Capilla de la Divina Pastora (Cádiz) para niños
La capilla de la Divina Pastora se encuentra en la calle Sagasta de la ciudad de Cádiz (Andalucía, España). Es un edificio de estilo barroco. Es el primer templo en el mundo dedicado a la advocación de la Divina Pastora.
Contenido
Historia de la Capilla de la Divina Pastora
¿Quién fundó la Capilla de la Divina Pastora?
La construcción de esta capilla fue impulsada y fundada en 1736 por Fray Isidoro de Sevilla. Contó con la aprobación del Obispo Fray Tomás del Valle. La capilla fue dedicada a la Divina Pastora de las Almas, una forma de representar a la Virgen María.
¿Qué simboliza la Divina Pastora?
La figura del Buen Pastor es un símbolo muy antiguo en el cristianismo. La Divina Pastora representa a la Virgen María cuidando a las personas, como un pastor cuida a sus ovejas. Se la muestra con ropa de pastora, un bastón alto y un sombrero. A veces aparece con el Niño Jesús y rodeada de corderos, que simbolizan a la humanidad.
¿Cómo se construyó la Capilla de la Divina Pastora?
El 24 de noviembre de 1734, Fray Isidoro de Sevilla pidió al Ayuntamiento un lugar para construir la capilla. El 19 de enero de 1735, le dieron un terreno. Sin embargo, a Fray Isidoro no le gustó ese lugar por los fuertes vientos.
Por eso, pidió permiso para venderlo y comprar otro. Así, las obras comenzaron en un nuevo terreno en la calle de Capuchinos ese mismo año. En 1736 se levantó una primera construcción. Al año siguiente, esta fue reemplazada por la capilla que vemos hoy, aunque ha tenido varias reformas.
Reformas importantes de la Capilla
Entre 1754 y 1755, se arregló la cúpula y se añadieron las capillas a los lados. En 1757, se construyó la espadaña (una pared con campanas). Finalmente, en 1762, se terminaron las obras con la fachada principal.
¿Cuándo se convirtió en parroquia?
El 16 de julio de 1964, el obispo Antonio Añoveros convirtió esta capilla en una parroquia. Su inauguración oficial fue el 8 de diciembre de 1965. En ese momento, la parroquia fue encargada a los Padres Capuchinos.
Características Arquitectónicas de la Capilla
¿Cómo es la fachada de la capilla?
La fachada de la capilla tiene una entrada central que sobresale un poco hacia la calle. Esta entrada tiene tres aberturas una encima de la otra. La de abajo es la puerta principal, con forma de medio círculo y adornada con un ángel. Encima, hay otra abertura de medio círculo con una imagen de la Virgen. La última abertura es un círculo adornado con una cabeza de ángel.
A los lados de la entrada, hay pilares decorados que sostienen una parte superior muy elaborada, típica del estilo barroco. Entre estos pilares, a la altura de la vista, hay pequeñas capillas con rejas para exponer imágenes religiosas.
En la esquina izquierda de la fachada, se levanta el campanario. Tiene forma de espadaña doble, con dos lados que forman una esquina. Cada lado tiene una campana. Este campanario es un elemento muy barroco de la construcción.
¿Cómo es el interior de la capilla?
Al entrar, lo que más llama la atención es lo alta que es la capilla en comparación con su tamaño en el suelo. Esta sensación aumenta por los impresionantes retablos de madera tallada. Estos retablos cubren casi todas las paredes, dejando a la vista solo los soportes y arcos que sostienen la bóveda. La bóveda, que no tiene adornos, está rodeada por una barandilla de hierro.
La planta de la capilla tiene forma de cruz griega. Los brazos están cubiertos con bóvedas de medio cañón, y el centro tiene una cúpula. Hay balcones sobre las capillas laterales y un vestíbulo en la entrada. En la parte delantera, está el altar mayor con un retablo enorme que cubre el fondo, las paredes y el techo. En los brazos de la cruz, hay otros dos grandes retablos que también cubren por completo las paredes.
La entrada se hace por debajo de un coro alto, cuya barandilla se extiende por los lados de la capilla hasta llegar al altar mayor.
¿Qué es el retablo mayor?
El altar mayor tiene un retablo fantástico, dividido en tres partes. La parte central se abre como un escenario para mostrar la imagen principal de la Divina Pastora. Esta imagen, en su camarín (un pequeño cuarto especial), tiene una iluminación que la hace destacar de los santos, ángeles y arcángeles que la rodean. Todas estas figuras están colocadas sobre bases rizadas y pilares decorados, entre mucha ornamentación de madera tallada.
La imagen de la Divina Pastora, que data de 1730, se cree que fue hecha por José Montes de Oca. En los lados del retablo están las imágenes de San José y San Francisco de Paula. En la parte superior, está el arcángel San Miguel, con San Antonio y San Bernardino a sus lados. Arriba del todo, la figura del Padre Eterno bendice esta escena. Este retablo fue hecho en madera dorada a partir de 1753 por Julián Jiménez.
En las paredes laterales hay balcones con nichos que contienen las esculturas de San Servando y San Germán. Sobre los pilares exteriores están las de San Pedro y San Pablo. Todas estas esculturas son obras de Benito de Hita y Castillo, hechas al mismo tiempo que el retablo.
Los lados del crucero (el cruce de los brazos de la cruz) tienen otros dos retablos parecidos al mayor. También fueron hechos por Julián Jiménez a partir de 1760, pero no se doraron. El de la izquierda tiene un crucifijo del siglo XVIII. El de la derecha tiene la imagen de San Cristóbal, que es muy grande y lo muestra llevando al Niño Jesús. Estas esculturas también son de Benito de Hita y Castillo.
Como curiosidad, los confesionarios están integrados en los retablos, con puertas y rejillas que se pliegan.
En la capilla se guardan la cruz de guía y el simpecado de la Archicofradía de la Divina Pastora. Ambas piezas, de 1763, son de plata repujada y fueron diseñadas por Julián Jiménez. El simpecado tiene un relieve de madera policromada de la Divina Pastora, obra de Benito de Hita y Castillo.
¿Cómo es la cúpula de la capilla?
La cúpula que cubre la capilla es muy especial por sus muchos colores. Está cubierta de azulejos con dibujos geométricos de colores y tejas vidriadas, también de colores. Es un diseño único. Hay un ejemplo similar en la Catedral Vieja de Cádiz, que también tiene bóvedas con azulejos de varios modelos.
Aunque hay cúpulas con tejas vidriadas en Sevilla, la cúpula de la Pastora, especialmente su remate, es muy particular. Miguel Martínez del Cerro en su libro "Un paseo por Cádiz" menciona que el remate de esta cúpula parece tener influencias mexicanas o incluso chinas.
El remate de la cúpula tiene una forma original, con una falsa linterna cubierta de piezas de cerámica vidriada. Los azulejos muestran una estrella de ocho puntas en blanco sobre un fondo de color.