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José María Cabodevilla para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
José María Cabodevilla
Información personal
Nombre de nacimiento José María Cabodevilla Sánchez
Nacimiento 18 de marzo de 1928
Tafalla, Navarra
Fallecimiento 17 de febrero de 2003
Madrid
Nacionalidad Española
Religión Iglesia católica
Educación
Educado en
  • Universidad Pontificia Comillas
  • Pontificia Universidad Gregoriana
Información profesional
Ocupación Sacerdote, teólogo y escritor
Años activo siglo XX
Género Ensayos
Distinciones «Premio Bravo Especial»

José María Cabodevilla Sánchez (nacido en Tafalla, Navarra, el 18 de marzo de 1928 y fallecido en Madrid el 17 de febrero de 2003) fue un sacerdote y escritor español. Escribió muchos libros, la mayoría sobre temas de espiritualidad. Era conocido por usar ideas que parecen contrarias (llamadas paradojas) y frases cortas y sabias (conocidas como aforismos) en sus escritos.

Entre sus muchos libros se encuentran Señora Nuestra, Ecce Homo, La impaciencia de Job y Feria de utopías. No le gustaban los honores y rechazó ser miembro de la Real Academia Española. Sin embargo, recibió el Premio «Bravo Especial» en 1993. También fue considerado para el Premio Nacional de Literatura de Ensayo Cultural "Menéndez y Pelayo" en 1960. Por su forma de escribir, fue llamado el «Chesterton español».

La vida de José María Cabodevilla

Sus primeros años y estudios

Archivo:Pontificia Università Gregoriana - Roma - Facciata 2
La Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde José María Cabodevilla estudió Teología.

José María Cabodevilla nació en Tafalla, Navarra. Estudió en el seminario de Pamplona. Luego continuó sus estudios en la Universidad Pontificia Comillas en España y en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Allí obtuvo su título en Teología.

En la Universidad Gregoriana de Roma, formó parte de un grupo que lanzó la revista de poesía «Estría». En esta revista colaboraron otros escritores importantes. Ellos pensaban que los medios de comunicación serían muy importantes para la formación espiritual de las personas.

Su trabajo como sacerdote y escritor

Cabodevilla fue ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1952 en Roma. Después, regresó a Navarra para trabajar en la parroquia de Oroz-Betelu. Más tarde, se mudó a Zaragoza, donde fue profesor en el Seminario.

Aunque fue un buen profesor y director de grupos, su trabajo como escritor fue el más conocido. Un director de una editorial dijo que Cabodevilla creó "su parroquia de papel", refiriéndose a sus lectores. Fue uno de los escritores españoles más importantes en literatura cristiana después del Concilio Vaticano II. Escribió 35 libros y, en 1970, ya había vendido más de 300.000 ejemplares.

Desde 1964, vivió en Madrid. Allí fue capellán del Colegio La Inmaculada de las Escolapias.

Reconocimientos y su humildad

A José María Cabodevilla no le gustaban los honores. Por eso, siempre rechazó ser propuesto como miembro de la Real Academia Española. Un amigo suyo comentó que su vida sencilla y su dedicación lo mantuvieron alejado de la fama.

A pesar de su humildad, recibió el Premio «Bravo Especial» en 1993. Este premio lo otorgó la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social de España. También fue considerado para el Premio Nacional de Literatura de Ensayo Cultural "Menéndez y Pelayo" en 1960 por su libro Hombre y mujer. Por su habilidad con las paradojas y su estilo sutil, lo llamaron el «Chesterton español».

Sus últimos años y su forma de ser

Una de las religiosas del colegio donde fue capellán describió su personalidad. Dijo que era muy discreto y que le gustaba mantener su privacidad. Sin embargo, se interesaba por todo lo que pasaba en la comunidad.

Vivía de forma muy organizada y le gustaba levantarse temprano. Era austero; usaba una máquina de escribir antigua y lápices muy pequeños. No le gustaba la tecnología, nunca quiso un ordenador ni un teléfono móvil. Tampoco aceptaba regalos. Su vida fue muy retirada, especialmente en sus últimos años. Pasaba mucho tiempo en casa, escribiendo, leyendo y pensando.

Era una persona profunda, con una fe muy fuerte y devoción a la Virgen María. Cuando enfermó, aceptó su situación con paz. Falleció el 17 de febrero de 2003 por una embolia pulmonar. Fue enterrado en Madrid al día siguiente.

La importancia de su escritura

José María Cabodevilla siempre dijo que su sacerdocio era lo más importante, y que la literatura era un medio para su misión. Sin embargo, los críticos literarios lo elogiaron mucho.

El escritor Manuel Iribarren Paternainen dijo que Cabodevilla era un "maestro del lenguaje". Describió su estilo como ágil, fresco y lleno de vida, con ironía y muchas metáforas.

En 2005, la escritora española Mercedes Salisachs, que ganó varios premios importantes, dijo: "Actualmente considero que el mejor escritor que ha tenido España en el siglo XX es José María Cabodevilla."

Luis Alonso Schökel lo consideró un heredero moderno de los grandes escritores clásicos españoles. Destacó su prosa, que era "conceptista" (con ideas ingeniosas) y rica en aforismos.

Ejemplos de su estilo de escritura

Archivo:Obras de José María Cabodevilla
José María Cabodevilla publicó más de 30 obras de espiritualidad.

En los escritos de Cabodevilla, es notable cómo usa las paradojas. A menudo, señala cómo aceptamos cosas comunes sin pensarlas a fondo. Por ejemplo, en su libro Las formas de felicidad son ocho, escribió:

Decimos: las bienaventuranzas son ocho. Pero lo decimos de memoria, igual que si dijéramos, los pronombres personales son seis. Las bienaventuranzas son ocho. Pero lo decimos con la misma irresponsabilidad con que decimos todo aquello que no podemos comprobar personalmente: los satélites de Saturno son nueve. Las bienaventuranzas son ocho. Pero lo decimos con el mismo desinterés con que solemos referirnos a cuanto nos es indiferente: los afluentes del Mississippi son ochenta.
José María Cabodevilla, Las formas de felicidad son ocho

Otro ejemplo de su uso de la paradoja se ve en su reflexión sobre la existencia del "cielo":

Imaginemos que no existe el cielo. Imaginemos que se ha llegado a averiguar, con toda certidumbre, que no hay una vida ultraterrena, que no hay premio ni castigo. ¿Qué ocurriría? Las religiones se convertirían en un curioso tema de arqueología, el estamento eclesiástico pasaría en masa a engrosar las listas del paro, la llamada moral civil quedaría, a la vez que exaltada, reducida a un simple código de circulación. Pero me pregunto sobre todo qué ocurriría en el fondo del corazón humano, en mi propia alma, que pensaría yo, que sentiría yo.

Si en mí hubiese prevalecido hasta ahora el temor, yo experimentaría lógicamente una gran sensación de libertad. Al lado de esta sensación tan gratificante, la decepción que pudiera sentir por haber hecho en vano algún que otro sacrificio, alguna que otra renuncia [...] ¡No hay nada después de la muerte! «Por consiguiente, todo está permitido».

En cambio, si era el amor lo que en mí predominaba, mi reacción sería completamente distinta: la mitad de mi vida perdería su sentido y la otra mitad perdería casi todo su interés.

Ciertamente, aun en la hipótesis de que no hubiera nada al otro lado, cabe decir que siempre habrá un cielo y un infierno, si bien con efectos contrarios a los previstos: el cielo consistiría precisamente en la inexistencia del infierno y el infierno en la inexistencia del cielo.
José María Cabodevilla, El cielo en palabras terrenas

También mostraba mucha sutileza en sus escritos. Por ejemplo, en uno de sus ensayos, escribió:

Mucho se nos ha repetido que la anarquía no es democracia ni el libertinaje es libertad; pero haría falta también repetir con la misma insistencia que tampoco la legalidad es derecho ni el orden es paz. [...] la paz significa mucho más que la ausencia de guerra. Se trata de un valor positivo; por lo tanto es la guerra la que debe definirse a partir de la paz, y no al revés. Esta inversión lamentable daña también el concepto de no-violencia, expresión que, por negativa, algunos de sus partidarios han abandonado ya. [...] Luther King murió por la justicia renunciando a toda violencia, Camilo Torres murió por el mismo ideal con las armas en la mano; lo que importa no es lo que los distingue, sino lo que los identifica, de la misma manera que Goya y Picasso nos gustan no por lo que tienen de diferente, sino por lo que tienen de parecido, es decir, por lo que ambos tienen de genial. También, cuando se trata de la colaboración de creyentes y no creyentes en la lucha por un mundo nuevo, lo que importa es precisamente lo que unos y otros tienen de común. En «Barjona» cuenta Sartre la huida de Jesús a Egipto, introduciendo en su relato a un bandolero valeroso que muere batiéndose contra los soldados de Herodes para salvar la vida del Niño. Lo que importa es aquello que unifica los comportamientos de Barjona y de José de Nazaret, ya que la lucha armada de aquél no fue menos necesaria que los pacíficos cuidados de éste para conseguir que Jesús sobreviviera. La raya de separación, pues, no hay que establecerla entre creyentes e incrédulos, sino entre explotadores y explotados, raya que pasa por medio de las Iglesias lo mismo que por medio de las naciones.
José María Cabodevilla, Feria de utopías

El filósofo Carlos Díaz destacó la "agudeza" de José María Cabodevilla.

Libros escritos por José María Cabodevilla

Las obras de José María Cabodevilla son las siguientes:

  • San Josecho a lápiz: Treinta láminas de una parroquia rural (1955)
  • Señora Nuestra: El misterio del hombre a la luz del misterio de María (1956)
  • Domund (1957)
  • Al pie de la torre (1957)
  • Los artículos desarticulados (1958)
  • Ecce Homo (1960)
  • Hombre y mujer: Estudio sobre el matrimonio y el amor humano (1960)
  • Sábado: oración de la esperanza (1961)
  • Cristo vivo: vida de Cristo y vida cristiana (1963)
  • El padre del hijo pródigo (1964)
  • Carta de la caridad. Fechada en Roma, Vaticano II (1966)
  • 32 de diciembre: la muerte y después de la muerte (1966)
  • La impaciencia de Job: Estudio sobre el sufrimiento humano (1967)
  • Santa María de cada día (1968)
  • Aún es posible la alegría (1969)
  • El pato apresurado o apología de los hombres (1970)
  • Discurso del padrenuestro: ruegos y preguntas (1971)
  • El libro de las manos. Relación de los siete montes de la mano o noticia general de todos sus méritos, trabajos y vanidades (1973)
  • Feria de utopías: estudio sobre la felicidad humana (1974)
  • Carta abierta a un Sr. Obispo (1974)
  • La cucaña de la libertad (1977)
  • El demonio retórico (1978)
  • Palabras son amores: límites y horizontes del diálogo humano (1980)
  • Consolación de la brevedad de la vida (1982)
  • Las formas de felicidad son ocho: comentario a las bienaventuranzas (1984)
  • Juego de la oca o guía de caminantes (1986)
  • La jirafa tiene ideas muy elevadas: para un estudio cristiano sobre el humor (1989)
  • El cielo en las palabras terrenas (1990)
  • En casa: nueva mística del hogar (1992)
  • La memoria es un árbol: raíces, ramas, frutos y pájaros de la memoria cristiana (1993)
  • Hacerse como niños: necesidad para los sabios y escándalo para los justos (1994)
  • La letanía del grillo: informe sobre la especie humana que los demás animales presentan ante Dios (1996)
  • 365 nombres de Cristo (1997)
  • La sopa con tenedor (2001)
  • Orar con las cosas: voces y acompañamiento (2003)
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José María Cabodevilla para Niños. Enciclopedia Kiddle.