Silos de Villacañas para niños
Los silos de Villacañas son casas muy especiales que se construyeron bajo tierra. Se usaron mucho como viviendas normales hasta mediados del siglo XX, en el pueblo de Villacañas, que está en Toledo, España.
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¿Qué significa la palabra "silo"?
La palabra "silo" viene de un término antiguo en latín que se usaba para hablar de almacenes subterráneos donde se guardaba grano. A su vez, esa palabra latina viene del idioma griego "sirós", que significaba lo mismo. Así que, estas casas subterráneas tomaron su nombre de esos antiguos lugares para guardar alimentos.
¿Cómo eran las casas-silo de Villacañas?
¿Cuándo se empezaron a usar los silos como viviendas?
Se sabe que estas casas subterráneas se usaban en Villacañas desde el siglo XVII. Los documentos de esa época muestran que eran muy comunes, especialmente para las familias que trabajaban en el campo. La construcción de nuevos silos continuó hasta la primera mitad del siglo XX. En ese momento, los silos eran el tipo de vivienda más común para las familias con menos recursos del pueblo.
¿Por qué se construían casas bajo tierra?
La construcción de estas casas era posible gracias al tipo de suelo de la zona, que es de roca caliza. Este material era perfecto para excavar. Además, la forma y los materiales de los silos ayudaban a mantener una temperatura muy agradable y constante dentro de la casa. Esto era muy útil en una región donde los veranos son muy calurosos y secos, y los inviernos pueden ser fríos.
¿Cómo se construía un silo?
Tradicionalmente, una pareja de novios empezaba a construir su silo cuando se comprometían. Primero, compraban un terreno pequeño, de unos 470 metros cuadrados. Luego, la pareja comenzaba a excavar por sí misma para crear el espacio necesario bajo tierra. Dentro, hacían los dormitorios, la cocina-comedor y otros espacios para los animales de la familia, como el establo, el gallinero o el pajar.
Lo interesante es que estas casas no tenían paredes interiores, columnas o soportes como las casas modernas. El propio suelo y la roca servían de estructura. El silo podía crecer con el tiempo, añadiendo más habitaciones si la familia lo necesitaba, siempre siguiendo el mismo diseño subterráneo.
¿Qué características tenían por dentro?
La entrada a la casa-silo se cubría con cal, un material que ayuda a reflejar el calor y mantener el interior fresco en verano. Dentro, las paredes, los techos y los suelos también estaban cubiertos de cal. En las habitaciones interiores, se hacían unas ventanas verticales llamadas "lumbreras". Estas lumbreras no solo dejaban pasar la luz, sino que también ayudaban a ventilar la casa.
En el año 1950, se contaron 1700 silos en el centro de Villacañas. Hoy en día, solo quedan poco más de una docena de silos que se pueden visitar.
¿Por qué dejaron de usarse los silos?
Los silos tenían una desventaja importante: no era fácil instalar agua corriente en ellos. A medida que el agua llegaba a más casas en los pueblos, los silos fueron abandonándose poco a poco. Además, al estar bajo tierra, en algunos lugares los habitantes de los silos estaban más expuestos a las riadas (grandes crecidas de agua) que a veces afectaron la zona en los siglo XIX y siglo XX.
¿Cómo se protegen los silos hoy en día?
Los silos de Villacañas son una parte muy importante del patrimonio cultural de Castilla-La Mancha. Los pocos silos que aún existen han sido declarados "Bien de Interés Cultural", lo que significa que son muy valiosos y deben ser protegidos. Incluso hay un lugar llamado el Museo Etnográfico del Silo, donde se pueden visitar varios de estos silos para aprender cómo vivían las personas en ellos.