Franco Serantini para niños
Franco (Francesco) Serantini (nacido en Cagliari el 16 de julio de 1951 y fallecido en Pisa el 7 de mayo de 1972) fue un joven que, a sus 20 años, perdió la vida mientras estaba bajo custodia policial.
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¿Quién fue Franco Serantini?
Franco Serantini tuvo una infancia con muchos cambios. Fue abandonado en un orfanato y, a los dos años, fue adoptado por una pareja. Después de que su madre adoptiva falleciera, se fue a vivir con sus abuelos maternos en Campobello di Licata, en la isla de Sicilia, hasta los nueve años. Luego, se mudó de nuevo a un centro de asistencia en Cagliari.
En 1968, fue enviado a un instituto en Florencia y, más tarde, a un centro educativo en Pisa llamado "Thouar Peter". Al salir de allí, continuó sus estudios en la Escuela Estatal de Fibonacci y luego en una Escuela de Contabilidad Empresarial. A través de sus estudios y de sus nuevas amistades, Franco empezó a interesarse por los movimientos sociales y políticos.
Su acercamiento a los movimientos sociales
Franco y sus amigos se unieron a grupos que buscaban cambios en la sociedad. Asistieron a reuniones de la Federación Juvenil Comunista Italiana (FGCI) y del grupo Lotta Continua. En el otoño de 1971, se unió a un grupo que compartía ideas anarquistas, llamado "Giuseppe Pinelli". Los anarquistas son personas que creen en una sociedad donde no haya un gobierno que controle todo, sino que las personas se organicen libremente y en igualdad.
Participación en protestas y detención
Franco Serantini participó activamente en las luchas sociales de su época. Por ejemplo, estuvo en la iniciativa del "Mercato Rosso" en el barrio popular Cep, que buscaba ayudar a la comunidad. También participó en acciones contra grupos que promovían ideas extremas.
El 5 de mayo de 1972, Franco asistió a una protesta en Pisa. Esta manifestación había sido organizada por el grupo Lotta Continua para oponerse a un miembro de un grupo político de derecha. Durante la protesta, hubo enfrentamientos con la policía. Franco fue rodeado por agentes de policía en la calle Gambacorti. Los manifestantes fueron controlados por la fuerza.
Después de ser detenido, Franco fue llevado a una comisaría y luego a la cárcel de Don Bosco. Al día siguiente, fue interrogado. Durante el interrogatorio, Franco se sentía mal, pero su estado no fue considerado grave por las autoridades de la prisión.
Fallecimiento e investigaciones
El 7 de mayo, dos días después de su detención, Franco Serantini entró en un estado de inconsciencia en su celda. Fue trasladado a la enfermería de la cárcel, donde falleció a las 09:45 de la mañana.
Esa misma tarde, las autoridades de la prisión intentaron obtener permiso para trasladar y enterrar el cuerpo de Franco. Sin embargo, el municipio se negó a dar el permiso, ya que la noticia de su muerte se había extendido por la ciudad. Personas como Luciano Della Mea, un historiador y activista, junto con el abogado Massei, decidieron buscar un abogado para investigar lo sucedido.
Al día siguiente, se realizó una autopsia. El abogado Giovanni Sorbi, quien estuvo presente, describió la experiencia como muy impactante, al ver el cuerpo del joven con muchas marcas.
Homenajes y memoria
El funeral de Franco, el 9 de mayo de 1972, contó con una gran asistencia de personas. En el cementerio, un activista anarquista llamado Cafiero Ciuti dio un discurso final. El 13 de mayo de 1972, se realizó un gran evento en la Plaza S. Silvestro, organizado por el grupo Lotta Continua, para recordar a Franco.
Se colocó una placa en su memoria en la entrada del Palacio Tohuar, que fue el último lugar donde Franco estuvo. Cada año, se siguen realizando manifestaciones y eventos para conmemorar su vida. En Turín, se fundó una escuela con su nombre. En 1979, en Pisa, se creó la Biblioteca Franco Serantini. En 1982, la Plaza S. Sylvester fue renombrada en su honor, y se inauguró un monumento donado por la cantera de Carrara.
Actualmente, las investigaciones sobre los responsables de la muerte de Franco han enfrentado dificultades debido a la burocracia y a la falta de recuerdos claros por parte de algunos oficiales. Sin embargo, su historia sigue siendo recordada gracias a la difusión de información por parte de grupos anarquistas, Lotta Continua, el Comité Justicia por Franco Serantini, y el libro "El subversivo. Vida y muerte del anarquista Serantini" de Corrado Stajano, publicado en 1975. Este libro ayudó a mantener viva la memoria de un joven que, en los años setenta, luchó por la libertad y la justicia.