Each one teach one para niños
"Each one teach one" (en español, 'cada uno enseña al siguiente') es un proverbio que significa que cuando alguien aprende algo, tiene la responsabilidad de compartir ese conocimiento con otra persona. Es una idea poderosa sobre cómo el aprendizaje puede extenderse de una persona a otra.
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Origen de la frase "Each one teach one"
Esta frase tiene sus raíces en un momento difícil de la historia de los Estados Unidos. En el pasado, a muchas personas se les impedía aprender a leer y escribir. Si una persona lograba aprender, sentía la importante tarea de enseñar a alguien más. Así, el conocimiento se pasaba de uno a otro, ayudando a más personas a aprender.
"Each one teach one" en Sudáfrica
La idea de "Each one teach one" también fue muy importante en Sudáfrica durante un periodo llamado apartheid. En ese tiempo, muchas personas estaban en prisión por sus ideas. A menudo, no se les permitía tener libros ni comunicarse libremente. Para superar estas dificultades, los prisioneros usaban esta frase como un lema. Se ayudaban mutuamente a aprender a leer y escribir, compartiendo todo el conocimiento que podían.
La labor de Frank Laubach
Durante la primera mitad del siglo XX, un misionero cristiano llamado Frank Laubach usó esta idea para ayudar a muchas personas en Filipinas. Él quería combatir la falta de educación y la pobreza. Aunque algunas personas creen que él inventó la frase, muchos piensan que simplemente la adoptó. La usó como una herramienta muy efectiva para que más gente pudiera aprender a leer y escribir.
La frase en la cultura y la ayuda social
La frase "Each one teach one" ha inspirado varias obras y organizaciones.
"Each one teach one" en la literatura y el cine
En la novela Push de Sapphire, publicada en 1996, y en la película Precious de 2009, que se basa en el libro, la frase da nombre a una escuela especial. Esta escuela ofrece una nueva oportunidad a la protagonista para seguir aprendiendo después de haber tenido problemas en la escuela tradicional.
La Fundación Delancey Street
La Delancey Street Foundation, una organización en San Francisco, también adoptó esta frase. Esta fundación ayuda a personas que han tenido dificultades en su vida a empezar de nuevo. Su principio es que cada miembro que ya está en la fundación ayuda a los recién llegados. Les enseñan a leer, a escribir y también diferentes oficios, como la albañilería o la hostelería. De esta manera, todos se apoyan y aprenden unos de otros.