Martín Merino y Gómez para niños
Martín Merino y Gómez (Arnedo, 1789-Madrid, 7 de febrero de 1852), conocido como el cura Merino, fue un sacerdote español y activista liberal. Es recordado por haber intentado atacar a la reina Isabel II en 1852, por lo que fue ejecutado.
Datos para niños Martín Merino |
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![]() «Mi celebridad se quedará en las estamperías».
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Martín Merino y Gómez | |
Nacimiento | 1789 Arnedo (España) |
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Fallecimiento | 7 de febrero de 1852 Madrid (España) |
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Causa de muerte | Garrote vil | |
Sepultura | Cementerio del Norte | |
Nacionalidad | Española | |
Religión | Iglesia católica | |
Información profesional | ||
Ocupación | Sacerdote católico | |
Orden religiosa | Orden Franciscana | |
Contenido
La Vida de Martín Merino
Martín Merino nació en 1789 en Arnedo, España. Era hijo de una familia de agricultores. A principios del siglo XIX, ingresó en un convento franciscano.
Sus Primeros Años y la Guerra
Cuando estalló la Guerra de la Independencia Española, Merino dejó el convento. Se unió a un grupo de guerrilleros en la provincia de Sevilla. En 1813, se ordenó sacerdote en Cádiz.
Después de la guerra, regresó al convento. Sin embargo, en 1819, debido a sus ideas liberales, se fue a vivir a Francia.
Regreso a España y Nuevos Cambios
En 1821, Merino volvió a España. Dejó de ser sacerdote para vivir como una persona común. En 1822, tuvo problemas por hablar mal del rey Fernando VII de España. Poco después, participó en algunos eventos en Madrid. Por ello, estuvo preso varios meses.
En 1824, aprovechó una amnistía y regresó a Francia. Allí trabajó como sacerdote hasta 1841. Ese año, volvió a España y se hizo capellán en una iglesia de Madrid.
Un Cambio de Fortuna y Problemas
En 1843, Martín Merino ganó un premio grande en la lotería. Con ese dinero, inició un negocio de préstamos. Esto le causó varios problemas con sus deudores. Uno de esos conflictos, con otro religioso, hizo que lo trasladaran de iglesia en 1846. Poco después, fue expulsado de esa nueva iglesia.
Merino era una persona solitaria y de carácter fuerte. Le gustaba mucho leer y conocía bien los textos clásicos. Vivía en Madrid con una criada.
El Ataque a la Reina Isabel II
El 2 de febrero de 1852, la reina Isabel II de España se preparaba para ir a misa. Había dado a luz a su hija, la infanta Isabel, un mes y medio antes. Merino, después de asistir a misa, logró entrar al Palacio Real de Madrid.
¿Cómo Ocurrió el Ataque?
Cuando la reina y Merino se encontraron en una galería del palacio, Merino sacó un pequeño cuchillo. Con él, hirió a la reina en un costado. El golpe fue amortiguado por la ropa y el corsé de la reina. La herida no fue grave.
Inmediatamente después del ataque, Merino fue detenido. No opuso resistencia. Confesó que había actuado solo. Esa misma noche, lo llevaron a la cárcel. La reina fue atendida por médicos, quienes confirmaron que la herida no era peligrosa.
Juicio y Consecuencias
El 3 de febrero, se celebró el juicio de Merino. Él decidió no estar presente. El fiscal lo acusó de intentar asesinar a la reina. El abogado de Merino intentó decir que no estaba en sus cabales. Sin embargo, los médicos de la cárcel confirmaron que estaba mentalmente sano.
La Sentencia y la Ejecución
Ese mismo día, el tribunal sentenció a Merino a morir. La ejecución se realizaría con el método del garrote. También se le ordenó pagar los costos del juicio. Se decidió que Merino vestiría una túnica y un gorro amarillos con manchas rojas. Esta vestimenta era para quienes intentaban asesinar a reyes o a sus padres. Martín Merino fue el primero en usarla.
Antes de la ejecución, Merino fue despojado de su condición de sacerdote. Esto se hizo en una ceremonia especial. Merino se mantuvo tranquilo durante todo el proceso.
El 7 de febrero, a las 12 del mediodía, Merino salió de la cárcel. Lo llevaron en burro hacia el lugar de la ejecución. Estaba sereno y hablador. Fue ejecutado a la misma hora en que había ocurrido el ataque.
Para evitar que la gente lo viera como un héroe o que sus restos fueran robados, las autoridades decidieron quemar su cuerpo. Sus cenizas fueron esparcidas en una fosa común. El cuchillo que usó y sus objetos personales también fueron destruidos.
¿Hubo una Conspiración?
En ese momento, el país vivía una situación política complicada. Algunas personas pensaron que el ataque era parte de una conspiración. Sin embargo, las investigaciones demostraron que Merino había actuado solo.
La reina Isabel se recuperó completamente de su herida en diez días. En agradecimiento por su recuperación, se decidió construir un hospital.
Martín Merino aparece como personaje en algunas novelas históricas de Benito Pérez Galdós, llamadas Episodios nacionales.