Uvas de España (María Luisa de la Riva y Callol de Muñoz, 1895) para niños
Datos para niños Uvas de España (1895) |
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![]() Obra presentada en la Exposición Universal de París de 1900 donde fue galardonada con una medalla de segunda categoría
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Año | 1895 | |
Autor | María Luisa de la Riva y Callol-Muñoz | |
Técnica | Óleo sobre lienzo | |
Localización | Museo del Prado, Madrid, ![]() |
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Uvas de España es una pintura muy especial creada por María Luisa de la Riva y Callol-Muñoz. Ella nació en Zaragoza en 1865 y falleció en Madrid en 1926. Esta obra es un bodegón, lo que significa que muestra objetos inanimados, en este caso, uvas. Fue pintada con óleo sobre lienzo y mide 117 centímetros de alto por 166 centímetros de ancho.
La pintura fue terminada en 1895. Luego, se presentó en la Exposición Universal de París de 1900. Allí, recibió un premio importante: una medalla de segunda categoría.
En 1902, el Museo de Arte Moderno compró esta obra a la artista. Hoy en día, forma parte de la colección del famoso Museo del Prado en Madrid. Durante un tiempo, la pintura estuvo en el Instituto de Educación Secundaria Canarias Cabrera Pinto en Santa Cruz de Tenerife. Esto fue parte de un programa llamado "El Prado disperso", que permite que obras de arte del museo se exhiban en otros lugares. A veces, esta pintura también ha sido conocida como "Frutas de España".
En el año 2020, "Uvas de España" fue parte de una exposición especial en el Museo del Prado. La exposición se llamó Invitadas. Fragmentos sobre mujeres, ideología y artes plásticas en España (1833-1931). Esta muestra destacaba el trabajo de mujeres artistas en España.
Otras versiones de la obra
A María Luisa de la Riva le gustaba mucho pintar uvas. Por eso, hizo varias pinturas con el título "Uvas de España". Por ejemplo, en 1897, presentó otra obra con el mismo nombre en la Exposición Nacional de Bellas Artes en Madrid.
Esa versión de 1897 era más grande que la que conocemos hoy. Medía 2 metros y 26 centímetros de alto por 1 metro y 30 centímetros de ancho. En esa pintura, los racimos de uvas estaban colocados en una sola cesta. El catálogo de la exposición de 1897 describió la obra así: "Parecen, más que pintura, una visión de la realidad". Esto significa que las uvas se veían tan reales que casi podías creer que las tenías delante. La descripción también decía que la artista pintó con gran habilidad, haciendo que la obra pareciera muy natural y llena de vida.