Basílica de Ocotlán para niños
Datos para niños Basílica de Nuestra Señora de en la villa |
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Monumento histórico![]() |
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Localización | ||
País | Mexico | |
División | Tlaxcala | |
Subdivisión | Ocotlán | |
Coordenadas | 19°19′04″N 98°13′41″O / 19.3179, -98.22796 | |
Información religiosa | ||
Culto | catolicismo | |
Diócesis | diócesis de Tlaxcala | |
Acceso | Libre, diario | |
Uso | Templo religioso | |
Estatus | Basílica menor | |
Advocación | Nuestra Señora de Ocotlán | |
Historia del edificio | ||
Construcción | 1687-1790 | |
Datos arquitectónicos | ||
Estilo | churrigueresco | |
Mapa de localización | ||
Ubicación en Tlaxcala.
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El Santuario y Basílica de Ocotlán es un importante edificio religioso en México. Se encuentra en la localidad de Ocotlán, en el municipio de Tlaxcala. Está dedicado a Nuestra Señora de Ocotlán y se ubica en una colina, a solo un kilómetro de la Ciudad de Tlaxcala, la capital del estado.
Contenido
- ¿Qué significa el nombre Ocotlán?
- Historias y testimonios sobre el origen del santuario
- Historia y desarrollo del santuario
- El Santuario y Basílica de Ocotlán: Un tesoro arquitectónico
- El atrio: Un espacio de bienvenida
- La fachada: Una obra de arte en piedra
- Las torres: Guardianas del santuario
- La nave del templo: Un interior majestuoso
- Retablo de la Pasión
- El Retablo Mayor: Un bosque de oro
- El Camarín de Ocotlán: Un lugar especial
- Las ocho columnas y sus detalles
- Antesacristía y visitantes
- El pocito de agua especial
- Celebración de la Virgen de Ocotlán
¿Qué significa el nombre Ocotlán?
El nombre "Ocotlán" viene de dos palabras en náhuatl, una lengua indígena. "Ocote" se refiere a un tipo de pino, y "Tlatlala" significa "arder". Así, Ocotlán significa "El Ocote que Arde". Este nombre se debe a que la zona era rica en pinos ocotes.
Varios artistas de Ocotlán, como Juan de Villalobos y Desiderio Hernández Xochitiotzin, han representado esta idea en sus obras.
Historias y testimonios sobre el origen del santuario
La historia popular del encuentro en el bosque
Según la tradición popular, en la primavera de 1541, un joven indígena llamado Juan Diego subía por una colina. Entró en un bosque de pinos ocotes que había cerca de una barranca. Allí, una mujer lo saludó y le preguntó a dónde iba.
Juan Diego le respondió que buscaba agua para los enfermos de su pueblo. En ese tiempo, una enfermedad afectaba gravemente a los indígenas de Tlaxcala. La tradición dice que la mujer misteriosa era la Virgen María. Ella lo guio a un lugar con aguas curativas.
El joven llevó el agua a sus enfermos, quienes se recuperaron de inmediato. Juan Diego contó su encuentro con la "Zoapilzin" (señora mujer). También dijo que ella le pidió que avisara a los religiosos del lugar. Les dijo que encontrarían una imagen de ella en el sitio del encuentro, la cual debían colocar en la capilla de San Lorenzo.
Se cuenta que los franciscanos fueron al lugar y hallaron un gran pino ocote que ardía sin consumirse. Al abrirlo, descubrieron la imagen de la Virgen María. La llevaron a la capilla, pero la tradición dice que la imagen regresó tres veces a su lugar original.
¿Cómo es la imagen de la Virgen de Ocotlán?
La imagen es una hermosa escultura de madera. Mide 148 cm de alto, una estatura similar a la de las mujeres de la región. Está de pie sobre una base de plata y se inclina ligeramente hacia adelante.
Lleva un manto y un vestido con adornos que caen en pliegues. Sus manos están juntas en el pecho, como si estuviera orando. Su rostro es claro y delicado, y un rizo de cabello cae por su espalda. Toda la imagen parece envuelta en un brillo dorado.
Expertos en esculturas de 1755 confirmaron que la imagen está hecha de una sola pieza de madera maciza de ocote.
Documentos históricos sobre la aparición
El antropólogo Hugo G. Nutini encontró en 1963 un documento del Siglo XVI llamado "Relación de la aparición de la Virgen de Ocotlán". Fue escrito por Fray Martín Sarmiento de Hojacastro en 1547. En este escrito, se menciona que Juan Diego habló con la Virgen María dentro de un pino ardiendo. Ella le pidió que construyera un templo en su honor.
Buenaventura Zapata, un escritor de Tlaxcala y gobernador en el Siglo XVII, escribió "La historia cronológica de la ciudad de Tlaxcala". En ella, menciona un escrito sobre la aparición de la Virgen. Afirma que un habitante de la zona veía un pino arder repetidamente. Esto lo llevó a informar a los religiosos, quienes cortaron el pino y encontraron la imagen dentro.
Francisco de la Maza, otro historiador, señala que, según los "Anales inéditos de Tlaxcala", la aparición ocurrió en 1641.
¿Quién fue Juan Diego?
Juan Diego era originario del pueblo de Santa Isabel Xiloxoxtla. El padre Florencia lo describe como un indígena bueno que ayudaba a los religiosos y visitaba a los enfermos.
Fray Martín de Hojacastro añade que Juan Diego era joven y trabajaba en el monasterio. Se encargaba de mantener el altar de la Virgen con flores. Era una persona humilde y muy devota. Se cree que está enterrado en la Iglesia de Santa Isabel Xiloxoxtla.
Historia y desarrollo del santuario
- En 1670, Don Diego Osorio de Escobar nombró al primer capellán del Santuario y autorizó la construcción de un nuevo templo.
- En 1735, el Papa Clemente XII aprobó la Cofradía (una asociación religiosa) y concedió el altar de Ánimas.
- En 1743, Don Juan de Palafox y Mendoza aprobó que la Virgen de Ocotlán fuera declarada patrona de Tepeaca, Puebla.
- En 1754, Don Luciano Becerra consagró el nuevo templo.
- En 1773, Don Benito Crespo fundó la Cofradía de la Virgen.
Capellanes que impulsaron la construcción
Durante 100 años, los franciscanos estuvieron a cargo de Ocotlán.
En 1670, Juan Escobar fue nombrado el primer capellán. Él pidió ayuda a los pueblos para conseguir materiales y mano de obra. El primer retablo (una estructura decorada detrás del altar) se hizo en la sala izquierda. La construcción del templo comenzó el 13 de enero de 1687.
El segundo capellán (1691-1716) promovió las festividades de la "bajada" y "subida" de la Virgen por las calles de Tlaxcala. También construyó el segundo retablo. El tercer capellán, Manuel Loayzaga (1716), escribió la historia de Ocotlán. Con la ayuda del artista indígena Francisco Miguel, creó el retablo central, el nicho de plata, el camarín y el púlpito.
El platero Antonio Fernández hizo trabajos de plata sin cobrar. También se construyó la sacristía. Los capellanes Manuel Ponce de León (1758-1767) y José Meléndez (1767-1784) construyeron la impresionante fachada y las torres. Luis Munive construyó el atrio y los arcos de la calzada del pocito.
El estilo churrigueresco de Ocotlán
El estilo churrigueresco llegó a México alrededor de 1718 con el arquitecto Jerónimo Balbas. Es un estilo muy ornamental y detallado del Siglo XVIII. Se caracteriza por usar muchos motivos vegetales y por tallar la piedra como si fuera madera. Una de sus características principales es el uso del "estípite", una columna con forma de pirámide invertida.
El Santuario y Basílica de Ocotlán: Un tesoro arquitectónico
El conjunto arquitectónico se alza sobre una colina cerca de la Ciudad de Tlaxcala. Su fachada y torres son muy delicadas y llaman la atención desde lejos. Desde allí, se puede ver el valle de Tlaxcala y montañas como la Malintzi, el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl. El conjunto incluye también la Capilla de Guadalupe y el portal de peregrinos.
El atrio: Un espacio de bienvenida
El atrio es una gran plaza de 50 por 70 metros que rodea la fachada. Está delimitado por un muro de ladrillos rojos y blancos. Tiene 26 arcos y 48 agujas decorativas. Se accede por seis entradas con rejas y faroles.
En la entrada principal hay un grupo de esculturas de la Virgen, Juan Diego y una madre con su hijo. Se pueden ver las fechas 1541 (año de la supuesta aparición) y 1957 (cincuentenario). También hay escudos de figuras importantes de la iglesia.
La fachada: Una obra de arte en piedra
La fachada parece un retablo cubierto por una concha. Como en otras obras de arte religioso, su función es enseñar a la gente sobre la fe a través de símbolos y figuras. Fue construida con ladrillo y cubierta con una mezcla de cal y arena, dándole un color blanco. Se hizo con gran habilidad, como si fuera un dulce de almendra, por maestros yeseros de la región. Se cree que se construyó entre 1760 y 1790.
Es considerada una de las obras más importantes del barroco churrigueresco y ha sido muy elogiada. El centro de la fachada es una ventana en forma de estrella, donde destaca la figura de la Virgen.
Las torres: Guardianas del santuario
Las dos torres gemelas miden 33 metros de altura y enmarcan la fachada. Terminan en una pequeña cúpula con una linterna, donde se encuentran dos cruces de hierro forjado. Sus bases están decoradas con ladrillos y cal. En total, tienen cuarenta columnas y 24 adornos florales. Se construyeron en el último tercio del Siglo XVIII. Las columnas están adornadas con vides y uvas, simbolizando la Eucaristía.
A los lados de las torres están la Capilla de Guadalupe, que ahora es un baptisterio con vitrales alemanes, y el Portal de Peregrinos, con un mirador.
La entrada principal tiene una puerta de cedro de estilo neobarroco, donada en 1946. El techo es abovedado, con arcos que se apoyan en pilares. Los arcos tienen los nombres de mujeres importantes del Antiguo Testamento: Sara, Rebeca, Esther y Judith.
Los candelabros de prismas fueron donados en 1952. Los bancos son de cedro (de 1943) y el suelo es de piedra de Santo Tomás. La nave mide 36 por 11 metros.
Para el cuarto centenario del santuario, se añadió la decoración actual con yesería dorada, que le da un gran esplendor. En el área del altar, hay seis nichos con pinturas sobre la aparición de la Virgen. El Vía Crucis fue realizado por Luis Toral. El púlpito está decorado con flores y espejos.
Retablo de la Pasión
Este retablo se encuentra en el lado norte del crucero. Es de estilo churrigueresco y está hecho de madera dorada. Conmemora la Pasión y Muerte de Cristo. Tiene dos cuerpos con columnas y un remate. En el centro, hay un nicho con un crucifijo y la Virgen de la Piedad con Cristo en sus brazos.
Se cree que el primer retablo fue hecho por el padre Escobar, pero el actual es de la década de 1770 a 1780, en el apogeo del estilo churrigueresco.
El Retablo Mayor: Un bosque de oro
El Retablo Mayor se extiende bajo la cúpula y los arcos, y cuando se ilumina, parece un pino ocote en llamas. De cerca, parece un bosque de columnas y un jardín de plantas y flores. En el centro, se encuentra la imagen de la Virgen de Ocotlán en un nicho de cristal.
Este magnífico retablo cubre completamente las paredes del ábside, creando una cueva dorada de estilo barroco. Está hecho de madera de cedro y oro de 23 quilates. Tiene 28 columnas y dos cornisas. Los nichos están decorados con bases ricas y doseles en forma de concha.
Detalles del adorno
El adorno del retablo es como un jardín de hojas, flores y frutas. Se pueden ver muchas conchas, cadenas de florecillas, guirnaldas de granadas y cestas con arreglos vegetales. En el arco principal, cinco espejos tienen grabadas las letras del nombre de María.
La iconografía: Historias en imágenes
El retablo cuenta historias bíblicas con sus colores y figuras. Tiene 17 estatuas de tamaño completo, 18 ángeles y 33 estatuillas más pequeñas. Hay querubines flotando y ángeles jóvenes con vestiduras de colores, todos tallados con gran calidad artística.
El Camarín de Ocotlán: Un lugar especial
Detrás del altar principal está el Camarín. Es el lugar donde se prepara la imagen de la Virgen para las fiestas religiosas, como el 1 de enero y el tercer lunes de mayo.
El camarín es un espacio octogonal muy colorido. Fue diseñado por Loayzaga y realizado por el artista Francisco Miguel Tlayoltehuanitzin, usando una mezcla de arena y cal. Su decoración comenzó alrededor de 1715 y terminó en 1740. La decoración original, con sus oros, se ha mantenido intacta hasta hoy.
Las ocho columnas y sus detalles
Las ocho columnas del Camarín son salomónicas, lo que significa que suben en espiral como llamas. Tienen bases con querubines, granadas y flores. Los capiteles son de estilo corintio, dorados sobre fondo blanco. Entre las columnas, hay obras de los pintores Juan de Villalobos y Luis Berruecos, realizadas entre 1723 y 1725.
Sobre la cornisa, hay ocho ángeles que sostienen símbolos de la Virgen. Ocho espejos brillan a los pies de los ángeles, y las ocho letras del Ave María se repiten sin fin a lo largo de la cornisa.
Los siete lienzos grandes, con marcos lujosos, fueron pintados por Juan de Villalobos en 1723. En el centro del Camarín, hay una mesa de madera de ahuehuete con ocho figuras de monos en las patas. También hay muebles tallados en la sacristía.
Ocho claraboyas (ventanas en el techo) iluminan la cúpula. En la parte más alta, se ven los doce Apóstoles y María, representando el día de Pentecostés.
Antesacristía y visitantes
En la antesacristía, hay cinco lienzos del artista Miguel Caro, pintados en 1781, que narran la historia de la aparición de la Virgen. También se encuentra una pintura de San José, obra de Joaquín Magón.
Ocotlán es uno de los centros religiosos más importantes de México. Desde el Siglo XVI, millones de peregrinos lo han visitado. Cada año, cientos de personas llegan en autobuses de todo el país para venerar a la Virgen de Ocotlán. También es común ver turistas de Estados Unidos, Japón y Francia, estos últimos atraídos por su parecido con una iglesia francesa.
La fiesta principal de la Virgen se celebra el primer y tercer lunes de mayo, cuando la imagen es llevada en procesión por la capital de Tlaxcala. La fiesta de Ocotlán se celebra el 1 de enero de cada año.
El pocito de agua especial
También es muy conocido "el pocito", que se encuentra a unos 400 metros del Santuario de Ocotlán. Es fácil llegar caminando. En este lugar, la gente puede tomar agua que, según los creyentes, tiene propiedades curativas.
La primera construcción en este sitio fue un muro de contención a finales del Siglo XVII. Luego se construyó una capilla cuadrada entre 1892 y 1896. Actualmente, hay una capilla más reciente que conserva su antiguo arco de entrada.
Dentro de la capilla, hay un lienzo de Isauro G. Cervantes de 1913 y murales de Desiderio Hernández Xochitiotzin y Pedro Avelino Conde. Estos murales cuentan historias bíblicas relacionadas con el agua. En los alrededores, se pueden comprar los tradicionales patos rojos, que se usan para llevar el agua del pocito.
Celebración de la Virgen de Ocotlán
Cada año, el tercer lunes de mayo, se realiza la gran celebración de la Virgen de Ocotlán. Se lleva a cabo la procesión de "La Bajada", donde la Virgen es llevada a la ciudad de Tlaxcala. Las calles de la capital se adornan con flores, papeles, festones y largos tapetes hechos de flores y aserrín de colores.