Batalla del Fuerte de Cañete para niños
Datos para niños Batalla del Fuerte de Cañete |
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Guerra de Arauco | ||||
Fecha | 20 de enero a 5 de febrero de 1558 | |||
Lugar | Cañete, Biobío, ![]() |
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Resultado | Retirada mapuche | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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La Batalla del Fuerte de Cañete fue un enfrentamiento importante que ocurrió entre el 20 de enero y el 5 de febrero de 1558. Tuvo lugar en el fuerte de Cañete, en la Región del Biobío de Chile. Esta batalla fue parte de la Guerra de Arauco, un largo conflicto entre los españoles y el pueblo mapuche.
Contenido
El Asedio al Fuerte de Cañete
Después de una derrota anterior de los mapuches en la Batalla de Cayucupil, el líder mapuche toqui Caupolicán decidió atacar el recién construido fuerte de Cañete. El 20 de enero, unos 15.000 guerreros mapuches rodearon el fuerte, iniciando un asedio. Los primeros intentos de los españoles para dispersarlos no tuvieron éxito.
El plan de Caupolicán era que los defensores del fuerte se quedaran sin comida y se rindieran. La situación dentro del fuerte se volvió muy difícil. Salir a campo abierto significaba una derrota segura para los españoles. Por otro lado, un ataque directo al fuerte, bien defendido, causaría muchas bajas mapuches. Ante esta situación, los españoles idearon un plan para atraer a los atacantes.
¿Cómo Engañaron a los Mapuches?
Un hombre llamado Andresillo, que era un yanacona (un indígena que apoyaba a los españoles), se ofreció para engañar a los mapuches y hacer que entraran al fuerte. El plan era que Andresillo se hiciera pasar por un desertor de los españoles para ganarse la confianza de los atacantes. Los mapuches creyeron en Andresillo, quien les dijo que el mejor momento para atacar por sorpresa era durante la siesta de los españoles. Él les abriría las puertas del fuerte.
Caupolicán quiso asegurarse de que lo que decía Andresillo era verdad. Envió a un espía al fuerte. Sin embargo, Alonso de Reynoso, el teniente a cargo del fuerte, ya sabía que vendría un espía. Dio instrucciones a todos los soldados para que fingieran estar dormidos.
El 5 de febrero fue el día elegido para el supuesto ataque sorpresa. Reynoso preparó los cañones y los arcabuces (armas de fuego) apuntando hacia las dos puertas, pero los escondió para que los atacantes no sospecharan. Andresillo abrió las puertas del fuerte, y una gran cantidad de guerreros mapuches entraron en silencio. Cuando casi todos estaban dentro, fueron recibidos por disparos de fusilería, lo que causó muchas bajas y los hizo huir desordenadamente.
Mientras se retiraban hacia los cerros, los mapuches continuaron atacando a los grupos de españoles y yanaconas que se alejaban del fuerte. Reynoso envió varias expediciones para dispersar a los guerreros y castigar a los indígenas. Los mapuches se escondían cuando pasaban los soldados y reaparecían por detrás.
La Captura y Muerte de Caupolicán
Meses después de la retirada mapuche, y con el inicio del invierno, un indígena le reveló a un grupo de soldados españoles, liderados por Pedro de Avendaño, el lugar secreto donde se escondía el toqui Caupolicán en Pilmaiquén. Los españoles llegaron al lugar de noche, guiados por las luces de las fogatas de los guerreros. Esperaron el amanecer, rodearon la posición y, al aclarar, atacaron por sorpresa, capturando a Caupolicán, quien estaba preparando una nueva estrategia.
Según el escritor Alonso de Ercilla, mientras Caupolicán era llevado atado hacia el fuerte de Tucapel, una mujer mapuche llamada Fresia se le acercó con un bebé en brazos. Ella le reprochó haberse dejado capturar vivo.
Caupolicán fue llevado ante Alonso de Reynoso, quien lo condenó a morir. Cristóbal de Arévalo, un oficial, fue el encargado de llevar a cabo la orden. Caupolicán fue atado a una plataforma. Antes de morir, mostró gran valentía y resistencia. Así terminó la vida del valiente toqui mapuche.