Bartolomé de Cárdenas (pintor) para niños
Bartolomé de Cárdenas (c. 1575-1628) fue un pintor que nació en Portugal, pero que, según algunos historiadores, tenía raíces en Castilla. Fue un artista muy valorado por el Duque de Lerma, un personaje importante de la época. Cárdenas trabajó en ciudades como Madrid y Valladolid. En 1622, recibió un reconocimiento especial al ser nombrado pintor honorífico de la ciudad de Valladolid.
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¿Quién fue Bartolomé de Cárdenas?
La vida de Bartolomé de Cárdenas tiene algunos misterios, ya que no se conocen muchos detalles sobre dónde nació exactamente o cómo aprendió a pintar. Aunque se dice que nació en Portugal, algunos expertos como Ceán Bermúdez pensaron que fue alumno de Alonso Sánchez Coello. Sin embargo, otros, como Pérez Sánchez, creen que su formación fue en Madrid y que su estilo se parecía al de Vicente Carducho.
Sus primeros años y trabajos
Según los registros, Cárdenas ya era un pintor reconocido en Madrid en 1601. Cuando la corte se mudó a Valladolid, el Duque de Lerma lo llevó consigo. Allí, Bartolomé de Cárdenas trabajó en la iglesia de San Pablo, donde pintó varias obras, incluyendo las del altar mayor.
Al principio, se pensó que había fallecido en 1606, pero más tarde se descubrió que algunas de sus pinturas en Valladolid estaban fechadas en 1621. Esto demostró que vivió y trabajó mucho más tiempo. También se sabe que en 1619 recibió encargos importantes en Madrid, como las pinturas para el claustro de la Virgen de Atocha, donde colaboró con Juan de Chirinos.
Su relación con el Duque de Lerma
Los viajes de Cárdenas a Valladolid estaban muy relacionados con el apoyo del Duque de Lerma. Cárdenas se sentía orgulloso de ser el "primer pintor de Cámara" del Duque. Muchas de sus obras importantes fueron para conventos que también estaban bajo el patrocinio de este influyente personaje.
En 1603, Cárdenas ya estaba establecido en Madrid. Se casó con Magdalena Sánchez y ese mismo año bautizó a su hija. También participó en la fundación de la Academia de San Lucas en Madrid, una escuela de arte que se quería crear.
Obras importantes en Valladolid
En 1610, Bartolomé de Cárdenas estuvo en Valladolid trabajando en una serie de pinturas sobre la vida de Santo Domingo de Guzmán para el convento de San Pablo. De esta serie, se conservan dos obras muy conocidas en el Museo Nacional de Escultura: el Bautismo de santo Domingo de Guzmán y la Disputa de Santo Domingo con los albigenses, que muestra la quema de libros.
En 1612, pintó retratos de cuerpo entero de Francisco Crema y su familia. Estos son los únicos retratos que se conocen de su trabajo.
En la iglesia del convento de San Pablo, se podían ver obras suyas como la Venida del Espíritu Santo y la Anunciación, que quizás sea la que ahora está en la catedral. También se le atribuyeron las pinturas del altar mayor y otras obras que se han perdido.
Un historiador llamado Isidoro Bosarte describió una gran pintura llamada La Gloria, fechada en 1621. En ella, se veía a la Virgen María con su manto, acogiendo a algunos monjes dominicos, y a Santo Domingo. También aparecía el Duque de Lerma arrodillado, lo que a Bosarte no le gustó mucho porque rompía el equilibrio de la pintura.
Las pinturas del retablo mayor de San Pablo se hicieron más tarde, en 1626. De estas, se conservan dos lienzos: la Vocación de San Pedro y la Conversión de San Pablo. Se dice que estas obras tienen mucha fuerza en su composición, buen dibujo y colores agradables.
Fuera de este convento, se mencionan otras obras suyas en Valladolid, como un cuadro de la Porciúncula y un Cristo Crucificado de tamaño natural en la Real Chancillería. Este último, pintado en 1624, muestra un estilo cercano al de El Greco y un gran dramatismo.
Últimos años y legado
La larga estancia de Cárdenas en Valladolid se interrumpió cuando se mudó a Madrid, quizás después del fallecimiento de su esposa, Francisca de Ávila, en 1613. Un año después, ya estaba en Madrid.
En 1619, recibió el encargo de pintar los cuadros del claustro de la Virgen de Atocha, donde representó un nuevo ciclo de la vida de Santo Domingo. Poco después, regresó a Valladolid, donde vivía su hijo, Juan de Cárdenas, quien también era pintor y se dedicaba a pintar "frutas y flores" que eran muy apreciadas.
Después del fallecimiento de su protector, el Duque de Lerma, en 1625, y una vez terminadas las pinturas del retablo de San Pablo, Bartolomé de Cárdenas regresó a Madrid. Allí falleció el 26 de abril de 1628. Estaba casado con Jerónima de Oviedo y dejó a su yerno, Juan Mateo, que también era pintor, como encargado de su testamento.
Véase también
En inglés: Bartolomé de Cárdenas (painter died 1628) Facts for Kids