Castillo de La Guardia de Jaén para niños
Datos para niños Castillo de La Guardia de Jaén |
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Localización | ||
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Provincia | ![]() |
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Localidad | La Guardia de Jaén | |
Datos generales | ||
Categoría | Monumento | |
Código | RI-51-0007909 | |
Declaración | 22 de junio de 1993 | |
El castillo de La Guardia de Jaén es una antigua fortaleza que se encuentra en la ladera este del cerro San Marcos. Está en el municipio de La Guardia de Jaén, a unos 10 kilómetros al sureste de la ciudad de Jaén, en España.
Contenido
¿Cómo es el Castillo de La Guardia de Jaén?
Este castillo fue construido como una gran fortaleza. Se usó una técnica llamada tapial de tierra, que es como hacer paredes con tierra prensada. A lo largo del tiempo, especialmente en el siglo XII, el castillo fue modificado.
La fortaleza tiene dos partes principales: El Alcázar y La Alcazaba. Estas dos zonas se mantuvieron así incluso después de que los cristianos conquistaran la zona, aunque El Alcázar sufrió más cambios importantes.
El Alcázar: La parte principal del castillo
El Alcázar tiene forma rectangular y está protegido por varias torres. Estas torres son diferentes entre sí y se adaptan al terreno. De las construcciones originales de la época islámica, solo queda una torre redonda hecha de mampostería (piedras unidas con mortero). De esta torre salen dos muros hechos de tapial de tierra sobre una base de mampostería. Uno de estos muros aún conserva el adarve, que es un pasillo por donde se podía caminar y acceder a la torre.
Después de la conquista cristiana, El Alcázar fue renovado. Los muros de tapial se cubrieron o reemplazaron con muros de mampostería. Las torres se hicieron más altas o se construyeron nuevas. La torre redonda, por ejemplo, se elevó y ahora tiene tres niveles. Los dos primeros niveles se podían habitar y estaban cubiertos con bóvedas (techos curvos). Una escalera dentro del muro conectaba estos niveles. La sala del medio tenía ventanas que permitían pasar entre las torres y los pasillos.
Cada extremo de la fortaleza tiene una torre para protegerla. La torre redonda defiende el lado suroeste. Hacia el sur, hay otra torre cuadrada más pequeña, que también fue elevada y cubierta con una bóveda. La torre del noreste es rectangular y tiene dos niveles. El nivel inferior ha sido muy modificado por restauraciones recientes, y el superior está cubierto con una bóveda apuntada.
Finalmente, el extremo noroeste estaba defendido por la Torre del Homenaje, que mide unos 35 metros de altura. Esta torre es cuadrada y tiene tres partes. La parte de abajo es sólida y se apoya en la roca. El segundo nivel tiene un techo abovedado que forma un espacio octogonal por dentro. En este nivel hay cuatro aberturas: una es la puerta de entrada a la torre, y las otras tres eran aspilleras (aberturas estrechas para disparar flechas). Hoy solo queda una aspillera, las otras se convirtieron en balcones. Al tercer nivel y a la terraza se llegaba por una escalera dentro de los muros. La habitación del tercer nivel tenía un techo con nervios (costillas de piedra) y se iluminaba con cuatro ventanas o aspilleras.
Se podía entrar al Alcázar por dos puertas: una principal y otra más pequeña, llamada postigo. La puerta principal está en el lado este y ha sido muy modificada, ahora tiene un arco de herradura. La segunda puerta está en el lado oeste, cerca de la Torre del Homenaje.
Dentro del Alcázar hay dos zonas claras: la de los aljibes y el patio. Los aljibes (depósitos de agua) están en la parte más al sur y fueron construidos en diferentes épocas con distintas técnicas. Uno, de la época islámica, se hizo con tapial de cal y grava. El otro, pegado al primero y construido durante la conquista cristiana, tiene muros gruesos de mampostería. En la parte norte del Alcázar estaba el patio. Es un espacio pequeño que permite el acceso tanto a la Torre del Homenaje como a la torre que está justo enfrente.
La Alcazaba: El gran espacio exterior
La Alcazaba es el espacio grande que está rodeado por los muros que salen del Alcázar. Estos muros se hicieron con mampostería y se rebajaron por un lado. Esto sugiere que son revestimientos de estructuras más antiguas hechas con materiales menos duraderos, como el tapial y la tierra. La forma irregular de la muralla ayudaba a su defensa, por lo que no se necesitaron muchas torres defensivas. Solo hay una torre en todo el recorrido, en el lado este, que protegía la entrada principal.
Para entrar a la fortaleza, se construyó un camino pegado a las murallas que llegaba cerca de la puerta. Una vez que se cruzaba la puerta, se entraba a un espacio cerrado rectangular que impedía el acceso directo al interior del castillo.
¿Cuál es la historia del Castillo de La Guardia de Jaén?
El castillo a lo largo del tiempo
A finales del siglo XIV, el Castillo de La Guardia dejó de ser solo una fortaleza militar y se convirtió en una residencia de lujo, como un palacio. Se añadieron nuevas habitaciones, especialmente en El Alcázar. Allí se construyó el pequeño patio interior y, apoyándose en la Torre del Homenaje y en la torre de enfrente, se levantó un nuevo edificio de dos niveles: uno inferior como bodega y otro superior como sala. Al mismo tiempo, la Torre del Homenaje se dividió en cuatro pisos, abriendo muchas ventanas y modificando las existentes para comunicar, iluminar y ventilar los nuevos espacios.
En la zona exterior, la puerta de acceso se decoró con una portada que tenía un arco conopial y los escudos de la familia Messía.
También se construyó la Iglesia de Santa María en la parte noreste del recinto exterior. Esta iglesia es rectangular, con seis capillas a los lados. Su ábside (la parte trasera del altar) aprovechaba la única torre que existía en la muralla de la Alcazaba, que defendía la entrada. A esta iglesia se le añadió una torre-campanario nueva, apoyada en las estructuras de acceso al interior del recinto.
Además de estos edificios residenciales y palaciegos, las excavaciones arqueológicas han encontrado otras dependencias construidas en los siglos XVI y XVII. Estas incluían bodegas, almacenes, patios de paso, pasillos y cocinas, que servían para dar servicios al Castillo-Palacio.
Orígenes antiguos del lugar
Las estructuras defensivas del castillo fueron construidas principalmente en la época islámica. Sin embargo, es posible que antes hubiera un asentamiento íbero-romano en el mismo lugar, ya que se han encontrado muchos objetos de cerámica de esa época. De todas formas, las construcciones medievales habrían cubierto por completo los restos anteriores.
Se cree que La Guardia es la antigua ciudad romana y visigoda de Mentes Bastia, y la Mantisa de las fuentes árabes. Mantisa, según autores árabes, era una de las ciudades más antiguas de la región de Jaén. El asentamiento de la antigua Mentesa fue un puesto romano importante en la Hispania Citerior. Era una parada en el camino romano que iba desde Acci (Guadix) hasta Cástulo y Aurgi (Jaén). Tuvo un obispo que asistió a un concilio en el año 309.
Todas las fuentes árabes dicen que Mantisa estaba en un lugar alto y tenía defensas muy fuertes que la hacían casi imposible de conquistar. Tenía mucha agua y su tierra era muy fértil para cultivar.
El castillo en la Edad Media
La Primera Crónica General (del siglo XIII) cuenta que Tariq, durante la ocupación de la Península, pasó con sus ejércitos por el camino romano que iba de Astigi (Écija) a Toledo, pasando por Mentesa, la cual tomó y destruyó. Pero si esto fue así, la destrucción no pudo ser total, ya que hay referencias posteriores del mismo siglo VIII. Además, tribus árabes se asentaron allí. En el siglo IX, durante las rebeliones, Mantisa fue mencionada varias veces hasta que fue sometida. Los cambios en la administración del territorio hicieron que Jaén (Yayyan) se convirtiera en la capital de la región, y Mantisa perdió su importancia.
La Guardia fue conquistada por los cristianos en la primera mitad del siglo XIII. Una vez que Jaén fue conquistada, La Guardia volvió a ser muy importante estratégicamente. Esto se debe a que, con el acuerdo entre Fernando III y Muhammad I en las Capitulaciones de Jaén, la frontera con el reino nazarí de Granada quedó muy cerca del castillo. Durante dos siglos y medio, La Guardia y Pegalajar compartieron la responsabilidad de defender esta parte de la frontera cristiana.
Al principio, el Castillo de La Guardia pertenecía al Concejo de Jaén. Pero en 1331, La Guardia pasó a ser propiedad de Don Lope Ruíz de Baeza. Él fue despojado de su señorío por Enrique II de Trastámara a finales del siglo XIV, por haber apoyado a Pedro I en la guerra entre los dos hermanos. El nuevo rey, Enrique II, cedió el castillo y sus tierras a Ruíz González de Mexía a finales del siglo XIV. Una vez que el peligro nazarí desapareció, a partir de finales del siglo XV, el Castillo de La Guardia sufrió cambios para dejar de ser una fortaleza militar y convertirse en una residencia palaciega. La familia Mexía (o Messía) fue dueña del castillo hasta que los señoríos desaparecieron en el siglo XIX.
El castillo en la Edad Moderna
El castillo estaba habitado cuando fue ocupado por las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia Española. Poco después, el castillo dejó de ser una fortificación defensiva, aunque algunas partes como el alcázar se mantuvieron en pie y aún existen hoy.
Actualmente, la mayor parte del alcázar ha sido restaurada o reformada, así como otras partes del conjunto, como la Torre Campanario de la posterior Iglesia de Santa María Magdalena.