Cristiano viejo para niños
Un cristiano viejo era el nombre que se usaba en España y Portugal durante la Edad Media tardía y la Edad Moderna para referirse a la mayoría de la población. Se les consideraba diferentes de los cristianos nuevos, que eran personas que se habían convertido al cristianismo o descendían de quienes se habían convertido del islam o del judaísmo.
Según el diccionario, un "cristiano viejo" era alguien que descendía de cristianos sin tener antepasados conocidos de origen musulmán o judío. Aunque ser cristiano viejo no daba privilegios especiales como noble, sí era una condición social muy valorada y un motivo de orgullo. Era algo que muchos ricos no podían demostrar, pero que la mayoría de los pobres sí podían, simplemente por haber nacido en familias cristianas. Esta idea, que mezclaba el origen de las personas con su religión, fue lo más parecido a un sentimiento de identidad nacional en la España de esos siglos, antes de que existiera el nacionalismo moderno.
La importancia de ser "cristiano viejo" dependía de la percepción social, es decir, de lo que la gente creía sobre el origen de una persona, más que de su verdadera historia familiar. Para demostrarlo, se pedía una investigación llamada "información de limpieza de sangre". Esto significaba que se debía probar que los padres y los cuatro abuelos eran cristianos viejos. Esta prueba era necesaria para entrar en muchas instituciones y profesiones importantes, como los gobiernos de las ciudades, las universidades, los gremios (asociaciones de artesanos), las órdenes religiosas y las órdenes militares.
Muchos escritores de la época, como Miguel de Cervantes, se burlaban de estas exigencias. Por ejemplo, en su obra El retablo de las maravillas, Cervantes decía que para ver un objeto mágico que no existía, la gente no solo tenía que ser cristiana vieja, sino también "noble", refiriéndose a tener un origen claro y conocido. La propia Inquisición, que pedía la limpieza de sangre para sus miembros de menor rango, a veces era sospechosa de tener entre sus filas a muchos cristianos nuevos que querían demostrar su lealtad con un gran celo.
¿Cómo surgió esta idea?
La idea de "cristiano viejo" apareció durante la Reconquista, especialmente cuando los reinos cristianos recuperaron territorios con mucha población en los siglos XI, XII y XIII. Después de la crisis del siglo XIV, aunque la Reconquista se hizo más lenta, las tensiones sociales aumentaron. Esto afectó a las personas de origen judío, con eventos difíciles en 1391 que llevaron a muchas conversiones forzadas. Así surgieron los "judeoconversos" (personas convertidas del judaísmo), que también fueron perseguidos, sobre todo después de una revuelta en Toledo en 1449. También estaban los "mudéjares" (musulmanes que vivían en reinos cristianos), que protagonizaron grandes revueltas en el siglo XIII.
¿Cómo se usaba socialmente?
Frente a estos grupos, y también frente a los mozárabes (cristianos que vivieron bajo el dominio musulmán desde el siglo VIII), la mayoría de la población decía o imaginaba descender de los cristianos del norte de España. Estos cristianos del norte no estuvieron bajo dominio musulmán y fueron los protagonistas de la Reconquista y la repoblación de nuevos territorios. Esta idea ayudaba a justificar el dominio cristiano sobre otros grupos de población y a crear un acuerdo social entre las clases más poderosas (nobles y clérigos) y la mayoría de la gente (especialmente los campesinos).
Ser de una clase social más baja no era un problema para demostrar ser cristiano viejo; al contrario. Era común acusar a las personas que se hacían ricas de haberlo logrado con negocios que se asociaban con las minorías de origen judío o converso. Por ejemplo, la usura (prestar dinero con intereses muy altos) estaba prohibida para cristianos y musulmanes, y la idea de ganar mucho dinero era vista con desconfianza.
Por eso, los comerciantes y banqueros eran vistos con sospecha. Pero también la alta nobleza, cuyos miembros rara vez podían probar sin ninguna duda que no tenían algún antepasado de origen judío. Siempre había alguien interesado en denunciar esto, como el famoso Tizón de la nobleza, un escrito que decía que toda la aristocracia de Castilla tenía antepasados judíos.
También fue muy conocido el Libro verde de Aragón, del siglo XVI. Ni siquiera la propia monarquía, desde la dinastía Trastámara, se libraba de tener posibles antepasados judíos. La Inquisición, que perseguía las prácticas religiosas ocultas, estaba formada por muchos cristianos nuevos que querían borrar sus orígenes demostrando ser más estrictos que los cristianos viejos.
En Portugal, la diferencia legal entre cristianos viejos y nuevos fue eliminada por el Marqués de Pombal en 1772.
¿Hay ideas parecidas?
El concepto de cristiano viejo se parece a otras ideas, como la "hidalguía universal" que se decía que existía en algunos territorios como Vizcaya y Guipúzcoa, donde se consideraba que todos sus habitantes eran hidalgos (nobles de menor rango).

Elementos identificativos en esta imagen pueden considerarse que son el uso de las armas y la insignia de la Orden de Santiago, que en ambos casos también son indicativos de nobleza. Aunque imaginarios, hay elementos fisionómicos que se aducían para distinguirse de los cristianos nuevos, siendo ejemplo la abultada nariz que se suponía a los de sangre judíaYo te untaré mis obras con tocino/
porque no me las muerdas, Gongorilla...
Érase un hombre a una nariz pegado,/érase una nariz superlativa,/érase una nariz sayón y escriba/...las doce Tribus de narices era./Érase un naricísimo infinito,/muchísimo nariz, nariz tan fiera/que en la cara de Anás fuera delito.

Véase también
En inglés: Old Christian Facts for Kids