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Sensación térmica para niños

Enciclopedia para niños

La sensación térmica es cómo nuestro cuerpo siente el calor o el frío en un lugar determinado. No solo depende de lo que marca un termómetro, sino de varias cosas que hacen que sintamos más o menos calor o frío, aunque la temperatura del aire sea la misma.

¿Qué influye en cómo sentimos el calor o el frío?

Para entender mejor la sensación térmica, los expertos han estudiado qué factores la afectan. Estos factores pueden ser del ambiente o de la persona.

Factores del ambiente

  • Temperatura seca: Es la temperatura que mide un termómetro normal.
  • Temperatura radiante media: Es el calor que sentimos de objetos a nuestro alrededor, como el sol, una pared caliente o una estufa.
  • Humedad relativa del aire: Indica la cantidad de vapor de agua que hay en el aire. Si hay mucha humedad, nos cuesta más refrescarnos.
  • Velocidad del viento: El viento puede hacernos sentir más frío o más frescos, dependiendo de la temperatura.

Factores de la persona

  • Índice metabólico: Es la cantidad de calor que nuestro propio cuerpo produce. Por ejemplo, al hacer ejercicio, producimos más calor.
  • Índice de indumento: Se refiere a cómo nos aísla la ropa que llevamos. La ropa gruesa nos aísla más del frío.

¿Cómo intercambia calor nuestro cuerpo con el ambiente?

Nuestro cuerpo usa la energía de los alimentos para crecer, moverse y funcionar. Al hacerlo, produce calor. Parte de ese calor se usa para mantener nuestra temperatura interna adecuada (unos 37 °C), y el resto se libera al ambiente. La cantidad de calor que producimos se mide con el Índice metabólico.

Si nuestro cuerpo pierde más calor del que produce, sentimos frío. Si pierde menos, sentimos calor. Nos sentimos cómodos cuando el calor que perdemos es similar al que producimos. Cualquier cosa que cambie cómo perdemos calor afectará nuestra sensación térmica.

El cuerpo humano puede regular su temperatura sin ropa entre unos 15 °C y 30 °C. Fuera de ese rango, necesita ayuda, como ropa o cambios en el ambiente. La sensación térmica depende de si el ambiente nos ayuda o nos impide liberar el calor extra.

Formas de intercambio de calor

Nuestro cuerpo intercambia calor con el ambiente de cuatro maneras principales:

  • Conducción: Ocurre cuando nuestra piel toca algo que está a una temperatura diferente. Por ejemplo, si te sientas en una silla fría, tu cuerpo le pasa calor a la silla. Es el método menos común porque solemos llevar ropa y calzado.
  • Convección: El aire que está cerca de nuestra piel se calienta, se vuelve más ligero y sube, siendo reemplazado por aire más fresco. Si el aire es más caliente que nuestra piel, el proceso es al revés. Esto sucede en las partes del cuerpo sin ropa o con ropa muy suelta.
  • Radiación: Todos los cuerpos intercambian calor por radiación sin tocarse. Por ejemplo, sentimos el calor de una fogata o del sol. En nuestro cuerpo, esto ocurre en las partes expuestas o con poca ropa.
  • Evapotranspiración: Es la pérdida de calor a través de la evaporación del sudor en nuestra piel. Cuando el sudor se evapora, toma calor de nuestro cuerpo, lo que nos refresca. Este proceso es más efectivo cuando el aire es seco y hay viento.

La suma de todo el calor que intercambiamos por estos métodos debe ser igual al calor que producimos para sentirnos cómodos. Los tres primeros métodos dependen de la diferencia de temperatura entre nuestra piel y el ambiente. Si el ambiente está más frío que nuestro cuerpo, perdemos calor. Si está más caliente, nuestro cuerpo gana calor, lo cual no es bueno porque siempre necesitamos liberar calor. La evaporación del sudor siempre nos ayuda a perder calor, por eso es tan importante cuando hace mucho calor.

Nuestro cuerpo puede ajustar la temperatura de la piel. Cuando hace frío, reduce el flujo de sangre a la superficie para perder menos calor. Esto puede hacer que la piel se enfríe mucho, y en casos extremos, las extremidades pueden congelarse. Cuando hace calor, aumenta el flujo de sangre a la piel para liberar más calor.

¿Cómo podemos cambiar las condiciones?

Podemos ajustar nuestra sensación térmica según el clima:

  • Cuando hace frío: Podemos producir más calor haciendo ejercicio o podemos reducir la pérdida de calor usando ropa adecuada, como abrigos, calzado y gorros.
  • Cuando hace calor: Es más difícil perder calor. Podemos producir menos calor estando quietos o aumentar las pérdidas quitándonos ropa. Sin embargo, no es bueno ir con poca ropa bajo el sol, ya que la piel absorbe mucho calor del sol. Es mejor usar ropa clara (el blanco absorbe menos calor) y holgada para que el aire circule y el sudor se evapore mejor. Las personas que viven en el desierto se cubren completamente para protegerse del sol.

Una forma de refrescarse cuando hace calor es mover el aire a nuestro alrededor, usando un abanico, un ventilador o abriendo ventanas para crear corrientes de aire. El viento ayuda a que el sudor se evapore más rápido y aumenta la pérdida de calor por convección.

Otros factores que influyen en la sensación de calor o frío son:

  • Del propio cuerpo: No todas las personas sienten el calor o el frío de la misma manera. Generalmente, las personas con más grasa corporal sienten menos frío que las delgadas, y los jóvenes suelen ser menos frioleros que los mayores, aunque hay excepciones. La cantidad de ejercicio que hacemos también influye mucho; por ejemplo, al correr, producimos mucho calor. La alimentación también es importante: en invierno comemos más y preferimos comidas calientes, mientras que en verano comemos menos y preferimos platos fríos.
  • Ambientales: Una alta humedad relativa puede hacer que sintamos más calor, porque dificulta la evaporación del sudor, que es nuestra principal forma de refrescarnos. En interiores, las paredes calientes pueden hacer que sintamos más calor, incluso si la temperatura del aire es baja. Por el contrario, las paredes frías nos harán sentir más frío.
  • Aclimatación: Nuestro cuerpo se acostumbra a las temperaturas. Si viajamos a un lugar con un clima muy diferente, necesitamos tiempo para adaptarnos. También ocurre al entrar en un lugar con aire acondicionado o calefacción desde un exterior con temperaturas extremas. Es recomendable que la diferencia de temperatura no sea muy grande para evitar resfriados. Por ejemplo, en verano, una temperatura de 25 o 26 °C en un lugar con aire acondicionado es cómoda y ahorra energía.

Índices de comodidad térmica

Para medir la sensación térmica de forma más precisa, se usan varios índices. La mayoría se expresan en grados Celsius para que sean fáciles de entender.

Estos índices nos dicen qué temperatura sentiríamos en un lugar ideal (sin viento, con aire quieto y 100% de humedad) que nos daría la misma sensación que el ambiente que estamos estudiando. En ese lugar ideal, la evaporación del sudor no sería posible.

Cuando estos índices están entre 18 y 27 °C, se considera que una persona en reposo y con ropa normal se siente cómoda. Estos valores son para la mayoría de las personas, pero siempre hay excepciones. Estos índices se usan tanto en interiores como en exteriores.

  • Temperatura Equivalente o Temperatura operativa: Considera la temperatura del aire y el calor que recibimos por radiación.
  • Temperatura Resultante: Además de la temperatura del aire y la radiación, también tiene en cuenta la velocidad del viento.
  • Temperatura Efectiva o Temperatura Efectiva Nueva: Considera la temperatura del aire, la humedad relativa y la velocidad del viento.

Hay un índice que no se mide en grados, llamado Opinión media estimada (PMV, por sus siglas en inglés). Este índice tiene en cuenta que no todos sentimos lo mismo ante las mismas condiciones. Fue creado por Povl Ole Fanger y refleja la opinión promedio de un grupo grande de personas sobre la sensación térmica. El PMV va de -3 (mucho frío) a +3 (mucho calor).

Es muy difícil que un ambiente sea perfecto para todos. Se considera que la sensación es más cómoda cuando el valor del PMV está cerca de cero, específicamente entre -0.5 y +0.5.

Índices para situaciones extremas

Existen otros índices específicos para situaciones de calor o frío extremos, especialmente al aire libre:

  • Temperatura de bochorno (también llamado índice humidex o índice de calor): Combina temperaturas altas con alta humedad relativa. Es un índice parcial porque no considera el efecto del viento, que puede aliviar mucho el bochorno.
  • Temperatura de sensación (conocida como wind chill o enfriamiento por el viento): Considera la interacción de temperaturas bajas o muy bajas con la velocidad del viento. También es parcial, ya que no incluye el efecto de la radiación, que puede ser importante en un día soleado.

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Ver también

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Sensación térmica para Niños. Enciclopedia Kiddle.