Castillo de Cebolla para niños
El castillo de Cebolla, también conocido como Castillo de la Patá, Castillo del Puig y Castillo de Enesa, se alza sobre una de las colinas que dominan la localidad de El Puig en Valencia, España. Este lugar histórico está reconocido como Bien de Interés Cultural desde el 12 de noviembre de 2002.
El Castillo de Cebolla: Una Fortaleza con Historia
¿Dónde se encuentra el Castillo de Cebolla?
La población de El Puig, que significa "cerro", recibe su nombre de una antigua colina. A lo largo del tiempo, esta localidad ha tenido varios nombres. En la época romana se llamó Podium, que también significa colina. Más tarde, los árabes lo tradujeron como Gabol. Los cristianos de la Edad Media adaptaron este nombre al latín, usando palabras como Juballa y Cepullam, que aparecen en la Crónica del Cid. Después, se le conoció como Çebolla, que era el nombre de una zona donde posiblemente se asentó la población original.
¿Cómo se originó el nombre de Cebolla?
El rey Jaime I de Aragón mencionó este lugar en su Crónica como Puig de Enesa y Puig de Santa. Por esta razón, el castillo es conocido por tantos nombres diferentes.
Los Primeros Años: Época Musulmana y El Cid
La primera información segura sobre esta villa se remonta a la época en que los musulmanes dominaban la región. Ellos construyeron una fortaleza llamada Yubayla para proteger el acceso norte a la ciudad de Valencia. Por eso, se cree que el castillo fue construido en el siglo XI por los árabes. Cuando se retiraron, destruyeron el castillo para que las tropas cristianas no pudieran usarlo.
La Reconstrucción de El Cid
En el año 1093, el famoso El Cid tomó el castillo. Lo reconstruyó, lo fortificó y lo rodeó con una villa amurallada. Esta villa es el origen del actual municipio de El Puig. Para construir el castillo y la villa, El Cid usó madera y piedras que obtuvo de un saqueo en los alrededores de Valencia, antes de tomar la ciudad.
La Reconquista y Nuevos Cambios
Tanto el castillo como la villa volvieron a caer en manos de los musulmanes. Ellos lo destruyeron de nuevo al retirarse, para evitar que Jaime I de Aragón lo usara para conquistar Valencia. Sin embargo, en el año 1237, las tropas de Jaime I de Aragón lograron dominar la población, llamándola El Puig de la Cebolla. Inmediatamente, el castillo fue reconstruido. Al mismo tiempo, el rey fundó un monasterio mercedario que fue muy importante en la historia valenciana y ayudó al crecimiento de la población. Por este motivo, el nombre de la población cambió otra vez, pasando a ser El Puig de Santa María.
En 1240, el rey cedió parte de estas tierras a Arnau de Cardona, uno de los caballeros que más se destacaron en la conquista. En 1349, la población y el castillo fueron entregados por Pedro IV de Aragón, el Ceremonioso, a Jérica. Finalmente, en 1365, Pedro IV de Aragón ordenó destruirlo durante los conflictos de la Guerra castellano-aragonesa (1356-1369), contra Pedro I de Castilla.
El Castillo en Conflictos Posteriores
Durante la Guerra de Sucesión, la población apoyó al Archiduque Carlos. Por ello, sufrieron las consecuencias por parte de Felipe V al final del conflicto.
¿Cómo es el Castillo de Cebolla Hoy?
Actualmente, el castillo se encuentra en una zona verde, pero lamentablemente está en ruinas. A pesar de esto, aún se pueden ver muchos tramos de sus murallas y restos de varias torres. Estas torres tienen la forma típica de los castillos musulmanes, siendo rectangulares o cuadradas. También se aprecian construcciones auxiliares. Los muros están hechos principalmente de mortero y piedras de rodeno.
Detalles de su Construcción
En una de sus laderas, se pueden observar algunas defensas de un conflicto pasado. En la ladera sur de la montaña, en el camino de acceso, hay muros hechos con losas de rodeno unidas con tierra.
Defensas del Castillo
El castillo estaba rodeado por un foso, que era una excavación profunda y seca (excepto cuando llovía). Esto dificultaba la entrada de los invasores y evitaba que los atacantes construyeran túneles para entrar al castillo.
Además, contaba con una torre albarrana, de forma más o menos cuadrada, situada al noroeste de la montaña. Estaba a unos 70 metros de la fortaleza y en un nivel más bajo. Se conectaba con el castillo a través de un puente, aunque no se sabe si era fijo o móvil. Esta torre podía aislarse del recinto principal y servía para defender la entrada al castillo, ampliando el ángulo de tiro de los guardias. Todavía se pueden identificar los restos de la torre del homenaje.
Aunque este castillo está en ruinas, es uno de los castillos más importantes de la comarca de la Huerta de Valencia y del área metropolitana de Valencia.