Batalla de Flores (Laredo) para niños
La Batalla de Flores es la fiesta más importante de Laredo, un pueblo costero en Cantabria, España. Se celebra cada año el último viernes de agosto desde 1908. Es tan especial que ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Esta fiesta es un desfile de carrozas impresionantes. Sus estructuras se decoran con miles de flores y pétalos naturales, creando figuras y escenas increíbles. Un jurado elige la carroza ganadora. Durante todo el día, hay mercadillos en las calles, y bandas de música tocan por todo el pueblo. La celebración termina con un espectáculo de fuegos artificiales sobre la bahía. Es una fiesta que combina diversión y arte de una manera brillante.
Datos para niños Batalla de Flores |
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País | ![]() |
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Localidad | Laredo | |
Datos generales | ||
Tipo | evento anual | |
Contenido
¿Qué hace especial a la Batalla de Flores?
Laredo es un lugar turístico con una playa muy grande. La Batalla de Flores, a finales de agosto, marca el final del verano. En esos días, la población de Laredo se multiplica por diez debido a la gran cantidad de visitantes.
Aunque el desfile dura solo un día, la preparación de la Batalla de Flores lleva meses. Los "carrocistas" (las personas que hacen las carrozas) cultivan las flores en campos cercanos a Laredo. Cuidan las plantas desde el invierno hasta el día de la fiesta.
El diseño y la construcción de las carrozas también se hacen durante todo el verano. Todo culmina en la noche mágica, la víspera de la fiesta. Durante esa noche, decenas de personas trabajan sin parar para terminar las carrozas. Ensamblan las figuras y las cubren con miles de flores y pétalos.
Así, cada viernes, un milagro se repite. Entre una y dos docenas de carrozas llenas de flores naturales desfilan. El pueblo se llena de espectadores que vienen de toda la región y de otras partes de España.
Las carrozas: Obras de arte sobre ruedas
Las carrozas son el corazón de la Batalla de Flores. Han cambiado mucho desde el inicio de la fiesta. Al principio, eran objetos sencillos sobre plataformas pequeñas. Con el tiempo, se hicieron más grandes, complejas y con más adornos florales.
Después de la Guerra Civil Española, la fiesta se volvió más artística. Las carrozas aumentaron de tamaño y complejidad. Esto hizo que hubiera menos carrozas en el desfile, pero cada una era más majestuosa.
En los años 70, se empezó a usar corcho sintético en lugar de madera y escayola. Esto permitió crear figuras mucho más grandes y detalladas. Las carrozas se convirtieron en verdaderas esculturas cubiertas de flores.
Hoy en día, las carrozas deben medir entre 6 y 8,50 metros de largo, entre 3,50 y 5 metros de ancho, y entre 5 y 7 metros de alto.
Las flores: El alma de la fiesta
Las flores son el elemento más importante de la Batalla. Deben cubrir casi toda la superficie de las carrozas. La técnica de "clavado" (cómo se fijan las flores) y la armonía de los colores son muy importantes. Antes se usaban margaritas y crisantemos. Ahora se usan dalias, claveles y clavelones chinos, y margaritas teñidas.
La preparación de las flores empieza en noviembre y diciembre. Se sacan los bulbos de las dalias y se clasifican. En marzo y abril, se preparan los ramilleros de clavelón. En mayo, se plantan los bulbos de las dalias. Durante el verano, se riegan y cuidan las flores hasta que se recogen la semana de la fiesta.
Primero se recogen las hojas de magnolio. Luego, el miércoles, las flores de clavel. Y el día antes de la fiesta, las dalias. Una vez recogidas y clasificadas por colores, decenas de personas las fijan a las figuras durante toda la noche del jueves. Antes se pegaban con pez, ahora con clavos y palillos de madera. Los pétalos se usan para detalles delicados, como los rostros, y se pegan con una cola especial hecha de harina y agua. A esta técnica se le llama "empetalar".

Los carrocistas: Artistas de la Batalla
La Batalla de Flores es una fiesta de todos. Cientos de personas han participado en su creación durante generaciones. Cada carroza es el resultado del esfuerzo de decenas de colaboradores. Los carrocistas son el corazón de cada grupo. Ellos diseñan y dirigen la construcción de las carrozas, y se aseguran de que las flores estén listas. Son verdaderos artistas.
Algunos de los carrocistas más destacados por sus victorias son:
- José Antonio “Toñi” Quintana, el más premiado con 18 victorias.
- Ángel Expósito, con 10 primeros puestos.
- Ángel Sainz, con 7 victorias.
El circuito: El escenario del desfile
Desde 1978, el desfile se realiza alrededor de la Alameda Miramar. Antes, se hacía en otras calles. Los cambios se hicieron para que las carrozas pudieran moverse mejor y para que el público tuviera una mejor vista.
El desfile consiste en tres vueltas completas al circuito. En las dos primeras, el jurado evalúa las carrozas. En la tercera, se recogen los premios. También se premia la ropa de las personas que desfilan sobre las carrozas.
El jurado: Los encargados de elegir
El jurado está formado por varias personas, de Laredo o de fuera. Ellos evalúan cada carroza según varios factores:
- La presentación: El tamaño, el volumen, cómo se hizo la creación, el modelado y la combinación de las piezas.
- El arte: La belleza general de la carroza, su composición, el diseño, la originalidad y cómo se trató el tema elegido.
- La flor: La perfección en el "clavado" de las flores y en el "empetalado", y la armonía de los colores.
- Cantidad de flor: El porcentaje de la carroza que está cubierta de flores.
El día de la Batalla: Una jornada de fiesta
La fiesta empieza la noche anterior, la "noche mágica". Las cuadrillas trabajan sin descanso para terminar las carrozas. Cientos de personas pasean por el pueblo para ver cómo las carrozas toman forma bajo los focos, creando una atmósfera mágica.
A la mañana siguiente, el viernes, se abre un mercadillo. El pueblo se llena de música de bandas y charangas. Por la tarde, a las cinco y media, un cohete anuncia el inicio del desfile. Las carrozas entran en el circuito, arrastradas y empujadas por las mismas personas que las crearon. Les acompañan carros de caballos, grupos de música y danzantes. El público lanza serpentinas y confeti.
El evento termina con la entrega de premios. Las carrozas se exponen en un recinto vallado durante los días siguientes. La jornada se completa con verbenas, conciertos y, a medianoche, un espectáculo de fuegos artificiales en la bahía.

Historia de la Batalla de Flores
A lo largo de sus más de cien años, la Batalla de Flores ha cambiado, pero siempre ha mantenido su esencia: el desfile de carrozas y las flores como elemento principal. Solo se suspendió durante la Guerra Civil Española (1936-1939). Después de la guerra, la fiesta se volvió más artística, con carrozas más grandes y complejas. A partir de los años 60, con el auge del turismo, la Batalla recuperó todo su esplendor.
Los inicios de la fiesta
A principios del siglo XX, las Batallas de Flores eran populares en Europa. En España, se celebraban en la costa mediterránea y en el Cantábrico. Pero la Batalla de Laredo es especial por dos razones: su origen marítimo y su larga vida. Nació en el puerto pesquero de Laredo y ha continuado sin interrupciones desde 1908.
La primera edición, en 1908, se celebró en la bahía. Las traineras (barcos de pesca) de la Cofradía de Pescadores se adornaron y desfilaron. La idea fue del secretario municipal de Laredo, Don Arsenio Lazbal, para crear una nueva fiesta de verano.
Los años de crecimiento
El éxito de la primera edición animó al Ayuntamiento de Laredo a repetirla al año siguiente, pero esta vez en tierra. Laredo se había convertido en un lugar atractivo para el turismo de la burguesía de Madrid y Bilbao. Los organizadores pensaron que una gala floral sería un gran atractivo. Así, el desfile se fijó para el último domingo de agosto en la Avenida Menéndez Pelayo. La Batalla de Flores se arraigó en la pesca y el turismo, los dos pilares de Laredo.
El desfile se convirtió en un concurso con un jurado que elegía a la carroza ganadora. Los premios eran dinero y objetos. La fiesta fue un éxito y se consolidó como una de las más importantes del norte de España. Desde esos primeros años, el pueblo se llenaba de espectadores de toda Cantabria y provincias cercanas.
En estas primeras décadas, la Batalla de Flores se caracterizó por ser un evento divertido y artístico. Las carrozas evolucionaron rápidamente. Los carros sencillos decorados con flores se convirtieron en complejas obras de arte. Esta evolución se detuvo con la Guerra Civil, que interrumpió la fiesta durante cuatro años.
Recuperación y cambios
La primera Batalla de Flores después de la guerra, en 1940, fue un nuevo comienzo en condiciones difíciles. El país estaba devastado. Pero gracias al esfuerzo de los habitantes de Laredo, la fiesta recuperó su brillo.
El ambiente social de la posguerra hizo que la fiesta perdiera parte de su carácter más festivo, pero ganó en lo artístico. Las carrozas crecieron en volumen y complejidad, convirtiéndose en conjuntos monumentales. Ahora eran empujadas por sus propios creadores.
A partir de los años 60, con el auge del turismo, Laredo se convirtió en un gran atractivo de verano. La Batalla de Flores dejó de ser un evento elitista y se transformó en una fiesta popular. La mejora de materiales, como la introducción del corcho sintético, permitió construir figuras más grandes y complejas.
El aumento del tamaño y el coste de las carrozas redujo el número de participantes. Antes, venían carrocistas de muchos pueblos de la región, pero a partir de los años 50, la mayoría eran de Laredo.
Otros cambios importantes fueron:
- El cambio de fecha de domingo a viernes en 1964, por la gran afluencia de público.
- Su declaración como Fiesta de Interés Turístico Nacional en 1965.
- Cambios en el circuito del desfile para mejorar la visibilidad.
- La declaración del viernes de la Batalla como día festivo local en 1995.
- La creación de un espacio para exponer las carrozas después del desfile en 2004.
- La instauración de una "Batalluca Infantil" en 2007.
Un siglo de Batalla
Las últimas décadas del siglo XX vieron las ediciones más grandiosas de la Batalla, con carrozas espectaculares. El inicio del siglo XXI ha sido un tiempo de transición, con carrocistas veteranos y nuevos talentos que aseguran la continuidad de la fiesta.
A pesar de algunas dificultades, la Batalla de Flores celebró su primer centenario en agosto de 2008. La conmemoración fue brillante, con 23 carrozas participando, un gran éxito en cantidad y calidad artística. El circuito se amplió y se colocaron gradas para miles de personas.
Para celebrar el centenario, se organizó un programa de eventos llamado "Semanuca", con conciertos y otras iniciativas. El éxito de la celebración fue innegable, tanto por el arte como por la afluencia de público.
Los ganadores de esa edición especial fueron la asociación cultural Carrozas Oruña, con la carroza "Memorias de Jaypur".
Última edición (2015)
La 106.ª edición de la Batalla de Flores se celebró en 2015. Aquí están los ganadores:
Categoría A:
- 1.- “Extravaganza”. Grupo Pejino
- 2.- “Rosario”. Agrupa-2
- 3.- “Almas de jazz”. Come Golayu
Categoría B:
- 1.- “Yo Ho!”. Asociación Juvenil Cultural Grupo Pejino
- 2.- “Un mundo ideal”. Asociación Spartans Batalla de Flores-Cevi & David Expósito
- 3.- “Sueños Mágicos”. Grupo Alegoría
Además, el primer premio en vestidos fue para “Tiempos de batalla”, de El Cantu.