Casa de Correos y Telégrafos de Pontevedra para niños
Datos para niños Palacio de Correos y Comunicaciones |
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Casa de Correos y Telégrafos | ||
Vista del edificio desde la Calle de la Oliva.
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Localización | ||
País | España | |
Localidad | Calle de la Oliva y Calle García Camba | |
Ubicación | Pontevedra, España | |
Coordenadas | 42°25′48″N 8°38′42″O / 42.43, -8.6449 | |
Información general | ||
Usos | telégrafo y oficina de correos | |
Estilo | modernista | |
Inicio | 1913 | |
Finalización | 1917 | |
Construcción | 1929 | |
Diseño y construcción | ||
Arquitecto | Carlos Gato Soldevilla | |
El Palacio de Correos y Telecomunicaciones de Pontevedra es un edificio histórico situado entre las céntricas calles Oliva y García Camba en pleno corazón comercial y financiero de Pontevedra capital en España. Desde su construcción ha sido sede principal en la capital pontevedresa de la compañía estatal de Correos y Telégrafos y alberga la Jefatura Provincial de Correos de Pontevedra. Delante de su fachada principal se encuentra un olivo, que dio nombre en sus orígenes a la calle de la Oliva pontevedresa.
Historia
La capital de la provincia de Pontevedra aspiraba desde hacía tiempo a un Palacio de Correos acorde con su capitalidad y que fuera la sede principal de Correos y Telégrafos en su provincia. A finales del siglo XIX se decide finalmente encargar el proyecto que se materializaría en la primera década del siglo XX, inaugurándose el edificio en el año 1917. En el año 1912 el ayuntamiento de Pontevedra compró los terrenos por ciento quince mil pesetas. De su redacción fue encargado el arquitecto madrileño Carlos Gato Soldevilla autor de obras modernistas como el Pabellón del Ministerio de Fomento en Madrid. Gato Soldevilla ultimó el proyecto en 1913. La realización de este edificio fue adjudicada al contratista madrileño Cándido Casalderrey por el importe de 348.967 pesetas, y se inició en 1915, finalizando dos años más tarde.
Debido a su valor histórico, a principios del siglo XXI se encarga al arquitecto también madrileño Enrique Solana de Quesada la redacción del proyecto de rehabilitación del immueble. Tras su rehabilitación se reabrió al público en julio de 2003.
Construcción y estilo
El edificio pertenece al estilo modernista que imperaba en los primeros años del siglo XX. El arquitecto lo planteó inspirándose en los edificios del Norte de Europa. Buscaba expresamente una semblanza con el Renacimiento flamenco, con la distinción gallega de la construcción en piedra.
La construcción, al igual que la mayoría de los edificios de Correos españoles está articulada alrededor de un patio central de operaciones sobre un vestíbulo público. Existe otro patio más pequeño y alrededor de estos patios se articulan todas las dependencias. La última de las tres plantas de las que consta es abuhardillada.
El edificio está realizado en granito y tiene semisótano, planta baja, dos pisos y un aprovechamiento bajo cubierta. Los vanos del primer piso llevan saledizo en los dinteles y los del último tienen dinteles en arco de cortina con doble arco de círculo. Hay un gran friso a la altura del techo de la planta baja.
La entrada principal se presenta en la esquina a modo de chaflán con arcos reposando en columnas clásicas y escaleras de piedra que dan acceso a un vestíbulo de entrada elevado. Consta de decoración de figuras geométricas de piedra en la fachada especialmente en el nivel abuhardillado, y ventanas geométricas en cada uno de los niveles. Coronando el nivel superior encima de la entrada principal se encuentra el escudo en piedra de la ciudad.
El interior, de una gran luminosidad, combina el uso de materiales como el vidrio, la madera y la escayola, destacando la magnífica bóveda acristalada en color, que cuenta como elemento central el escudo de la ciudad de Pontevedra con su puente, crucero, antiguo castillo y torre almenada. En la cubierta del gran salón en el que se desarrolla la vida pública del edificio se encuentra una hermosa vidriera que recoge mediante la técnica de la grisalla el escudo de la ciudad. Son 2452 piezas de cristal que llegan a formar una superficie de 98 metros cuadrados.
El escudo heráldico de la ciudad mide 4 metros de alto por 2,52 metros de ancho y se ve rodeado por un ribete con 20 rosetones. Rehabilitado en el año 2003, recuperó gracias a la labor de la firma coruñesa Azpilcueta, todo su esplendor. La técnica empleada para dibujar el escudo sobre el vidrio es la grisalla, en la que se actúa por extirpación del pigmento, ya que el color la acerca al propio vidrio. Además esta técnica busca detener la luz que atraviesa el vidrio creando nuevas sensaciones en el espacio.
En la decoración del vestíbulo central se empleó la pintura al óleo en general y en imitaciones al bronce, el dorado, el mosaico, la cerámica y la vidriera artística.