Lámpara de vapor de mercurio para niños
Las lámparas de vapor de mercurio de alta presión son un tipo de bombilla especial que se usa para iluminar grandes espacios. Funcionan con un tubo de cuarzo que contiene vapor de mercurio y tienen dos electrodos principales, además de uno pequeño para ayudar a encenderlas.
La luz que emiten estas lámparas es de un color azul verdoso. Como no tienen tonos rojos, a veces se les añaden sustancias especiales que brillan (fluorescentes) para que la luz se vea más completa y los colores de los objetos se perciban mejor. También existen versiones transparentes que son útiles en lugares donde no es tan importante ver los colores con total exactitud.
Para que estas lámparas funcionen, necesitan un aparato llamado balasto. Este dispositivo controla la electricidad que les llega, excepto en el caso de las lámparas mezcladoras, que son un tipo diferente.
Una ventaja de estas lámparas es que duran mucho tiempo, hasta 25,000 horas. Sin embargo, con el tiempo, su luz puede volverse un poco más débil. Es importante saber que si una de estas lámparas se rompe, puede liberar vapor de mercurio, lo cual es peligroso y requiere cuidado.
A veces, en lámparas muy antiguas, el polvo fluorescente que les da mejor color puede desaparecer, pero la lámpara sigue encendida, aunque con su luz azul verdosa original.
Estas lámparas se han usado mucho para iluminar calles principales, carreteras, parques y grandes edificios industriales, especialmente en lugares donde es difícil hacer mantenimiento seguido, ya que duran mucho. Hoy en día, las lámparas de aditivos metálicos, sobre todo las que se encienden con un pulso, ofrecen una luz de mejor calidad durante más tiempo.
Contenido
Historia de las lámparas de vapor de mercurio
Primeras observaciones y experimentos
La idea de usar vapor de mercurio para producir luz no es nueva. En 1835, Charles Wheatstone ya había notado cómo brillaba el vapor de mercurio al pasarle electricidad. Más tarde, en 1860, John Thomas Way usó lámparas de arco con vapor de mercurio para iluminar.
En 1892, el físico alemán Leo Arons investigó las descargas eléctricas en mercurio y creó una lámpara basada en este principio. Poco después, en 1896, Herbert John Dowsing y H.S. Keating de Inglaterra patentaron una lámpara de vapor de mercurio, que muchos consideran la primera de su tipo.
La lámpara de Peter Cooper Hewitt
La primera lámpara de vapor de mercurio que se hizo muy popular fue inventada en 1901 por el ingeniero estadounidense Peter Cooper Hewitt. Él obtuvo la patente de su invento ese mismo año. En 1903, Hewitt mejoró su lámpara para que tuviera una luz de mejor calidad, lo que la hizo muy útil en la industria.
La luz ultravioleta que producían estas lámparas también se empezó a usar para purificar agua en 1910. Las primeras lámparas de Hewitt usaban bastante mercurio. En la década de 1930, empresas como Osram-GEC y General Electric desarrollaron versiones más modernas y eficientes, lo que llevó a que las lámparas de vapor de mercurio se usaran ampliamente para la iluminación en general.
¿Qué colores emiten las lámparas de mercurio?
Las lámparas de mercurio emiten luz en diferentes colores, aunque algunos son más fuertes que otros. Los colores más intensos que producen son:
- Ultravioleta (UVC y UVA): Son tipos de luz que no podemos ver, pero que pueden ser útiles para algunas aplicaciones.
- Violeta: Contribuye al tono azulado de la luz.
- Violeta-azul: También aporta al color característico.
- Verde: Es una de las luces más fuertes que emiten, lo que le da el tono verdoso.
- Infrarrojo: Otro tipo de luz que no podemos ver, pero que genera calor.
El color azul verdoso que vemos en estas lámparas se debe principalmente a la gran cantidad de luz violeta y verde que producen.
Galería de imágenes
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Primer plano de una lámpara de vapor de mercurio de 175 W.
Véase también
En inglés: Mercury-vapor lamp Facts for Kids
- Lámpara de haluro metálico
- Lámpara de vapor de sodio
- Alumbrado público
