con aceites, y se exponía en la entrada de la casa, con los pies hacia la puerta, como si fuera a iniciar un viaje. Cerca del cuerpo, se colocaba una vasija con agua para que los visitantes se purificaran al salir. El número de días que se guardaba el cuerpo dependía de la riqueza y el estatus de la persona.
El cortejo fúnebre solía hacerse de noche o antes del amanecer, por eso se usaban antorchas y velas. Al frente iban músicos tocando melodías tristes, seguidos por los hijos y las hijas, y luego los parientes y amigos. Si la persona había sido importante, se llevaban coronas. Al llegar al lugar del entierro o la hoguera, se colocaba una moneda en la boca del difunto para el barquero mitológico Caronte, y un trozo de pan para el perro guardián. El cuerpo se ponía sobre una hoguera, y un pariente cercano le prendía fuego. A veces se arrojaban objetos valiosos o trofeos de guerra. Después de que el cuerpo se consumía, las cenizas se recogían en una urna y se guardaban en el sepulcro familiar.
Antigua Roma: Ceremonias solemnes y homenajes
En Roma, los funerales tenían influencias griegas y egipcias. Cuando alguien moría, un familiar cercano le daba un último beso y le cerraba los ojos y los labios. Se le llamaba varias veces por su nombre para asegurarse de que no estuviera en un sueño muy profundo. Si era una persona importante, a veces se tocaban campanas y trompetas.
El nombre del fallecido se registraba, y había personas encargadas de preparar y cuidar los cuerpos. El difunto se vestía con una toga blanca, o con el traje de mayor dignidad si había tenido un cargo público. Durante siete días, el cuerpo se exponía en la casa, con una vasija de agua y una rama de ciprés para purificar a los que pasaban.
Al octavo día, un anunciador público invitaba a la gente a la reunión. Si el fallecido había sido un líder militar, soldados y oficiales seguían el cortejo. El cuerpo se llevaba con el rostro descubierto, a veces por sus hijos, parientes o incluso magistrados importantes. Músicos tocaban melodías tristes, y actores imitaban los gestos y la voz del fallecido. También se mostraban las condecoraciones y los honores que había recibido en vida. Las familias patricias (nobles) podían llevar bustos de cera de sus antepasados.
El cortejo se dirigía al foro, donde un familiar pronunciaba un discurso. Luego, la comitiva iba al Campo de Marte, donde se solían quemar los cuerpos. La hoguera era cuadrada y estaba cubierta de cipreses. El cuerpo se colocaba allí, vestido con sus mejores ropas. Los parientes encendían la hoguera y arrojaban objetos valiosos del difunto. En lugar de la antigua costumbre de sacrificar prisioneros, se realizaban luchas de gladiadores o carreras de caballos alrededor de la hoguera.
Después de que el cuerpo se consumía, el fuego se apagaba con vino, y las cenizas se recogían en una urna. Esta urna se lavaba con leche y vino, y se depositaba en el sepulcro familiar. Finalmente, se purificaba a los asistentes con una rama de olivo mojada en agua. Los funerales terminaban con un banquete para los parientes y amigos. Nueve días después, se celebraba otra cena especial, y el período de luto terminaba.
Los funerales de los ciudadanos comunes eran más sencillos. Después de uno o dos días, los cuerpos se llevaban a los lugares designados para el entierro. Los más pobres eran colocados en cajas de arcilla y llevados a fosas comunes fuera de la ciudad.
Los funerales en la literatura
Los ritos funerarios aparecen en muchas obras antiguas, como la Eneida de Virgilio. En esta obra, el héroe Eneas celebra los funerales de su padre, Anquises, un año después de su muerte, siguiendo las tradiciones de su tiempo. Durante los sacrificios, una serpiente se come las ofrendas del altar, lo que Eneas interpreta como una buena señal.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Funeral Facts for Kids
- Entierro
- Anexo:Funerales