Casa del marqués de Frómista para niños
La casa del marqués de Frómista fue una antigua y hermosa casa noble que existió en la ciudad de Valladolid, en la plaza de San Miguel. Fue construida entre los años 1400 y 1500 y se mantuvo en pie y en uso hasta la década de 1960. En ese momento, se decidió desmantelarla para construir un edificio de viviendas en su lugar. Desde entonces, forma parte del patrimonio histórico que se ha perdido en Valladolid. En el Archivo Histórico de Valladolid, se guardan documentos que describen esta casa y a las personas que vivieron en ella a lo largo del tiempo.
Contenido
La Casa del Marqués de Frómista: Un Tesoro Perdido de Valladolid
La casa del marqués de Frómista era un edificio muy importante en su época. Aunque fue demolida, su historia y sus características arquitectónicas nos permiten imaginar cómo era la vida en Valladolid hace muchos siglos.
¿Quiénes Vivieron en la Casa del Marqués?
La casa tuvo varios dueños e inquilinos a lo largo de su historia, lo que nos da una idea de cómo cambiaba la sociedad y las familias importantes de la ciudad.
Los Primeros Dueños y Arrendatarios
Los primeros documentos que hablan de esta casa son de mediados del XVI. Sin embargo, la casa ya tenía partes construidas en el XV. Se menciona cuando Jerónimo de Benavides heredó todas las propiedades de su padre, Luis de Benavides, señor de Frómista, en 1553. Entre esas propiedades estaban "unas casas principales en esta villa [Valladolid], frente a la iglesia de San Miguel y otras pequeñas junto a ellas". La casa estaba al lado de otras propiedades, como las casas de Bartolomé Bustamante y las de los capellanes de doña Mencía de Guevara.
En el año 1590, las casas principales fueron alquiladas a Antonio Enríquez, quien era un administrador de la orden de San Juan.
La Casa en los Siglos Posteriores
En el XVIII, la casa principal seguía siendo un lugar activo. El historiador Manuel Canesi, en su libro Historia de Valladolid, mencionó que estaba "frente a la puerta de la iglesia de San Miguel, y en la calle que va a las Brígidas". Esta calle, que antes no tenía nombre, fue reorganizada en 1890 y se llamó calle de Gardoqui. Este nombre se puso en honor a José Gardoqui Fernández, un alcalde de la ciudad que fue muy querido por los ciudadanos entre 1875 y 1877.
A mediados del XIX, la dueña de la casa era María Dominga Téllez de Girón Fernández de Velasco, quien tenía varios títulos, como marquesa de Frómista. Ella no vivía en la casa, ya que residía en Madrid. En ese tiempo, la casa medía aproximadamente 33,20 metros por 37,35 metros. Estuvo alquilada hasta 1850, cuando se puso a la venta. El arquitecto Julián Sánchez García la valoró, y Ricardo Martínez Soberano la compró. Los documentos de la venta describen que la casa tenía un patio, dos corrales, y que limitaba con la plaza de San Miguel, la casa del párroco de San Miguel, otra casa de una capellanía y el convento de las monjas de Santa Brígida. Esta descripción sugiere que la propiedad era muy grande, aunque a mediados del XX solo quedaba el edificio principal.
¿Cómo Era la Casa del Marqués de Frómista?
Antes de su demolición, se pudo estudiar y describir la casa, lo que nos permite conocer su belleza y sus características arquitectónicas.
Su Arquitectura y Belleza
El profesor J.J. Martín González realizó un estudio detallado de la casa antes de que fuera demolida en la década de 1960. Él la catalogó como una construcción de finales del XV. La casa aún conservaba su impresionante puerta de arco hecha de piedra con grandes dovelas (piezas de piedra que forman el arco). Tenía un gran zaguán (un pasillo de entrada) con un techo de vigas de madera que se apoyaban en soportes especiales.
El patio interior era muy bonito, con columnas lisas de una sola pieza. Los capiteles (la parte superior de las columnas) estaban decorados con tallos y frutos, y los frentes tenían pequeños escudos. La parte superior del piso de arriba se apoyaba en soportes de madera que, a su vez, descansaban sobre las columnas.
¿Qué Pasó con la Casa? Su Desaparición
La casa del marqués de Frómista fue demolida en los años 60 del XX. Al ser derribada, este palacio se sumó a la lista de edificios históricos que se han perdido en la ciudad de Valladolid.