Alejandro Mayner para niños

Alejandro Mayner fue un pintor italiano muy importante durante el Renacimiento en España. Nació en Italia a finales del siglo XV y falleció en Granada alrededor de 1545.
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¿De dónde venía Alejandro Mayner?
Aunque su nombre podría sonar a que venía de Alemania o Flandes, se sabe que Alejandro Mayner era de Milán, Italia. Fue alumno de un artista llamado Giovanni da Udine, quien a su vez trabajó con el famoso pintor Rafael de Urbino. Se cree que sus primeros trabajos fueron decorando con "grutescos" las Logias Vaticanas. Los grutescos son un tipo de decoración con figuras fantásticas, animales y plantas entrelazadas.
Su llegada a España y primeros encargos
Alejandro Mayner llegó a España cerca del año 1533. Viajó junto a otro pintor, Julio de Aquiles. Su viaje a España fue porque un secretario muy importante del emperador, don Francisco de los Cobos, quería decorar sus palacios. Estos palacios estaban en Valladolid y Úbeda (Jaén) y se estaban construyendo en esa época. Lamentablemente, ninguna de esas pinturas se ha conservado hasta hoy.
Trabajos importantes en la Alhambra
En 1537, el emperador Carlos V contrató a Mayner y a Julio de Aquiles. El emperador quería que decoraran las habitaciones que mandó construir en la Casa Real Vieja de la Alhambra. Esto era para sus futuras visitas a Granada. Mayner trabajó allí durante cinco años.
¿Qué pintó Mayner en la Alhambra?
Mayner ayudó a decorar la Torre del Peinador de la Reina, también conocida como la Estufa. Allí pintaron escenas militares y de la mitología. También trabajó en las llamadas Habitaciones del Emperador. Su trabajo en la Alhambra fue muy reconocido desde el principio. Un escritor de arte de la época, Francisco Pacheco, elogió mucho su obra.
Otros trabajos de Mayner
Aunque algunos historiadores antiguos mencionaron trabajos de Mayner en otros lugares, como en casas de nobles o en acueductos, no hay pruebas de ello. Lo que sí es cierto es que Alejandro Mayner siguió trabajando en Granada. Se han encontrado pinturas suyas en el antiguo convento de Santa Inés, en el barrio del Albayzín. También se sabe que en 1542 se hizo una valoración de un retablo (una obra de arte que decora la parte trasera de un altar) que él había pintado.