Real Audiencia de Cataluña para niños
La Real Audiencia de Cataluña fue un tribunal muy importante que se encargaba de la justicia en el Principado de Cataluña. Fue creada en 1493 por el rey Fernando el Católico y funcionó hasta 1714. En ese año, el rey Felipe V la eliminó como parte de los cambios que hizo con el Decreto de Nueva Planta de Cataluña.
Contenido
¿Cómo funcionó la Real Audiencia a lo largo del tiempo?
La Real Audiencia con los Reyes Católicos
En 1493, el rey Fernando II fundó la Real Audiencia de Cataluña. Era el tribunal más alto para asuntos civiles, es decir, problemas entre personas. Al principio, no se encargaba de casos de la Iglesia, de los nobles o del ejército. Sin embargo, sí intervenía si había conflictos entre diferentes tipos de justicia o en crímenes muy graves, especialmente si estaban involucrados nobles o miembros de la Iglesia. Generalmente, se ocupaba de la justicia en las tierras que pertenecían directamente al rey.
La Real Audiencia durante la época de los Austrias
Con el tiempo, la Real Audiencia empezó a tener un papel más importante. No solo administraba justicia, sino que también aconsejaba al virrey (el representante del rey) en asuntos legales y políticos.
En 1512, se crearon dos salas o secciones. Cada una tenía seis jueces. Una sala se encargaba de los casos por primera vez, y la otra revisaba las apelaciones (cuando alguien no estaba de acuerdo con una decisión y pedía que se revisara).
Más tarde, en 1585, se añadió una tercera sala. Esta sala revisaba los casos civiles por tercera vez y era el primer tribunal para los casos criminales.
En 1599, hubo una última reforma importante. Las dos salas civiles tenían cinco jueces cada una. Una era presidida por un alto cargo de la Iglesia, y la otra por un experto en leyes. La tercera sala, que se encargaba de los crímenes y de las últimas apelaciones civiles, tenía cuatro jueces normales y tres especiales.
Para iniciar un caso civil, se debía pagar una cantidad de dinero. Sin embargo, los casos de personas con pocos recursos siempre eran atendidos sin importar el costo.
Durante una revuelta en 1640, algunos miembros de la Real Audiencia fueron atacados porque se les veía como parte del gobierno del virrey. Cinco de ellos fallecieron y el resto tuvo que huir. Por eso, la Audiencia dejó de funcionar por un tiempo hasta que la revuelta terminó en 1652.
La Real Audiencia durante la Guerra de Sucesión
Cuando Felipe V se convirtió en rey, en las reuniones de 1701-1702, se acordó crear un nuevo tribunal llamado Tribunal de Contrafacciones. Este tribunal tenía la tarea de asegurar que se respetaran las leyes propias de Cataluña. Estaba formado por representantes del rey y por los presidentes de los tres grupos principales de la sociedad: la Iglesia, la nobleza y los representantes de las ciudades.
Durante la Guerra de Sucesión, la Real Audiencia vivió momentos difíciles. Los jueces y magistrados tuvieron que elegir a qué rey apoyar, y sus puestos cambiaban según quién tuviera el poder en ese momento.
La nueva Real Audiencia después de los Decretos de Nueva Planta
Después de la guerra, el rey Felipe V hizo grandes cambios en Cataluña con los Decretos de Nueva Planta. La Real Audiencia se reorganizó.
¿Cómo se organizó la nueva Real Audiencia?
La nueva Audiencia mantuvo una estructura similar a la anterior. Tenía dos salas para casos civiles, cada una con cinco jueces llamados "oidores", y una sala para casos criminales, con cinco jueces llamados "alcaldes del crimen". También se crearon dos puestos de fiscal, uno para asuntos civiles y otro para criminales.
Un cambio importante fue que el Capitán General (la máxima autoridad militar y política) pasó a presidir la Real Audiencia. Esto significaba que el poder militar, político y judicial se unía en una sola persona, al menos en teoría. Sin embargo, en la práctica, el verdadero líder de la Audiencia era el regente.
¿Quiénes podían trabajar en la Real Audiencia?
Antes, solo las personas nacidas en Cataluña podían ser jueces. Pero con los nuevos cambios, se permitió que personas de otras regiones de España, como Castilla, Aragón o Valencia, también pudieran ocupar esos cargos. Al principio, se discutió si debía haber un número fijo de catalanes y de personas de fuera, pero al final no se reguló. Aun así, se consideró importante tener jueces catalanes.
En la primera formación de la nueva Audiencia, de los 18 puestos de jueces (12 oidores y 6 alcaldes del crimen), 7 eran catalanes, 9 castellanos y 2 aragoneses. Con el tiempo, se reservaron algunos puestos para personas nacidas en Cataluña. Sin embargo, durante todo el siglo XVIII, solo hubo un regente catalán.
Para ser juez, se necesitaba haber estudiado derecho en la universidad y tener experiencia como abogado. Los puestos iniciales solían ser de fiscal o alcalde del crimen, y el siguiente paso era convertirse en oidor en las salas civiles.
El Real Acuerdo: la Real Audiencia y el gobierno
El Decreto de Nueva Planta de Cataluña estableció que el Capitán General de Cataluña presidiría la Real Audiencia. Pero, como ya mencionamos, el regente era quien realmente dirigía la Audiencia.
La Real Audiencia también tenía funciones de gobierno, no solo de justicia. Esta doble función se llamó Real Acuerdo. La idea era que la Real Audiencia, como un grupo de expertos, ayudara a limitar el poder del Capitán General y que el poder civil participara más en las decisiones de gobierno.
En la práctica, hubo muchas discusiones y conflictos entre el Capitán General y la Real Audiencia, porque sus funciones no estaban muy claras. Generalmente, los Capitanes Generales tendían a tomar decisiones de forma más autoritaria, aunque esto variaba según la personalidad de cada uno.
Las Ordenanzas de 1742
Para intentar resolver los problemas y discusiones entre el Capitán General y la Real Audiencia, se crearon unas nuevas reglas en 1742, llamadas Ordenanzas de la Real Audiencia del Principado de Cataluña. Estas reglas buscaban regular cómo debían relacionarse ambas instituciones, especialmente en temas importantes de protocolo y procedimientos. A pesar de estas nuevas reglas, las tensiones continuaron durante todo el siglo.
La Real Audiencia durante la guerra de independencia
Cuando las tropas francesas ocuparon Barcelona, la Real Audiencia siguió funcionando durante un año, colaborando de forma pasiva con los ocupantes. Sin embargo, en 1809, cuando se organizó una ceremonia para jurar lealtad a José Bonaparte, la mayoría de las autoridades de la Audiencia se negaron. Esto llevó a que fueran destituidos y encarcelados. Entonces, se formó una nueva Real Audiencia con jueces que sí apoyaban a los franceses.