Cónvenos para niños
Los Cónvenos (del latín Convenae) eran un pueblo antiguo que vivía en la región de Aquitania, en lo que hoy es el suroeste de Francia y parte de España. Se les considera un grupo de origen aquitano o celto-aquitano. Su nombre está relacionado con su capital, Lugdunum Convenarum. La palabra Lugdunum es de origen celta y significa "fortaleza de Lug", siendo Lug un dios celta del comercio.
El territorio de los Cónvenos se extendía por una zona que hoy corresponde a la mitad sur del departamento francés de Alto Garona, el valle alto del río Garona, y partes de la meseta de Lannemezan. También incluía lugares como Vielle-Aure y el Valle de Arán.
Su capital, Lugdunum Convenarum, se llamaba así para distinguirla de la antigua ciudad de Lyon, que también se conocía como Lugdunum. Hoy en día, esta capital es el pueblo de Saint-Bertrand-de-Comminges. Los Cónvenos estaban cerca de otros pueblos como los volcos tectósages de Toulouse y los auscos de Auch. También se unieron en parte con los consoranos del Couserans, los garunos del Valle de Arán y los onesios de Luchon.
Contenido
Historia de los Cónvenos
¿Cómo surgieron los Cónvenos?
Se cree que los Cónvenos no existían como un pueblo organizado antes de la llegada de los romanos a Aquitania. Los romanos fueron quienes ayudaron a formar y estructurar este grupo. Según un texto de Jerónimo de Estridón, el general romano Pompeyo, después de ganar una guerra en Hispania en el año 72 a.C., trasladó a varias poblaciones de los Pirineos y de Iberia. Las instaló bajo el control de una fortaleza llamada oppidum. No se sabe si esta fortaleza ya existía o si fue construida por Pompeyo en ese momento.
Este asentamiento se hizo en la salida del alto valle del Garona, donde hoy se encuentra San Bertrán de Cominges. Esto afectó a las poblaciones locales, que pasaron del control de los volcos tectósages de Toulouse a la administración romana.
El significado del nombre "Cónvenos"
El nombre "Cónvenos" viene del latín convenio, que significa "congregar" o "reunirse". Por eso, se les llamó así a esta unión de pueblos. Eran una mezcla de poblaciones, muchas de ellas locales con su propia lengua y cultura aquitana. Otras fueron trasladadas desde los valles del sur de los Pirineos, e incluso quizás desde el centro de España. La fundación de la aldea de Lugdunum en los límites del territorio romano tenía como objetivo fortalecer la autoridad de Roma en esas zonas.
El desarrollo de Lugdunum Convenarum
Desde sus inicios como un pequeño puesto fronterizo, la ciudad de Lugdunum creció mucho durante las primeras décadas del siglo I d.C. Después de una reforma del emperador Augusto, los Cónvenos fueron separados de la Galia Narbonense y se unieron a la nueva provincia de Galia Aquitania.
Lugdunum se convirtió en la capital de una civitas (ciudad) y se construyeron allí importantes edificios públicos e infraestructuras. Se transformó en un centro de romanización para toda la región, ayudando a establecer las costumbres galo-romanas. La ciudad estaba en un cruce de caminos y ríos, tenía tierras fértiles, canteras de mármol y caliza, sal de Salies-du-Salat y famosas termas. Gracias a todo esto, la ciudad de los Cónvenos prosperó y se convirtió en una de las más importantes de Galia Aquitania. Antes de mediados del siglo II d.C., Lugdunum fue elevada al estatus de colonia romana.
Los Cónvenos en la Antigüedad Tardía
Bajo el emperador Diocleciano (en la segunda mitad del siglo III d.C.), la ciudad de los Cónvenos pasó a formar parte de la Novempopulania. Los hallazgos arqueológicos muestran que la prosperidad continuó hasta el siglo V y durante la Alta Edad Media. Esto fue a pesar de las invasiones de los vándalos a principios del siglo V y el asedio de la ciudad por el rey de los burgundios, Gontrán I, en el año 585.
La religión de los Cónvenos
Dioses locales y romanos
Se han encontrado muchos altares votivos dedicados a dioses locales en el territorio de los Cónvenos. Estos altares, que datan de los siglos I al IV d.C., son más comunes en el alto valle del Garona y en el valle del Pique y Larboust, cerca de Bagnères-de-Luchon.
Se han identificado alrededor de cuarenta de estos dioses autóctonos. Sus nombres suelen provenir de la lengua aquitana, que no era una lengua indoeuropea. El dios Abellio era venerado en todo el territorio de los Cónvenos, pero otras divinidades parecían ser adoradas solo en zonas muy específicas. El culto a estos dioses locales continuó junto con el de los dioses romanos, y a menudo se mezclaban. Los dioses romanos, por su parte, eran más venerados en la ciudad de Lugdunum.
La llegada del cristianismo
El cristianismo comenzó a aparecer en la región a partir del siglo IV d.C., antes de la llegada de los visigodos durante el siglo V.
Origen del nombre "Cónvenos"
La palabra "cónvenos" se cree que viene del latín con-venit, que significa "los congregados" o "los reagrupados".
Sin embargo, algunos lingüistas, como Jean-Claude Dinguirard, sugieren que podría ser un juego de palabras latinas a partir de un nombre de pueblo original, *Kombenae, que no sería de origen latino.
La primera vez que se menciona a los Cónvenos (Κονουενοι) es en los textos del geógrafo griego Estrabón en el siglo I d.C., en su obra Geografía. Estrabón dice que los Cónvenos fueron "reunidos" en su ciudad de Lougdounon (Πόλις Λούγδουνον), también conocida como Lugdunum Convenarum (la actual San Bertrán de Cominges), cuyo nombre es de origen celta.
Esta denominación de Cónvenos (Κομουέναι) fue retomada más tarde por Ptolomeo en el siglo II d.C., en su "Guía geográfica".
En el siglo IV d.C., San Jerónimo, en un escrito contra Vigilantio, menciona que su oponente descendía de un grupo de personas que Pompeyo había reunido en una sola ciudad fortaleza, "in unum oppidum congregavit". De esta ciudad, que más tarde se llamó Lugdunum Convenarum, los Cónvenos tomaron su nombre, "unde et nomen Convenarum accepit".
San Jerónimo escribió: "Este Vigilantio no es más que el reflejo de su origen, nacido de un grupo de personas que Cneo Pompeyo asentó en las cumbres de los Pirineos y reunió en una ciudad fortaleza, después de pacificar Hispania y mientras se apresuraba a Roma para celebrar su triunfo."
La capital de los Cónvenos es mencionada por varios otros autores, aunque estos hablan poco de los Cónvenos mismos.