Castro de Fazouro para niños
El castro de Fazouro es un antiguo poblado fortificado que se encuentra en la parroquia de Fazouro, dentro del municipio de Foz (Provincia de Lugo, Galicia). Los expertos creen que este lugar estuvo habitado entre los años 100 y 300 después de Cristo. Hoy en día, el castro de Fazouro funciona como un museo al aire libre, siendo el único de su tipo en la costa de Galicia que da al mar Cantábrico.
Contenido
¿Qué es el Castro de Fazouro?
Un castro es un tipo de poblado antiguo, generalmente fortificado, que se construía en lugares elevados para protegerse. El castro de Fazouro es un ejemplo de estos asentamientos, donde vivían personas hace casi 2000 años. Es un lugar muy importante para entender cómo era la vida en Galicia en esa época.
¿Dónde se encuentra este antiguo poblado?
El castro de Fazouro está situado en un terreno ligeramente elevado, muy cerca del mar Cantábrico. Por el lado de tierra, el acceso estaba protegido por un foso, que es como una zanja grande. Aunque no se ve una muralla hoy en día, se calcula que todo el castro ocupaba unos 700 metros cuadrados. Una parte de este terreno se ha perdido con el tiempo debido a la erosión del mar, que ha hecho desaparecer entre 25 y 30 metros de tierra.
¿Cómo era la vida en el castro?
Cuando los arqueólogos excavaron el castro, encontraron los restos de varias construcciones. La mayoría de las casas tenían forma cuadrada, con esquinas rectas o redondeadas. También había una construcción de forma ovalada. Entre las casas, había patios o zonas de paso con suelos de piedra. Es probable que las casas estuvieran agrupadas, formando pequeños conjuntos para familias.
Dentro de algunas casas, se encontraron bancos de piedra pegados a las paredes. Estos bancos servían para sentarse, trabajar o guardar cosas. También se conservan los restos de los hogares, que eran los lugares donde se encendía el fuego para cocinar y calentarse. Estos hogares solían ser cuadrados y estaban en el centro de la vivienda. Algunas paredes todavía tienen restos de un tipo de revoque, que es como un recubrimiento.
En una de las casas cuadradas más cercanas al mar, se descubrieron nueve escalones de piedra en la parte exterior. Estos escalones llevaban a una plataforma de piedra, lo que sugiere que algunas casas podrían haber tenido un segundo piso. Las estructuras que vemos hoy corresponden a la última etapa en la que el castro estuvo habitado, hacia finales del siglo III.
¿Qué objetos se encontraron en el castro?
Durante las excavaciones, se encontraron muchos fragmentos de cerámica. Aunque estaban muy rotos, se pudieron reconstruir algunas ollas, fuentes (algunas con un recubrimiento rojo llamado engobe) y unas pocas jarras y tazas. También se hallaron trozos de cerámica más fina.
Entre los objetos de metal, se identificaron seis clavos y algunos fragmentos sin forma definida. De bronce, se encontró una fíbula (un tipo de broche para la ropa) con forma de omega y un alfiler para el pelo. También se descubrieron dos monedas antiguas: un antoniniano de mediados del siglo III y otra moneda de la ciudad de Clunia. Además, se encontraron restos de huesos de ganado, lo que nos da pistas sobre los animales que criaban.
¿Cuándo estuvo habitado el Castro de Fazouro?
Gracias a los objetos encontrados, como la fíbula y las monedas, los expertos han podido determinar que el castro estuvo habitado en una época cercana a la llegada de los romanos a la península ibérica. Se cree que la ocupación principal fue entre finales del siglo I y principios del siglo II.
Los hallazgos muestran que la población local fue adoptando poco a poco costumbres y objetos de la cultura romana, que era más avanzada. Este cambio no fue violento, sino que ocurrió de forma gradual. La llegada de los romanos también estuvo relacionada con una mayor explotación de los recursos de la zona, como la minería.
¿Cómo se descubrió y se conservó el castro?
El castro de Fazouro fue excavado y estudiado por primera vez en los años 1963 y 1965. Su descubrimiento se debe a Leopoldo Carro Moledo, un vecino de Foz. Él identificó el lugar y trabajó mucho para que se protegiera. Se puso en contacto con el alcalde de Foz de aquel entonces, José María Beltrán Veiga. Leopoldo Carro Moledo también ayudó a organizar y supervisar las primeras excavaciones, que fueron realizadas por trabajadores del ayuntamiento.
Más tarde, la información se compartió con los arqueólogos José González de Sela y Torres y J.J. Suárez Acevedo. Ellos continuaron los trabajos como especialistas. En 1963, publicaron un artículo donde contaron los primeros descubrimientos y conclusiones de la excavación.
Entre 1988 y 1993, se realizaron más trabajos para asegurar y restaurar el castro, con el fin de que pudiera conservarse al aire libre y convertirse en un museo. Hoy en día, puedes visitar el yacimiento libremente. En 2017, la Junta de Galicia lo declaró Bien de Interés Cultural (BIC), lo que significa que es un lugar muy importante que debe ser protegido.