Próspero Molina para niños
Datos para niños Próspero Molina |
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Información personal | ||
Nacimiento | 1827![]() |
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Fallecimiento | 15 de enero de 1889![]() |
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Nacionalidad | Argentina | |
Familia | ||
Padres | Victoriano Molina y Santos Rizo Patrón | |
Cónyuge | Rosa Vázquez | |
Hijos | 4 mujeres: Santos, Mercedes, Rosa y María 5 varones: Luis, Juan, Rafael, Eliseo y Francisco |
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Información profesional | ||
Ocupación | Emprendedor | |
Próspero Molina fue un importante empresario argentino. Se le conoce como uno de los fundadores de la ciudad de Cosquín. Su nombre es muy famoso porque la Plaza Nacional del Folklore, donde se celebra el Festival de Cosquín, lleva su nombre.
Contenido
¿Quién fue Próspero Molina?
Próspero Molina nació en 1827 en Piedra Blanca, en la provincia de Catamarca. Sus padres fueron Victoriano Molina y Santos Rizo Patrón.
Pasó su infancia en Catamarca. Más tarde, se mudó a la provincia de Córdoba, donde vivió el resto de su vida.
Sus primeros años y familia
Próspero Molina se casó con Rosa Vázquez en la Ciudad de Córdoba. Juntos tuvieron nueve hijos.
En 1860, se trasladó a San Roque. Allí trabajó como capataz en la Estancia de los Fragueiro.
Un pionero en Cosquín
Tiempo después, Próspero Molina se mudó a Cosquín. En 1871, su nombre apareció en el primer censo de la ciudad. En ese momento, Cosquín era solo un pequeño grupo de casas.
En 1875, Próspero Molina fue parte de un grupo que pidió fundar oficialmente la villa de Cosquín.
Su trabajo por la comunidad
En 1877, donó su casa grande para crear la Junta Sindical. Esta junta era una organización importante para el desarrollo de la comunidad.
Fue nombrado vicepresidente de esta junta y luego llegó a ser su presidente en 1881.
La construcción del templo
Desde 1881, Próspero Molina recibió ayuda del gobierno para construir un templo. Él estuvo muy involucrado en este proyecto.
Participó en todo, desde la compra del terreno hasta la finalización de la obra. El templo fue inaugurado en 1884.
Su legado en la actualidad
Próspero Molina falleció en Cosquín el 15 de enero de 1889. Sus restos fueron trasladados años después al panteón de los Franciscanos en Córdoba, donde descansan actualmente.
Gracias a su visión y esfuerzo, Cosquín creció y se convirtió en la ciudad que conocemos hoy. La plaza que lleva su nombre es un recordatorio de su importante contribución.