Herencia partida para niños
La herencia partida era una costumbre importante de la cultura inca que se aplicaba cuando un Sapa Inca (el gobernante) fallecía. Con esta práctica, el sucesor elegido por el gobernante que había muerto recibía todo el poder político y sus derechos para gobernar. Sin embargo, no heredaba las riquezas materiales.
Esto se debía a que el gobernante fallecido mantenía el control de todas las tierras que había conquistado durante su vida. Estas tierras y sus riquezas pasaban a ser administradas por otros de sus herederos, no por el nuevo Sapa Inca. Esta forma de herencia, también conocida como herencia dividida, fue una de las razones por las que el Imperio incaico creció tanto. Los investigadores Arthur A. Demarest y Geoffrey W. Conrad crearon el término "herencia partida" en 1984.
Contenido
¿Cómo afectaba la herencia partida al Imperio Inca?
La necesidad de conquistar nuevas tierras
El nuevo Sapa Inca, una vez que asumía el trono, tenía que construir su propio palacio y su lugar de descanso final en un territorio que él mismo debía conquistar. Por esta razón, los gobernantes se esforzaban mucho por conseguir la mayor cantidad de tierras posible.
¿Por qué era importante conquistar tierras para los incas?
Conquistar tierras no solo aseguraba riquezas para sus descendientes, sino que también era crucial para el respeto a su momia y la creación de nuevos lugares sagrados llamados 'huacas'. Los incas creían que su vida después de la muerte dependía de las acciones y logros que realizaban mientras estaban vivos.
Este sistema, que incluía la recolección de tributos, la necesidad de mano de obra y las constantes conquistas, fue muy importante para el desarrollo de la Civilización incaica.
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Véase también
En inglés: Split inheritance Facts for Kids