Fernando de Córdoba (mercader) para niños
Fernando de Córdoba (fallecido en Málaga en septiembre de 1523) fue un comerciante español que se mudó a la región de Málaga durante el siglo XV. Su familia tenía raíces hebreas. Fue muy importante para el desarrollo social y económico del Reino de Granada, que acababa de ser conquistado. Se le recuerda no solo por lo que hizo, sino también por la influencia de sus descendientes, la familia de Torres de Málaga.
Fernando ayudó a que Málaga se recuperara después de la guerra. Tuvo una gran influencia en el sector de las propiedades y en el mundo de las finanzas de su tiempo. También fue clave en las negociaciones para llegar a un acuerdo entre las personas de origen hebreo que habían cambiado de fe y las autoridades del reino de España.
¿De dónde venía Fernando de Córdoba?
Aunque su nombre sugiere que venía de Córdoba, no hay mucha información sobre su origen. Tampoco hay pruebas de que realmente fuera de allí. Lo que sí se sabe es que se mudó a Málaga después de la guerra de Granada.
Cuando se instaló en Málaga, ya estaba casado con Inés Fernández. Para el año 1496, la pareja ya tenía seis hijos: Diego, Alonso, Francisco, Juan, Luis y Gaspar. Todos ellos aparecen en los registros con el apellido "de Torres".
No se sabe por qué decidieron usar el apellido "de Torres". Algunas personas creen que querían diferenciarse de su antiguo linaje, lo cual era una práctica común en esa época entre las familias ricas de origen hebreo. Estos años coincidieron con un momento importante en el que se decidió el futuro de las personas de origen hebreo que habían cambiado de fe bajo el poder de la Inquisición. Durante este tiempo, la madre y esposa de Fernando, Inés, falleció.
En el año 1514, Fernando se casó por segunda vez con Inés Márquez. Ella también era de origen hebreo. Sus padres, Alonso de Córdoba y Beatriz Márquez, que vivían en Málaga, fueron investigados por la Inquisición en dos ocasiones. De este segundo matrimonio nacieron tres hijos: Melchor, Elvira y Rodrigo de Torres. Poco tiempo después, Fernando falleció en septiembre de 1523.
Fernando era miembro de la Iglesia de San Juan (Málaga). Sin embargo, pidió ser enterrado en el monasterio franciscano de San Luis el Real (que ahora es la Sala María Cristina). Descansa en la capilla de los Ángeles, que era de su propiedad. El altar de esta capilla, hecho de madera de castaño en 1516, fue obra del arquitecto y escultor Nicolás Tiller y costó 30.000 maravedíes.
¿Qué hizo Fernando de Córdoba y cómo contribuyó a Málaga?
Para abril de 1493, Fernando de Córdoba ya estaba en Málaga trabajando en el negocio del suministro de carne. Sin embargo, no se mudó oficialmente a Málaga y juró como vecino hasta el 19 de noviembre de 1493. Desde su llegada, Fernando trabajó mucho para que la ciudad se recuperara y creciera en comercio y economía. Llegó a ser uno de los comerciantes más importantes del Reino de Granada, que ya era cristiano. Su volumen de negocios y su posición económica eran tan grandes que, al principio del reinado del emperador Carlos V, era uno de los mayores arrendadores de impuestos de la Hacienda de Castilla en la región.
Años después, la familia de Torres sufrió las consecuencias de un decreto contra las personas de origen hebreo que habían cambiado de fe. Algunas de estas personas fueron detenidas por practicar su fe original y por haberse alejado de la fe católica. Fernando fue arrestado y la mitad de sus bienes fueron confiscados y vendidos. Estos bienes incluían olivos, viñedos, molinos de aceite, ganado y otras propiedades que había comprado a Fernando de Málaga, un gobernador local.
Existen documentos que muestran que en ese momento, Fernando de Córdoba (ya conocido como "de Torres") tenía una fortuna de 10.000 ducados de oro. Esta cantidad demuestra el gran poder económico de la familia de Torres; era casi 60 veces más que el promedio de las familias ricas de la región. En los primeros meses de 1509, la Inquisición retiró los cargos contra Fernando y su familia. Él no tardó mucho en recuperarse de las grandes multas que le habían impuesto.
Las inversiones en propiedades, tanto en el campo como en la ciudad, y los préstamos con garantía de propiedades eran actividades muy comunes entre las personas de origen hebreo de la época. A Fernando le interesaban mucho estas actividades. Esto explica la enorme cantidad de propiedades que logró acumular en la región de Málaga. Esto no solo mostraba su estatus económico y social, sino que también le permitió participar activamente en la política y, especialmente, en el acuerdo entre las personas de origen hebreo y el rey. Como resultado, las personas de origen hebreo llegaron a un acuerdo con la Iglesia católica y obtuvieron la calificación necesaria (para ellos y sus descendientes) para ocupar puestos importantes en la administración pública e incluso en la Iglesia.