Casa de los Mascarones para niños
Datos para niños Casa campestre de los condes del Valle de Orizaba |
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Casa de los mascarones | ||
Monumento histórico | ||
![]() Fachada de la casa
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Ubicación | ||
País | ![]() |
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División | ![]() |
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Subdivisión | Santa María la Ribera | |
Municipio | ![]() |
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Ubicación | Av. Ribera de San Cosme # 71 | |
Coordenadas | 19°26′31″N 99°09′37″O / 19.4419, -99.16016 | |
Características | ||
Arquitecto | Ildefonso de Iniesta (atribuido) | |
Estilo | Barroco novohispano | |
Historia | ||
Construcción | Siglos XVIII y XIX | |
Reconstrucción | siglo XX | |
Información general | ||
Uso | Por la Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción de la UNAM. | |
Propietario | ![]() |
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La Casa de los Mascarones es un edificio histórico ubicado en la avenida Ribera de San Cosme, en la colonia Santa María la Ribera de la Ciudad de México. Es conocida por su hermosa fachada y su larga historia.
Contenido
Historia de la Casa de los Mascarones
La Casa de los Mascarones es un Monumento histórico que ha sido testigo de muchos cambios a lo largo de los siglos. Su historia está ligada al desarrollo de la Ciudad de México.
¿Cómo era el lugar antes de la casa?
Originalmente, esta zona era un terreno con mucha agua, cerca de la antigua calzada México-Tacuba. Esta calzada era un camino importante que conectaba la ciudad con otras áreas.
Después de la conquista, los españoles construyeron la Ciudad de México sobre la antigua Tenochtitlán. Usaron la calzada para cruzar las zonas pantanosas y llanas. Para proteger el camino, se repartieron grandes terrenos a cada lado para cultivar.
En uno de esos terrenos, se empezó a construir la Casa de los Mascarones entre 1766 y 1771. La idea era que fuera una casa de campo para José Diego Hurtado de Mendoza, Peredo y Vivero, quien era el conde del Valle de Orizaba. Sin embargo, la construcción quedó sin terminar por un tiempo.
¿Cómo cambió la zona con el tiempo?
Con los años, se construyeron más casas a lo largo de la calzada. Las fachadas daban al camino y los campos de cultivo quedaban atrás. Poco a poco, los sembradíos se hicieron más pequeños a medida que surgían más edificios.
Décadas después, aparecieron construcciones con estilos más modernos. La avenida fue cambiando, el antiguo acueducto desapareció y el camino de tierra se convirtió en empedrado y luego en asfalto. Las obras del metro también modificaron la avenida. A pesar de todos estos cambios, edificios importantes como la Casa de los Mascarones se mantuvieron.
¿Quiénes han vivido o usado la casa?
El documento más antiguo sobre el terreno de la casa es de 1562. No se sabe por qué la construcción original no se completó en ese momento.
Se dice que la Casa de los Mascarones estuvo sin terminar y abandonada hasta 1822. En ese año, fue vendida en una subasta y tuvo varios dueños que la fueron terminando. Uno de ellos fue Manuel Moreno y Jove, quien la finalizó con planes diferentes a los originales.
A partir de 1850, el edificio se usó como escuela. Primero fue el Colegio de San Luis, luego el Liceo Franco-Mexicano en 1851, y en 1871, el Colegio de Nuestra Señora de Guadalupe.
La casa cambió de dueños varias veces a finales del siglo XIX. En 1885, fue vendida al cura José Antonio Plancarte, y en 1893, a Luis G. Lavié.
Se sabe que la casa fue un colegio desde 1850. Hacia 1897, el Instituto Científico de México ya usaba las instalaciones. En 1906, Lavié entregó la propiedad del edificio a este instituto.
En 1914, el presidente Venustiano Carranza hizo que la casa pasara a ser propiedad del gobierno. Después, el edificio fue la Escuela Nacional de Maestras hasta 1925.
La Universidad Nacional de México (hoy UNAM) comenzó a usar la Casa de los Mascarones en 1925 para su escuela de verano. En 1929, se creó la Escuela de Música, y la casa fue su sede provisional.
El edificio se convirtió oficialmente en parte del patrimonio de la UNAM en 1929. Entre 1933 y 1944, la casa albergó los cursos de verano y la Facultad de Música. En 1935, la Facultad de Filosofía también se mudó a este lugar.
En 1940, el presidente Lázaro Cárdenas del Río declaró que la Casa de los Mascarones era de utilidad pública. Esto significaba que el gobierno la usaría para fines educativos.
Entre 1941 y 1944, se hicieron obras importantes que le dieron al edificio gran parte de su aspecto actual. En 1950, la casa fue entregada oficialmente a la UNAM.
La Facultad de Filosofía estuvo en la casa hasta 1954, cuando se trasladó a la Ciudad Universitaria de la UNAM. Después, la Escuela Nacional de Ciencias Políticas la ocupó hasta 1957. Finalmente, la Escuela Nacional Preparatoria 6 estuvo allí hasta 1965.
El 21 de octubre de 1959, la Casa de los Mascarones fue declarada monumento histórico. Entre 1966 y 1967, la casa estuvo vacía, hasta que a finales de 1967, la Facultad de Música regresó a ocuparla.
Arquitectura de la Casa de los Mascarones
La Casa de los Mascarones fue diseñada al estilo español, con un patio central cuadrado y una entrada principal hacia la calle.
Su diseño busca la regularidad y el equilibrio. La fachada, la construcción alrededor del patio y los detalles tienen proporciones armoniosas.
Sin embargo, la fachada que da al lado este de la casa no mantuvo el mismo equilibrio y simetría, quizás por la presencia de un jardín exterior.
Las paredes están hechas de mampostería (piedras unidas con mortero), excepto la parte frontal, los pilares y los marcos de las ventanas, que están tallados en cantera (una piedra especial).
La fachada principal es muy llamativa y le ha dado mucha fama al edificio. Su belleza es tan grande que a menudo se le presta más atención a esta parte, mientras que otras zonas del edificio pueden deteriorarse con el tiempo.
El conjunto tiene muchos elementos decorativos. El revestimiento de piedra en las paredes es muy interesante y contribuye a su belleza.
En general, la armonía de todos sus elementos es lo que le da su gran atractivo.
Remodelaciones y Obras en la Casa
La Casa de los Mascarones ha pasado por varias etapas de construcción y remodelación a lo largo de su historia.
Cambios en el siglo XIX
Cuando la casa fue terminada, se hicieron pilares, una barda para separar el patio trasero y una escalera para subir a la azotea. Es posible que se haya techado parte de la casa con vigas y terrado (un tipo de techo plano).
A finales del siglo XIX, hubo cambios más grandes debido a la llegada del Instituto Científico y el colegio de los jesuitas. Se construyeron pilares de hierro y lámina. Los pasillos fueron renovados, pero se mantuvieron algunos elementos originales. También se hicieron nuevos salones en la azotea.
Cambios en el siglo XX
Una época importante de obras fue entre 1941 y 1944, cuando la UNAM usaba el edificio para la Facultad de Filosofía y Letras. Se reconstruyeron los pilares, quitando los de metal y poniendo nuevos de piedra.
También se construyeron un salón de actos en la parte trasera y otros salones en el ala oeste. Estas zonas se llenaron de salones en tres niveles, con sus pasillos y escaleras. Los árboles del patio fueron cortados y en su lugar se puso una estatua de Fray Alonso de la Vera Cruz.
Desde 1954, se hicieron varias adaptaciones para las diferentes escuelas que ocuparon la casa. Aunque algunos cambios no fueron los mejores, no afectaron gravemente la estructura. Lo más notable fue la desaparición de la estatua de Fray Alonso.
A pesar de los cambios y algunas modificaciones, la fachada de la casa aún conserva su impresionante estilo arquitectónico.
Obras recientes
Entre 1975 y 1976, las autoridades de la Ciudad de México realizaron grandes obras para remodelar la Casa de los Mascarones. Estas obras ayudaron a mejorar la fachada este.
También se aprovecharon terrenos vacíos y edificios antiguos para construir espacios más adecuados para los estudiantes. Se usaron los terrenos detrás de la secundaria y se demolieron algunas alas del plantel.
En estas obras de modernización, se respetaron las partes más antiguas del edificio, como la fachada y el patio principal. Gracias a estas obras, la Casa de los Mascarones se ha conservado y puede ser admirada en todo su esplendor.