Cuarto Roble para niños
Cuarto Roble es un yacimiento arqueológico romano que se encuentra cerca de la pequeña localidad de Aldea Moret, a solo dos kilómetros de la ciudad de Cáceres, en Extremadura. Este lugar formaba parte del territorio de la antigua ciudad romana de Norba Caesarina.
Está ubicado en una pequeña colina, llamada "Corchuelas", a 454 metros sobre el nivel del mar. Sus cimientos están construidos directamente sobre la roca.
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¿Qué era Cuarto Roble?
Cuarto Roble era una turris, que significa torre de vigilancia. Su principal función era proteger y vigilar los alrededores de una villa romana. Esta villa, que era como una gran casa de campo, estaba situada al pie de la colina, hacia el sur. La torre protegía a las personas que vivían allí y sus campos de cultivo. Es probable que tuviera un pequeño grupo de soldados. Su misión no era tanto defender en una batalla, sino más bien disuadir a posibles atacantes gracias a su ubicación estratégica.
¿Cómo se ve Cuarto Roble hoy?
La mayor parte de lo que se ve hoy de la torre fue construido por los musulmanes. Sin embargo, en la pared oeste, se pueden ver varias filas de bloques de piedra romanos que están muy bien cortados. La esquina noroeste, que ahora está destruida, también estaba hecha con muchas piedras romanas que ahora se encuentran al pie de la torre. Todavía se pueden ver restos de la entrada, especialmente dos piedras talladas en la parte superior.
La torre está orientada según los puntos cardinales: la entrada mira hacia el sur, y lo que se cree que eran almacenes de alimentos están hacia el norte.
Estructura de la torre
La torre, tal como la vemos hoy, tenía al menos dos pisos. Del piso superior no queda nada, pero en la pared este se pueden ver claramente los huecos donde estaban las vigas de madera que lo sostenían. Gran parte del techo se ha caído, y hay escombros y fragmentos de tejas esparcidos por los alrededores. Se calcula que la torre medía entre 10 y 12 metros de altura. No se sabe si tenía almenas (como las de los castillos) o un techo de teja árabe.
Alrededor de la torre, se puede ver un segundo muro o recinto, especialmente hacia el noroeste, norte, este y suroeste. Este muro está muy derruido y apenas se distingue del terreno, pareciendo solo una pequeña elevación de medio metro de altura. Las actividades agrícolas a lo largo del tiempo han movido las piedras, agrupándolas en montones para no estorbar en el cultivo.
Dentro de la torre, se pueden distinguir al menos tres espacios: una sala principal rectangular que conecta con la entrada, y dos habitaciones pequeñas a la izquierda, junto a la pared oeste. Una abertura en la pared oeste parece ser el único resto de una ventana. A la izquierda de la entrada, casi destruida hasta el suelo, hay restos de una pared o construcción de la que no se sabe qué era, quizás otra habitación.
Hallazgos arqueológicos
Alrededor de la torre se han encontrado restos de tejas romanas, llamadas tegulae. Estas tejas eran rojizas y muy sólidas, diferentes de las tejas árabes. También se han hallado fragmentos de cerámica romana, conocida como terra sigillata, aunque están muy rotos debido al paso del tiempo.
La villa romana
La villa romana, que seguramente era grande y rica, está enterrada al sur de la torre. Se encuentra en una suave pendiente hacia el "Cerro de los Romanos", una colina de 523 metros de altura. Cerca de esta zona hay muchas fuentes de agua e incluso un pequeño arroyo que fluye en algunas épocas del año, llamado Arroyo de Santa Ana. Hasta ahora, no se han realizado excavaciones ni en la villa ni en la torre. En 2007, un estudio de la zona encontró varias piedras romanas de más de un metro de largo, muy bien conservadas, en la superficie del suelo.