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Confesión de fe de Augsburgo para niños

Enciclopedia para niños

La Confesión de Augsburgo (o Confessio Augustana en latín) es un documento muy importante para el luteranismo. Fue escrito en 1530 por Philipp Melanchthon. Su objetivo era explicar las creencias de los luteranos al emperador Carlos V en una reunión llamada la Dieta de Augsburgo, que se celebró en la ciudad de Augsburgo, parte del Sacro Imperio Romano Germánico.

Este texto es fundamental para las Iglesias Luteranas de todo el mundo. También forma parte de un libro llamado el Libro de la Concordia, que reúne varios escritos importantes para esta fe.

La Confesión de Augsburgo tiene dos partes principales:

  • La primera explica las creencias fundamentales de la fe luterana.
  • La segunda señala las prácticas y puntos de vista que los luteranos querían cambiar o corregir en la Iglesia de ese tiempo.

Después de que se presentó la Confesión, teólogos católicos, a petición del emperador Carlos V, escribieron una respuesta llamada Confutatio Pontificia. Esta respuesta analizaba los puntos de la Confesión desde el punto de vista de la tradición católica.

Historia de la Confesión de Augsburgo

Archivo:Augsburger Konfession 1531 Titel
Portada de la primera edición en latín de la Confesión de Augsburgo, Wittenberg 1531
Archivo:Augsburger-Reichstag
El canciller sajón Christian Beyer lee la Confesión de Augsburgo ante el emperador Carlos V en 1530.

¿Por qué se escribió la Confesión?

En 1517, Martín Lutero publicó sus famosas 95 Tesis. Esto dio inicio a un gran movimiento de cambio religioso conocido como la Reforma. Este movimiento se extendió rápidamente por Alemania.

A pesar de que se intentó detenerlo con el Edicto de Worms, muchas ciudades alemanas apoyaron a Lutero. El emperador Carlos V quería mantener la unidad de la Iglesia y del Imperio. Por eso, convocó la Dieta de Augsburgo para intentar resolver las diferencias.

La presentación del documento

La Confesión de Augsburgo se escribió en dos idiomas al mismo tiempo: latín y alemán. Aunque eran muy parecidas, tenían algunas pequeñas diferencias. Philipp Melanchthon trabajó mucho en la versión en latín para que quedara perfecta.

La versión en alemán de la Confesión se entregó al emperador Carlos V el 25 de junio de 1530.

Entre las personas importantes que firmaron la versión en latín estaban:

  • Juan de Sajonia, un líder importante de la región de Sajonia.
  • Jorge de Brandeburgo-Ansbach.
  • Ernesto I de Brunswick-Luneburgo.
  • Felipe I de Hesse, líder de Hesse.
  • Juan Federico I de Sajonia, otro duque de Sajonia.
  • Franz, duque de Brunswick-Luneburgo.
  • Wolfgang, príncipe de Anhalt-Köthen.
  • Los alcaldes y concejales de las ciudades de Núremberg y Reutlingen.

Otras ciudades importantes como Weißenburg, Heilbronn, Kempten (Allgäu) y Windsheim también estuvieron de acuerdo con el documento.

Contenido y estructura de la Confesión

El emperador pidió a los luteranos y a los católicos que explicaran por escrito sus creencias. Así se creó la Confesión de Augsburgo. Después de una introducción, el documento se divide en dos partes principales:

  • Artículos 1 al 21: Aquí, los reformistas (luteranos) explican que sus creencias están de acuerdo con la Biblia y las tradiciones antiguas.
  • Artículos 22 al 28: En esta parte, se describen las prácticas o costumbres que, según los luteranos, debían cambiarse en la Iglesia de ese tiempo.

Primera parte: Artículos principales de fe

Artículo 1: Sobre Dios

La Confesión afirma que hay un solo Dios, como se estableció en el Concilio de Nicea I. Este Dios único existe en tres personas: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Las tres personas son igualmente poderosas y eternas.

El documento rechaza otras creencias que no están de acuerdo con esta idea de la Trinidad.

Artículo 2: Sobre el pecado original

Se enseña que, desde la caída de Adán, todos los seres humanos nacen con una inclinación al mal. Esta inclinación es un pecado que nos separa de Dios. Solo a través del bautismo y el Espíritu Santo se puede superar esta condición.

Se oponen a quienes niegan la existencia de este pecado original.

Artículo 3: Sobre el Hijo de Dios

Se explica que Dios Hijo se hizo hombre, naciendo de la Virgen María. En Cristo, la naturaleza divina y la humana se unieron. Él es verdadero Dios y verdadero hombre. Cristo nació, sufrió, fue crucificado, murió y fue sepultado para perdonar los pecados. Resucitó al tercer día, subió al cielo y reinará para siempre. También vendrá a juzgar a vivos y muertos.

Artículo 4: Sobre el perdón

Las personas no pueden ganar el perdón de Dios por sus propias buenas acciones. El perdón se recibe gratis, por la fe. Esto significa creer que Cristo sufrió por nosotros y que, por Él, nuestros pecados son perdonados y recibimos la vida eterna.

Artículo 5: Sobre el Ministerio de la Iglesia

La fe se obtiene al escuchar la predicación del Evangelio y al participar en los Sacramentos.

Se condena la idea de que se puede recibir el Espíritu Santo sin escuchar la palabra de Dios.

Artículo 6: Sobre la nueva obediencia

La fe debe llevar a las personas a hacer buenas obras, como Dios manda. Sin embargo, estas obras no son para ganar el perdón de Dios. El perdón y la justicia se reciben solo por la fe en Cristo.

Artículo 7: Sobre la Iglesia

Se cree que siempre existirá una Iglesia Cristiana santa. Esta Iglesia es la comunidad de todos los creyentes donde se predica el Evangelio y se administran los Sacramentos.

Para que la Iglesia esté unida, es suficiente que haya acuerdo en la enseñanza del Evangelio y en la forma de administrar los Sacramentos. No es necesario que todas las costumbres o ceremonias sean iguales en todas partes.

Artículo 8: ¿Qué es la Iglesia?

Los Sacramentos son válidos sin importar si los sacerdotes que los administran son buenas personas o no.

Se rechazan las ideas que enseñan lo contrario.

Artículo 9: Sobre el Bautismo

El bautismo es necesario para la salvación, y los niños deben ser bautizados.

Se oponen a quienes dicen que el bautismo de niños no es correcto.

Artículo 10: La Santa Cena

Se afirma que el verdadero cuerpo y la sangre de Cristo están realmente presentes en el pan y el vino de la Cena del Señor, y se distribuyen a quienes participan.

Artículo 11: Sobre la confesión

La confesión privada (hablar de los pecados con un sacerdote) debe mantenerse en las iglesias. Sin embargo, no es necesario enumerar todos los pecados en detalle.

Artículo 12: El arrepentimiento

Se enseña que quienes han pecado después del bautismo pueden recibir el perdón si se arrepienten. La Iglesia debe dar la absolución (el perdón) a los arrepentidos. El arrepentimiento tiene dos partes: sentir tristeza por el pecado y tener fe.

Se rechazan las ideas que niegan el perdón a quienes pecan después del bautismo o que enseñan que el perdón se obtiene por nuestras propias acciones.

Artículo 13: Uso de los Sacramentos

Los Sacramentos fueron creados para identificar a los cristianos y para mostrar la voluntad de Dios. Su propósito es despertar y fortalecer la fe. Por eso, los Sacramentos deben recibirse con fe.

Artículo 14: Del orden eclesiástico

Nadie debe predicar o administrar los Sacramentos en público sin haber sido nombrado de forma legítima.

Artículo 15: Ritos eclesiásticos

Los ritos y ceremonias de la Iglesia, como las fiestas, ayudan a mantener la paz y el buen orden. Pero no son necesarios para la salvación. Las costumbres y tradiciones creadas por los hombres para ganar el favor de Dios o el perdón de los pecados son contrarias al Evangelio. Por ejemplo, los votos de los monjes o las reglas sobre comidas y ayunos no son útiles para la salvación.

Artículo 16: Sobre los asuntos civiles

Toda autoridad y ley en el mundo vienen de Dios para mantener el orden. Los cristianos pueden participar en el gobierno, ser jueces, castigar a los que hacen el mal, participar en guerras justas, comprar y vender, casarse, etc., sin pecar.

Se condena a quienes enseñan que estas acciones no son cristianas.

También se condena la idea de que la perfección cristiana significa abandonar la familia o las posesiones. La verdadera perfección es temer a Dios y tener fe en Él. El Evangelio no elimina el gobierno, el Estado o el matrimonio. Al contrario, los considera órdenes divinos. Los cristianos deben obedecer a las autoridades, a menos que lo que se les pida sea un pecado. En ese caso, "se debe obedecer a Dios antes que a los hombres".

Artículo 17: Del regreso de Cristo para el Juicio

Se enseña que Jesucristo regresará al final de los tiempos para juzgar a todos. Los creyentes y elegidos recibirán vida y alegría eternas. Los que no creen y los demonios serán condenados a un castigo eterno.

Se rechazan las ideas que dicen que los demonios y los condenados no sufrirán castigo eterno.

También se condenan algunas ideas que dicen que antes del regreso de Cristo, solo los santos gobernarán el mundo y eliminarán a los que no creen.

Artículo 18: Del libre albedrío

El ser humano tiene cierta libertad para vivir de forma honrada y elegir cosas que la razón entiende. Pero sin la ayuda de Dios y el Espíritu Santo, el hombre no puede agradar a Dios, temerle de corazón, creer o eliminar los malos deseos.

Se explica que el hombre puede decidir cosas cotidianas, como trabajar o comer. Pero todo esto depende de Dios. Sin embargo, el hombre sí puede elegir hacer el mal, como adorar ídolos o cometer un crimen.

Artículo 19: De la causa del pecado

Aunque Dios creó y mantiene todo, la voluntad equivocada del ser humano es la causa del pecado en quienes desprecian a Dios.

Artículo 20: La fe y las buenas obras

Primero, nuestras buenas acciones no pueden reconciliarnos con Dios ni hacernos merecer su favor. Esto solo ocurre por la fe, al creer que nuestros pecados son perdonados por Cristo, quien es el único que nos une con Dios Padre. Quien cree que puede ganar el favor de Dios por sus obras, desprecia a Cristo.

La fe no es solo conocer historias, sino tener la certeza de que Dios cumplirá sus promesas.

Las buenas obras deben hacerse, no para ganar el favor de Dios, sino por Él y para alabarlo.

Esta enseñanza sobre la fe no prohíbe las buenas obras. Al contrario, enseña que deben hacerse y ofrece la ayuda para realizarlas. Sin la fe y sin Cristo, la naturaleza humana es débil para hacer buenas obras, orar, tener paciencia, amar al prójimo, cumplir con las responsabilidades, evitar los malos deseos, etc.

Artículo 21: Del culto a los santos

Podemos recordar a los santos para seguir su ejemplo de fe y buenas obras. Por ejemplo, un gobernante puede seguir el ejemplo de David en la guerra. Pero la Biblia no enseña que debamos invocar a los santos o pedirles ayuda. La Biblia nos presenta a Cristo como el único Mediador y Ayudador.

Segunda parte: Artículos que corrigen prácticas

Artículo 22: Sobre las dos especies en el Sacramento

Los luteranos dan a las personas tanto el pan como el vino en la Cena del Señor. Esto se basa en un mandato claro de Cristo en la Biblia. También se menciona que esta práctica era común en la Iglesia antigua.

Se eliminó la costumbre de llevar y mostrar el Sacramento en procesiones.

Artículo 23: Matrimonio de los sacerdotes

Se permite que los sacerdotes se casen.

Se señala que en la Iglesia antigua, los sacerdotes estaban casados. La Biblia también menciona que un obispo debe ser "marido de una sola mujer". Se argumenta que la prohibición de casarse a los sacerdotes no ha traído buenos resultados.

Artículo 24: La misa

La misa se mantiene entre los luteranos y se celebra con seriedad. No se han hecho cambios importantes, excepto que en algunos lugares se cantan himnos en alemán, además de los latinos. Esto es para que la gente entienda y aprenda sobre Cristo, que es el propósito principal de todas las ceremonias.

Se critica que las misas privadas se usaban a veces para obtener dinero, lo cual no era su propósito original.

Artículo 25: De la confesión

La confesión no ha sido eliminada por los predicadores luteranos. Se mantiene la costumbre de no dar el Sacramento a quienes no han confesado y recibido el perdón antes.

Sin embargo, no se obliga a nadie a enumerar todos sus pecados en detalle.

Artículo 26: Distinción de comidas

No es posible ganar el favor de Dios o el perdón de los pecados cumpliendo tradiciones creadas por los hombres. Por lo tanto, estas tradiciones no deben considerarse un culto necesario.

Cada persona debe disciplinarse con ejercicios como el ayuno para evitar el pecado, pero no para ganar el favor de Dios. Estos ejercicios no deben hacerse solo en días fijos, sino constantemente.

Artículo 27: De los votos monásticos

Los votos que hacen los monjes y monjas (como el de pobreza o celibato) no son válidos.

Artículo 28: Del poder de la Iglesia

Algunos obispos habían mezclado el poder de la Iglesia con el poder del gobierno. Esta confusión había causado grandes conflictos. El poder de los obispos, según el Evangelio, es predicar el Evangelio, perdonar pecados y administrar los Sacramentos.

El poder de la Iglesia y el poder civil (del gobierno) no deben mezclarse. El poder de la Iglesia tiene su propia misión de enseñar el Evangelio y administrar los Sacramentos. No debe interferir en los asuntos del gobierno, ni cambiar sus leyes, ni quitar la obediencia a las autoridades, ni meterse en decisiones civiles o contratos.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Augsburg Confession Facts for Kids

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