Caballada de Atienza para niños
La Caballada de Atienza es una fiesta declarada de interés turístico nacional que se celebra cada Domingo de Pentecostés en la localidad castellana de Atienza (Guadalajara). Es una de las celebraciones más antiguas de España, que ya fue argumento de un discurso de ingreso a la Real Academia de Historia en 1894 y Pérez Galdós la mencionó en Narváez (capítulos II-VIII)
Los protagonistas de dicha celebración son los miembros de la Hermandad de la Santísima Trinidad, una de las cofradías españolas más antiguas y documentada, pues conserva sus ordenanzas medievales, pergaminos de la Baja Edad Media y libros de actas desde 1679. La Junta de Castilla La Mancha la declaró Bien Patrimonio Cultural Inmaterial de la Comunidad y posteriormente se incluyó en “Paisaje Dulce y Salado de Sigüenza y Atienza” candidato a ser Patrimonio Natural Mundial por la UNESCO.
La Hermandad
La Hermandad de la Santísima Trinidad de Atienza, conocida también como La Caballada, es una de las antiguas cofradías españolas más documentadas pues conserva sus Ordenanzas de finales del siglo XII, más diecinueve pergaminos datados entre 1255 y 1397 y Libros de Acuerdos y Cuentas desde 1679 hasta la actualidad.
En la actualidad está formada por un centenar de hermanas y unos cincuenta hermanos que se rigen por unos usos y costumbres heredados del antiguo gremio de recueros y mercantes de Atienza. Estas usanzas en la actualidad son de carácter ritual y testimonial, ya que han cambiado las necesidades que cubrían: corporativismo de los comerciantes de la Villa, protección de las recuas de arrieros por los caminos de Castilla, socorro mutuo ante la enfermedad y la muerte, protección de viudas y huérfanos e incluso un cierto compartir la riqueza en las festividades y, según Layna Serrano, tenían un “acusado tinte de sindicalismo precoz” (pag. 390 11).
Estos Usos y Costumbresse siguen escrupulosamente durante las festividades que celebra la hermandad, que actualmente son: La Caballada, de carácter histórico; La Santísima Trinidad, su patrona; Cernina, por los difuntos, y también San Isidro, ya que, tras la destrucción de Atienza en 1446, Nota 2 al decaer el comercio se integraron gentes de otros oficios y profesiones, especialmente labradores, que en 1720,incorporaron su patrón. Las insignias de la Hermandad también presiden las ceremonias del Corpus y acompañan a los hermanos y hermanas difuntos en sus funerales.
Quien entre a formar parte de la Cofradía ha de ser presentado por dos fiadores y se debe comprometer a “servir la vara”, es decir, a ser Prioste, costumbre consolidada en el s. XIX, porque algunos evitaban serlo (reservo), ya que debían costear los gastos de la fiesta, hasta que hubo que obligar a todos a “servir la vara en lo material”. Después estos gastos se acabarán compartiendo “a escote” y actualmente los cargos se renuevan cada año.
Existen tres categorías de cofrades: los Chaquetillas, que aún no han servido la vara, la Mesa (o hermanos provisores) constituida por el Prioste, el Seis Principal, cinco priostes anteriores y el Fiel de Fechos. El conjunto de hermanos que han pasado por estas fases son los Seises.
Todos los cargos van rotando anualmente; en cambio se contratan por tiempo indefinido el Fiel de Fechos (secretario y administrador), el Manda (que cumple y anuncia órdenes del Seis Principal) y el Abad (el párroco). Ellos velan por el respeto a la tradición junto con los Seises al durar en el cargo.
Las hermanas, como testigos de lo que fue la Historia, tienen papel secundario como acompañantes de sus cargos correspondientes: la Priosta, la Seisa Principal y la Mayordoma. El Mayordomo es un chaquetilla que ayuda al prioste.
Tres veces al año se convoca la Junta General en casa del prioste de turno, donde se reúnen en tres sitios distintos. En uno confraternizan las hermanas; en otra sala la Mesa elabora propuestas que después pasan a ser aprobadas en la reunión de Seises reunidos en un tercer espacio. El Fiel de Fechos coordina los debates y registra las decisiones en el libro de Acuerdos y Cuentas.
Origen histórico
En 1157 fallece Alfonso VII, dejando el reino de León a su hijo Fernando y el reino de Castilla a su hijo Sancho. Un año después, en 1158, muere Sancho III y su hijo Alfonso hereda el reino de Castilla, siendo un niño de casi tres años de edad.
Las familias de los Castro y de los Lara pugnan por la tutoría del monarca. En el testamento de Sancho III se les daba a los Castros la tutoría del monarca. Sin embargo, los Lara se apoderaron por la fuerza del joven rey. Ante esto los Castro piden ayuda al tío del rey, Fernando II de León. Este último, posiblemente viendo la oportunidad de gobernar en ambos reinos, entró en Castilla al frente de un ejército para apoderarse del pequeño Alfonso. Ante estos acontecimientos Manrique Pérez de Lara pacta la entrega del pequeño en Soria. Finalmente, el pequeño rey es sacado de Soria y llevado por Pedro Núñez de Fuentearmegil primero a San Esteban de Gormaz y luego a Atienza, una de las villas mejor fortificadas del reino, que no tardará en sufrir el cerco al que le someterán las tropas del rey de León.
En la primavera de 1162 los arrieros de Atienza, con el rey niño disfrazado como uno de ellos, abandonan la villa. Van a la ermita de la Virgen de la Estrella, donde simulan una romería. La vigilancia de los sitiadores se relaja y así consiguen llevar al rey niño primero, a Segovia y luego, a Ávila. Duró la huida siete jornadas.
Desde entonces los miembros de la Cofradía de la Santísima Trinidad, heredera de la antigua cofradía de arrieros y popularmente conocida como “de la Caballada”, recuerdan el hecho a lomos de sus caballerías ataviados a la antigua usanza y al son de la dulzaina y el tamboril. Todos los Domingos de Pentecostés desde la mañana temprano, cuando la comitiva atraviesa el pueblo camino de la ermita de la Estrella, hasta el atardecer, en que tendrán lugar las carreras entre ellos, los cofrades irán cumpliendo con la tradición escrupulosamente. Los hermanos siguen al pie de la letra unas ordenanzas que cuentan con siglos de antigüedad. Las multas impuestas a los cofrades se hacen en forma de libras de cera; la subasta de las andas de la Virgen y de las roscas, en celemines de trigo; y la subasta para portar la bandera, en cuartillos de vino.
El día anterior se celebra el "Sábado de las Siete Tortillas", y en la ermita de la Estrella los hermanos cofrades se reúnen alrededor de la mesa para degustar las siete tortillas, que según dice la tradición son las jornadas que duró el viaje hasta poner a salvo al Rey. El número siete es un número por otra parte muy simbólico y está presente en multitud de hechos y construcciones de la Edad Media.
Museo de la Caballada de Atienza
En el Museo de la Santísima Trinidad de Atienza hay una sección dedicada a la Caballada de Atienza. Se pueden contemplar antiguos diplomas con privilegios reales a la Cofradía de la Santísima Trinidad, antiguos pendones y capas que se usan en la fiesta.