Carrusel para niños
Carrusel, caballitos, calesita o tiovivo son nombres para un juego divertido que consiste en una plataforma que gira. En esta plataforma hay asientos para las personas que se suben. A menudo, los asientos tienen forma de caballos de madera que se mueven hacia arriba y hacia abajo, como si estuvieran galopando. Mientras el carrusel gira, suele sonar música alegre.
Aunque hoy en día los carruseles tienen principalmente caballos, antes podían tener muchos tipos de animales, como perros, conejos, cerdos o ciervos.
Cualquier plataforma que gira también puede llamarse carrusel. En un parque de diversiones, un carrusel simple es una plataforma que los niños impulsan corriendo y agarrándose a barras.
En los aeropuertos, las cintas donde recoges las maletas también se llaman carruseles.
El carrusel más grande del mundo se llama Himmelskibet y está en los Jardines Tivoli en Copenhague, Dinamarca. El tiovivo más antiguo que todavía funciona se encuentra en Praga, en el Letna Park.
Contenido
Historia de los Carruseles
¿Cómo surgieron los carruseles?
El primer carrusel del que se tiene registro aparece en un dibujo antiguo del Imperio Bizantino, de hace unos 1500 años. Muestra a personas dentro de cestas que cuelgan de un poste central.
La palabra "carrusel" viene del italiano garosello y del español carosella, que significan "batalla pequeña". Los cruzados usaban esta palabra para describir un juego y un entrenamiento de combate que hacían los jinetes turcos y árabes alrededor del año 1100. Era una forma de practicar para la batalla, atacando muñecos con espadas de madera.
Los cruzados vieron esta práctica y la llevaron a Europa. Al principio, los carruseles se usaban en secreto dentro de los castillos para entrenar a los jinetes y no se mostraban al público.
Cerca del año 1680, se construyó un tiovivo para la caballería turca y árabe. Tenía caballos de madera que colgaban de vigas y giraban alrededor de una columna central. Los jinetes usaban lanzas para intentar ensartar anillos que estaban alrededor del carrusel. Hombres, caballos o mulas lo hacían girar.

De entrenamiento a diversión
Con el tiempo, se hicieron carruseles más pequeños para los jardines privados de la realeza. En Francia, se construyó un gran carrusel en París, en Le Place du Carrousel. Allí se hacían torneos donde los "combatientes" se lanzaban bolas de yeso con perfume. También se jugaba a la sortija, donde los jinetes intentaban ensartar anillos mientras el carrusel giraba.
A principios del siglo XIX, con más libertad para los artesanos en Europa, se empezaron a construir y usar tiovivos en ferias y reuniones en Europa Central e Inglaterra.
Por ejemplo, en 1837, Michael Dentzel, un fabricante de carros en el sur de Alemania, cambió su negocio para hacer carruseles. Él y su familia viajaban con su gran carrusel por la región, operándolo en diferentes lugares. Otros constructores como Heyn en Alemania y Bayol en Francia también comenzaron a hacer carruseles.
Las primeras calesitas no tenían plataforma. Los animales colgaban de postes o cadenas y se inclinaban hacia afuera al girar, como si volaran. Por eso se les llamaba "caballos voladores". Al principio, los animales de tiro o las personas los hacían girar.
A mediados del siglo XIX, se inventó el carrusel con plataforma para que fuera más seguro para los niños. Los animales y carruajes se movían en círculo sobre una plataforma que colgaba del centro. Luego, se empezaron a usar motores de vapor para moverlos. Con los avances de la Revolución Industrial, se crearon mecanismos con engranajes para que los animales subieran y bajaran mientras giraban. Las plataformas también servían para caminar o para poner otros animales y carruajes. Era común que tuvieran órganos musicales automáticos, y pronto aparecieron los motores eléctricos y las luces, dándoles su estilo clásico.
El tiovivo europeo más antiguo que funciona está en Praga, en el Letna Park. En 1956, en Efteling, se conserva un auténtico carrusel de vapor de 1895.
El desarrollo de los carruseles en Argentina
Las calesitas en Buenos Aires fueron muy populares durante gran parte del siglo XX. La primera se instaló entre 1867 y 1870 en la actual Plaza Lavalle. Hoy en día, hay más de 50 calesitas funcionando en plazas y parques de la mayoría de los barrios de la ciudad.
En Argentina, la persona que maneja la calesita se llama el calesitero. Él tiene una bola de madera con una clavija metálica llamada sortija. Mientras la calesita gira, el calesitero revuelve la bola y los niños intentan tomar la sortija. El que la consigue, gana una vuelta gratis.
Las calesitas de Buenos Aires son muy importantes para la cultura de la ciudad. Existe una ley que las protege y busca conservarlas, ya que son parte de la identidad de Buenos Aires. Esta ley fue impulsada en 2005 por la Asociación Argentina de Calesiteros y Afines, y en 2007 se aprobó la Ley 2554, que protege 34 calesitas.
El auge de los carruseles en Estados Unidos
Aunque los carruseles se desarrollaron en Europa, su crecimiento fue muy grande en Estados Unidos.
Los pioneros fueron Gustav Dentzel de Alemania y Dare de Inglaterra. Gustav Dentzel, hijo de Michael Dentzel, llegó a Norteamérica alrededor de 1850 con un gran carrusel desarmado. A principios de 1860, Gustav lo armó en Filadelfia para ver cómo era el mercado. Tuvo mucho éxito y fundó un taller para fabricar tiovivos y muebles. Este taller se convirtió en el centro de una de las familias más importantes en la fabricación de carruseles en Norteamérica. Otros fabricantes europeos también llegaron a Estados Unidos.
Surgieron varios estilos de carruseles en Estados Unidos:
- El estilo de Filadelfia, con compañías como William Dentzel y Daniel Carl Muller.
- El estilo de Coney Island (un famoso parque), con fabricantes como Charles Carmel y Charles I. D. Looff.
- El estilo de feria de condado, con empresas como Armitage Herschell y Allan Herschell.
Los Dentzel se hicieron famosos por sus hermosos caballos y por usar animales con aspecto fuerte en sus carruseles. Sus mecanismos eran muy buenos, duraderos y confiables. La empresa fue vendida en 1927. Durante la Gran Depresión, muchas empresas de carruseles tuvieron problemas o cambiaron de negocio. Edward Dentzel, que operaba tiovivos en California, se dedicó a construir casas de lujo y llegó a ser alcalde de Beverly Hills en los años 50.
Muchos expertos creen que la mejor época para los carruseles fue a principios del siglo XX en Norteamérica. Se construyeron máquinas muy grandes, con animales, carruajes y decoraciones hechas con gran detalle por artesanos europeos que habían llegado a Estados Unidos. Usaron mucha madera de los Apalaches, como pino blanco y tilo. A diferencia de las figuras europeas que solían ser más estáticas, las figuras en Norteamérica se representaban en movimiento, con las patas levantadas y ojos expresivos. El primer carrusel en Coney Island fue construido en 1876 por Charles I. D. Looff.
Existen algunos tiovivos de dos pisos. Los primeros fueron el Columbia carrusel en Six Flags Great America (en Gurnee, Illinois) y otro en California Great America (en Santa Clara, California).
William H. Dentzel, de Port Townsend, Washington, es el único descendiente de una familia tradicional de fabricantes de carruseles en Estados Unidos que sigue haciendo tiovivos de madera.
Carruseles en Rusia
En la URSS de los años 70 y 80, el tiovivo no solo estaba en los parques de diversiones, sino que era parte de la vida en las ciudades. Muchos lugares de juegos, que había en cada patio, tenían un carrusel estándar con forma de flor, hecho de barras de metal con seis asientos de madera.
¿De dónde viene el nombre "tiovivo"?
El uso de la palabra "tiovivo" en España se conoce desde finales del siglo XIX. Podría referirse a lo "vivo" o ingenioso del "tío" (persona) que lo inventó. Sin embargo, hay una historia popular que dice que en Madrid, el 17 de julio de 1834, durante una enfermedad, Esteban Fernández, dueño de un carrusel, fue dado por muerto. Cuando su cortejo fúnebre pasaba por delante de su negocio, se oyó su voz gritar "¡Estoy vivo!, ¡estoy vivo!". Desde entonces, la gente llamó "el Tío Vivo" a Esteban y a su negocio.
Sentido de giro
En EE. UU., México y Argentina, los carruseles giran en sentido contrario a las agujas del reloj. En muchos países europeos (Reino Unido, Holanda, etc.), giran en el sentido de las agujas del reloj.
Los Carruseles en la Cultura Popular

En la televisión y la radio
La telenovela Carrusel, de Televisa, se emitió a finales de 1989 y principios de 1991. Contaba las aventuras de un grupo de alumnos de primaria y su maestra, la Maestra Ximena.
La serie de televisión argentina Para vestir santos mostraba en su inicio a las hermanas protagonistas andando en calesita. Esto simbolizaba los problemas y la búsqueda de un camino en sus vidas.
En la telenovela coreana Starway to Heaven, los personajes principales aparecen frente a un carrusel, que se ve a lo largo de la serie.
En la radio española, destaca Carrusel Deportivo, un programa muy antiguo que sigue al aire a nivel nacional.
En la literatura
Los carruseles aparecen en muchos libros, especialmente en la literatura infantil. En la literatura en español, Antonio Machado le dedicó un poema llamado "Pegasos, lindos pegasos". Y Pío Baroja escribió un cuento corto titulado Elogio a los viejos caballos del tiovivo.
En la música
La banda argentina Electro/Pop/Rock/ CARRUSEL nació en 2014. Crean canciones con influencias de pop, rock y electrónica. Tienen un álbum y han dado muchos conciertos en festivales importantes.
Ilan Chester compuso una canción llamada El Carrusel, que está en su álbum Al Pie de la Letra (1987).
La banda brasileña de pop-rock Skank lanzó un CD llamado "Carrossel".
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Carousel Facts for Kids