Convento de las Clarisas (Inmaculada Concepción) para niños
El Convento de las Clarisas (Inmaculada Concepción) es un lugar especial en el municipio de Cieza, en la Región de Murcia, España. Es un monasterio donde viven monjas de la orden de las Clarisas. Fue fundado en el año 1750 por Matías Marín-Blázquez. Las primeras monjas que llegaron venían de otro monasterio cercano en Mula. Con el tiempo, el convento creció y se hicieron más obras para que pudiera albergar a todas las monjas que querían unirse.
Este convento y su iglesia son ejemplos de la arquitectura barroca del siglo XVIII. El conjunto está organizado alrededor de un patio central. Dentro del convento, en la zona de clausura (donde las monjas viven en privado), se guardan muchas obras de arte, como pinturas y esculturas.
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Historia del Convento: ¿Cómo Nació?
La idea de construir este monasterio comenzó mucho antes de su fundación. Después de varios años de trámites y permisos, el convento de la orden de las Clarisas recibió la autorización para empezar a construir en 1743. Las obras duraron varios años y terminaron en 1749.
Finalmente, en 1750, el rey Fernando VI dio el permiso oficial para que funcionara como convento. Al principio, llegaron cinco monjas del Convento de Clarisas de Mula y se unieron nueve jóvenes de Cieza que querían ser novicias (monjas en formación). Una condición importante para la fundación era que la comunidad no podía comprar ni guardar bienes. Debían vivir únicamente de las donaciones y limosnas que recibieran.
Con el paso del tiempo, el número de monjas que ingresaban al convento fue muy alto. Por eso, se tuvieron que hacer más obras de ampliación y mejora para que todas pudieran vivir cómodamente en el monasterio.
Arquitectura y Diseño del Convento
El Convento de las Clarisas es un edificio con un diseño interesante y funcional.
El Monasterio: Espacios de Vida
Para entrar al atrio (un patio de entrada) del monasterio, se pasa por un arco con forma de medio círculo. En el centro de este arco, se pueden ver los escudos de piedra de las familias que ayudaron a fundar el convento.
Los coros son una parte importante del monasterio. Están ubicados a los pies de la iglesia, dentro de la zona de clausura. Son el punto de unión entre el templo y el área donde viven las monjas. Otro espacio destacado es el patio-jardín, que antes tenía una balsa para regar y ahora es el cementerio de la comunidad. A través de unos arcos, se llega al huerto del monasterio, donde también hay una pequeña granja. Allí se siguen cultivando árboles, hortalizas y flores.
La Iglesia: Un Lugar de Oración
La iglesia del convento tiene una sola nave (el espacio principal para los fieles) y no tiene una fachada que dé directamente a la calle. Su tamaño es mediano.
Todo el edificio está construido con mampostería (piedras unidas con mortero) y revoco (una capa de yeso o cal). Algunas partes más fuertes, como las esquinas, los pilares y los cimientos, tienen sillares (piedras grandes y bien talladas) para darles más resistencia.
Debajo de la capilla mayor (la parte principal del altar), que está un poco más elevada que el resto de la iglesia, se encontraba la cripta. Este era el lugar de entierro de los fundadores del convento, sus familias y sus descendientes, hasta principios del siglo XX. Las lápidas de piedra que daban acceso a la cripta desaparecieron durante la Guerra Civil.