Psicología anormal para niños
La psicología del comportamiento inusual es una rama de la Psicología que estudia patrones de comportamiento, emociones y pensamientos que son diferentes de lo que se considera común. Estos patrones pueden estar relacionados o no con problemas de salud mental. Aunque hay muchas formas de comportamiento que se pueden considerar inusuales, este campo se enfoca en aquellos que se estudian en un contexto clínico, es decir, cuando una persona necesita ayuda.
A lo largo de la historia, la gente ha intentado entender por qué algunas personas se comportan de maneras poco comunes. Estos comportamientos a menudo están muy influenciados por la cultura. La psicología del comportamiento inusual ha encontrado varias razones para estas condiciones, usando diferentes teorías sobre cómo funciona la mente humana.
Esta área de la psicología estudia dos tipos de comportamiento:
- Comportamiento adaptativo: Son las formas en que nos ajustamos bien a nuestra vida diaria.
- Comportamiento inadaptado: Sugiere que hay problemas. Implica que una persona se siente vulnerable y no puede manejar el estrés, lo que le causa dificultades en su vida diaria.
La psicología clínica es el campo práctico que ayuda a evaluar, entender y tratar estas condiciones. Aunque la psicología del comportamiento inusual es la base teórica, los psicólogos clínicos no suelen usar el término "anormal" para describir su trabajo. El término Psicopatología es similar, pero se usa más para referirse a las enfermedades mentales y es una especialidad médica llamada psiquiatría.
Contenido
Historia del estudio del comportamiento inusual
A lo largo del tiempo, las sociedades han buscado explicaciones para el comportamiento humano que se sale de lo común.
Creencias antiguas sobre el comportamiento inusual
En el pasado, algunas sociedades creían que las personas con comportamientos inusuales estaban bajo la influencia de espíritus. Por ejemplo, los animistas pensaban que los espíritus malignos podían poseer a las personas. Para liberar a estos espíritus, a veces se realizaba la trepanación, que era hacer un pequeño agujero en el cráneo.
Otra forma de explicar estos comportamientos era el exorcismo, donde se creía que se liberaban espíritus malignos. En algunos casos, las personas con pensamientos o comportamientos inusuales eran expulsadas de la sociedad o castigadas. Por ejemplo, la creencia en la brujería llevó a castigos severos, incluso la muerte. Un libro llamado "El martillo contra brujas" fue usado para identificar y perseguir a quienes se consideraban "brujas".
Los primeros hospitales para personas con problemas mentales
La idea de tener lugares especiales para personas con problemas mentales comenzó en 1547, cuando el Rey Enrique VIII de Inglaterra fundó el hospital de Santa María de Bethlehem en Londres, conocido como Bedlam. Este lugar fue famoso por sus malas condiciones.
Durante la Edad Media y el Renacimiento, estos hospitales eran comunes, pero a menudo estaban en condiciones muy precarias. A los pacientes se les veía como una carga y se les encerraba y trataba de forma cruel, como si fueran animales o criminales, en lugar de personas que necesitaban ayuda médica. Sin embargo, algunos sí recibían tratamiento. Había cierta curiosidad científica sobre el comportamiento inusual, pero rara vez se investigaba en estos primeros lugares. A veces, incluso se exhibía a los internos para ganar dinero, ya que se les consideraba menos que humanos.
A finales del siglo XVIII, la forma de tratar a los pacientes empezó a cambiar gracias al trabajo de Philippe Pinel en Francia. Él promovió la idea de que los pacientes debían ser tratados con amabilidad y no con crueldad. Sus ideas, como quitar las cadenas a los pacientes, fueron recibidas con dudas al principio. Sin embargo, estos experimentos de amabilidad tuvieron mucho éxito y ayudaron a reformar la manera en que se manejaban las instituciones de salud mental.
Mejora de las instituciones de salud mental
La atención en las instituciones siguió mejorando durante los siglos XIX y XX gracias al trabajo de personas como Dorothea Dix y el movimiento de higiene mental, que buscaba el bienestar físico de los pacientes. Dorothea Dix logró que la gente en América y Europa se diera cuenta de los abusos que sufrían las personas con problemas mentales. Gracias a este movimiento, se recaudaron millones de dólares para construir nuevas instituciones.
En el siglo XX, el número de hospitales de salud mental creció mucho. En 1939, había más de 400,000 pacientes en hospitales psiquiátricos estatales en Estados Unidos. Las estancias eran largas, a veces por muchos años. Aunque estos hospitales eran mejores que los asilos antiguos, todavía les faltaban tratamientos efectivos y, a menudo, los pacientes recibían un trato cruel.
Las cosas empezaron a cambiar en 1946, cuando Mary Jane Ward publicó el libro "The Snake Pit", que se convirtió en una película popular. El libro mostró las condiciones que enfrentaban los pacientes y ayudó a que el público se preocupara por crear una atención de salud mental más humana en estos hospitales llenos de gente.
Ese mismo año, se creó el Instituto Nacional de Salud Mental, que apoyó la formación del personal de los hospitales y la investigación. También se aprobó la ley Hill-Burton, que financió hospitales de salud mental. Junto con otras leyes, esto ayudó a crear clínicas ambulatorias, hospitales generales y centros de rehabilitación comunitarios.
Cierre de grandes hospitales
A finales del siglo XX, la opinión pública sobre las personas con problemas mentales cambió. Muchos hospitales psiquiátricos cerraron por falta de fondos y por estar demasiado llenos. En Inglaterra, por ejemplo, de 130 instituciones creadas a principios del siglo XX, solo 14 seguían abiertas a principios del siglo XXI. En 1963, el presidente John Kennedy impulsó un nuevo enfoque para la atención de salud mental en Estados Unidos, buscando coordinar servicios en centros comunitarios. En 40 años, el número de pacientes en hospitales psiquiátricos en Estados Unidos se redujo en un 90 por ciento.
Esta tendencia no solo ocurrió en Inglaterra y Estados Unidos, sino en todo el mundo. Sin embargo, estudios recientes muestran que la cantidad de personas con problemas mentales no ha disminuido, y de hecho, ha aumentado en casos específicos como la ansiedad y los trastornos del estado de ánimo.
Esto llevó a que muchos pacientes fueran dados de alta sin estar completamente recuperados. Este fenómeno se conoce como desinstitucionalización. La idea era tratar a las personas fuera de los hospitales aislados, en sus comunidades, y evitar los efectos negativos de las estancias largas en el hospital. Sin embargo, la vida en la comunidad no siempre fue fácil para estos pacientes, quienes a menudo se sentían "abandonados" por sus médicos. Esto también llevó a que muchas personas con problemas mentales terminaran sin hogar. Se han creado refugios, pero no son suficientes. Se estima que alrededor del 26.2% de las personas sin hogar tienen algún tipo de problema mental, y el estrés de vivir en la calle no ayuda a su recuperación.
Cómo se explica el comportamiento inusual
La gente ha intentado explicar y manejar el comportamiento inusual durante miles de años. Históricamente, ha habido tres enfoques principales: las tradiciones sobrenaturales, biológicas y psicológicas. La psicología del comportamiento inusual se basa en dos ideas principales para explicar los problemas mentales: el enfoque psicológico y el enfoque biológico. El enfoque psicológico se centra en las causas relacionadas con la mente, el pensamiento y el comportamiento. El enfoque biológico se centra en factores físicos, como la genética y la química del cerebro.
Explicaciones biológicas
Desde la perspectiva biológica, se cree que los problemas psicológicos tienen causas físicas. Se asume que todos los problemas psicológicos son como enfermedades.
El médico griego Hipócrates, considerado el padre de la medicina occidental, fue muy importante en esta tradición. Hipócrates y sus colegas escribieron el Corpus Hipocrático entre 450 y 350 a.C., donde sugirieron que los comportamientos inusuales podían tratarse como cualquier otra enfermedad. Hipócrates pensaba que el cerebro era el centro de la conciencia, las emociones, la inteligencia y la sabiduría, y que los problemas en estas funciones estarían en el cerebro.
Estas ideas fueron adoptadas más tarde por Galeno, un médico romano, quien las desarrolló y creó una escuela de pensamiento influyente que duró hasta el siglo XVIII. El enfoque médico de la psicología del comportamiento inusual se centra en las causas biológicas de los problemas mentales, como la herencia genética, problemas físicos, infecciones y desequilibrios químicos.
Explicaciones psicológicas
Pensamientos y desarrollo
Según el modelo de Sigmund Freud, la mente tiene tres partes: el Ello, el Yo y el Superyó. El Ello representa los impulsos básicos, el Superyó es nuestra conciencia y las reglas sociales, y el Yo equilibra ambos. Si el Superyó no se desarrolla bien, puede llevar a pensamientos y acciones que son irracionales y diferentes de las normas sociales.
Las creencias irracionales, a menudo impulsadas por miedos que no conocemos, también pueden causar comportamientos inusuales. La terapia emocional racional ayuda a cambiar estas creencias.
Influencias sociales y culturales
El término sociocultural se refiere a las diferentes influencias que tiene una persona, desde amigos y familiares hasta las reglas de un país. La discriminación, ya sea por clase social, ingresos, origen o género, puede influir en el desarrollo de comportamientos inusuales.
Múltiples causas
Es difícil explicar todos los problemas mentales con una sola teoría, porque la mayoría de ellos tienen varios factores. Por eso, es importante considerar diferentes perspectivas al intentar entender un comportamiento inusual o un problema mental. Explicar los problemas mentales con una combinación de perspectivas se conoce como causalidad múltiple.
El modelo de diátesis-estrés explica que los problemas son causados tanto por factores que los desencadenan (causas precipitantes) como por factores subyacentes que hacen a la persona más vulnerable (causas predisponentes). Ambos son clave para el desarrollo de un problema psicológico.
Ideas recientes sobre el comportamiento inusual
- Inusual estadísticamente: Cuando un comportamiento o característica es poco común en la población. Sin embargo, esto no siempre significa que la persona tenga un problema de salud mental (por ejemplo, ser extremadamente rico o atractivo es estadísticamente inusual, pero no es un problema).
- Inusual psicométricamente: Cuando un comportamiento o característica se desvía mucho de lo que es normal en la población. Por ejemplo, tener un coeficiente intelectual (CI) muy bajo podría considerarse inusual, pero no especifica un problema mental en particular.
- Comportamiento diferente: No siempre es un signo de un problema mental, ya que los problemas mentales pueden ocurrir sin comportamientos diferentes, y estos comportamientos pueden ocurrir sin un problema mental.
- Combinaciones: Incluyen angustia, dificultad para funcionar, pensamientos distorsionados, respuestas inapropiadas en ciertas situaciones y causar o arriesgarse a hacerse daño.
Enfoques de estudio
Los psicólogos usan diferentes enfoques para entender mejor el comportamiento inusual. Algunos se enfocan en una sola perspectiva, pero muchos profesionales combinan dos o tres para obtener una mejor comprensión y tratamientos más efectivos.
- Somatogénico: Se cree que el comportamiento inusual es resultado de problemas biológicos en el cerebro. Este enfoque llevó a tratamientos como la lobotomía (una cirugía cerebral).
- Psicogénico: Se cree que el comportamiento inusual es causado por problemas psicológicos. De este enfoque surgieron tratamientos como el psicoanálisis (de Freud), la terapia catártica, la hipnosis y las terapias humanistas (de Carl Rogers y Abraham Maslow).
Clasificación de los problemas mentales
DSM-5
El manual de referencia estándar para la psicología y psiquiatría en América del Norte es el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana. La versión actual se llama DSM-5. Este libro lista y describe detalladamente los problemas mentales, como la depresión o los trastornos de ansiedad. También da información sobre qué tan comunes son, si afectan más a hombres o mujeres, y otros datos.
El DSM-5 señala tres elementos clave para que algo se considere un problema mental:
- Síntomas que cambian el comportamiento, los pensamientos o las emociones.
- Síntomas que causan angustia o dificultades personales.
- Síntomas que vienen de problemas internos (biológicos o psicológicos).
Antes, el DSM usaba un sistema de cinco "ejes" para diagnosticar, pero el DSM-5 ya no lo usa. Sin embargo, es útil conocer cómo se pensaba antes:
- Eje I - Problemas clínicos: Incluía problemas mentales y de aprendizaje importantes, como la depresión, la ansiedad generalizada o la esquizofrenia. Para un diagnóstico, el paciente debía cumplir los criterios específicos. Estos problemas son muy importantes porque pueden afectar otras áreas de la vida.
- Eje II - Problemas de personalidad y disminución del uso del trastorno del intelecto: Contenía problemas relacionados con la forma en que una persona se relaciona con el mundo. Incluía problemas de personalidad como el trastorno de personalidad antisocial.
- Eje III - Condiciones médicas generales: Se usaba para anotar condiciones médicas que pudieran ser importantes para entender o manejar el caso, como una enfermedad crónica que causa dolor.
- Eje IV - Problemas psicosociales y ambientales: Examinaba factores sociales y ambientales que podían afectar el diagnóstico, como problemas familiares, económicos o legales. Se prestaba atención a los factores estresantes del último año.
- Eje V - Evaluación global del funcionamiento (GAF): Era una puntuación que indicaba qué tan bien la persona estaba manejando su situación en ese momento. La puntuación iba de 1 a 100. Una puntuación alta (más de 70) indicaba buena salud mental, mientras que una baja (menos de 50) indicaba problemas graves.
CIE-10
Otro sistema importante para clasificar los problemas mentales es la Clasificación Internacional de Enfermedades, 10ª revisión (CIE-10), usada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1994. El capítulo cinco cubre unos 300 problemas mentales y de comportamiento. La CIE-10 y el DSM-5 son muy parecidos. La OMS ofrece acceso gratuito a la CIE-10 en línea.
Las principales categorías de problemas son:
- F00-F09 Problemas mentales orgánicos.
- F10-F19 Problemas mentales y de comportamiento por el uso de ciertas sustancias.
- F20-F29 Esquizofrenia y problemas relacionados.
- F30-F39 Problemas del estado de ánimo.
- F40-F48 Problemas relacionados con el estrés y el cuerpo.
- F50-F59 Síndromes de comportamiento asociados a problemas físicos.
- F60-F69 Problemas de personalidad y comportamiento en adultos.
- F70-F79 Discapacidad intelectual.
- F80-F89 Problemas del desarrollo psicológico.
- F90-F98 Problemas de comportamiento y emocionales que suelen aparecer en la infancia y adolescencia.
- F99 Problema mental no especificado.
Perspectivas de la psicología del comportamiento inusual
Los psicólogos pueden usar diferentes puntos de vista para entender mejor el comportamiento inusual. Algunos se enfocan en una sola perspectiva, pero los profesionales suelen combinar dos o tres para obtener información útil y mejores tratamientos.
- Comportamiento: Se enfoca en las acciones que se pueden observar.
- Médica: Se enfoca en las causas biológicas de los problemas mentales.
- Cognitiva: Se enfoca en cómo los pensamientos internos, las percepciones y el razonamiento contribuyen a los problemas psicológicos.
Terapias
Psicoanálisis (Freud)
La teoría psicoanalítica se basa en las ideas del neurólogo Sigmund Freud. Esta terapia a menudo explora emociones y recuerdos de la infancia que la persona ha "guardado" sin darse cuenta. Según esta teoría, estas emociones y recuerdos guardados causan los problemas que la gente experimenta. Al encontrar la causa, se espera eliminar el problema. Esto se logra con métodos como la asociación libre (decir lo primero que viene a la mente), la hipnosis y la comprensión. El objetivo es que el paciente experimente una catarsis, una liberación emocional, que indique que se ha llegado a la raíz del problema. Freud también creía que los problemas podían deberse a que una persona se quedaba "atrapada" en una etapa de su desarrollo. Los sueños también eran importantes, ya que Freud los veía como una forma de entender la mente inconsciente. Aunque el psicoanálisis ha sido reemplazado por terapias más modernas, algunos psicólogos clínicos todavía lo usan.
Terapia conductual (Wolpe)
La terapia conductual se basa en los principios del conductismo, que dice que todos nuestros comportamientos son aprendidos a través de estímulos y refuerzos. Si un comportamiento inadaptado se ha reforzado, la persona lo repetirá. El objetivo de esta terapia es reforzar los comportamientos más saludables para que, con el tiempo, estos se conviertan en los principales.
Terapia humanista (Rogers)
La terapia humanista busca que la persona logre su "autorrealización". En este tipo de terapia, el terapeuta se enfoca en la persona misma, no solo en el problema. La idea es que tratar al paciente como un "humano" en lugar de solo un "cliente" ayudará a llegar a la raíz del problema y resolverlo. La terapia humanista ha crecido en popularidad y se asocia con muchos beneficios. Se considera esencial para la efectividad de la terapia en general y contribuye al bienestar del paciente y de la sociedad. Es muy popular con niños en su forma de "terapia de juego". Los niños a menudo son enviados a terapia por problemas de comportamiento. La terapia de juego busca tratar al niño en un ambiente similar a donde tiene el problema, para que aprenda mejor. El terapeuta "juega" con el niño, haciendo preguntas de forma natural, lo que ayuda al niño a darse cuenta de sus problemas y hablar de ellos más fácilmente.
Terapia cognitivo-conductual (Ellis y Beck)
La terapia cognitivo-conductual (TCC) busca influir en el pensamiento y la forma de razonar. Esta terapia combina ideas de la terapia conductual y de la psicología cognitiva. Se enfoca no solo en los problemas de comportamiento aprendidos, sino también en los pensamientos negativos y las percepciones distorsionadas del mundo que pueden causar angustia. Por ejemplo, una persona puede tener expectativas poco realistas sobre su trabajo o su apariencia física. Cuando estas expectativas no se cumplen, pueden surgir comportamientos inadaptados como la depresión o la ansiedad.
Con la TCC, el objetivo es cambiar los pensamientos negativos que causan estrés y reemplazarlos por otros más realistas. Una vez que se cambian estos pensamientos, se espera que los síntomas mejoren. La TCC es muy efectiva para tratar la depresión y se ha usado incluso en grupos. Usarla en grupo ayuda a los miembros a sentirse apoyados y a no abandonar la terapia. La TCC ha demostrado ser un tratamiento eficaz para muchos pacientes, incluso para aquellos con enfermedades no consideradas tradicionalmente psiquiátricas, como la esclerosis múltiple, ayudándoles a adaptarse a su condición sin desarrollar nuevos problemas.
Es importante saber que las terapias son difíciles de ofrecer a todos los pacientes que las necesitan. La falta de fondos y la dificultad para entender los síntomas son obstáculos importantes. Los síntomas y las respuestas a los tratamientos varían en cada persona, lo que a veces crea una desconexión entre el paciente, la sociedad y los profesionales.
Véase también
En inglés: Abnormal psychology Facts for Kids