Ana María de Gonzaga-Nevers para niños
Datos para niños Ana María de Gonzaga-Nevers |
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Condesa consorte del Palatinado-Simmern | ||
1645-1663 | ||
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Información personal | ||
Nombre en francés | Anne de Gonzague de Clèves | |
Nacimiento | 1616 París (Reino de Francia) |
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Fallecimiento | 6 de julio de 1684 París (Reino de Francia) |
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Sepultura | Couvent des Carmélites du faubourg Saint-Jacques | |
Religión | Catolicismo | |
Familia | ||
Familia | Familia Gonzaga | |
Padres | Carlos I de Gonzaga-Nevers Caterina de Lorena |
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Cónyuge | Eduardo del Palatinado (desde 1645) | |
Hijos |
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Información profesional | ||
Ocupación | Salonnière | |
Ana María de Gonzaga-Nevers (París, 1616-ibidem, 6 de julio de 1684) fue una noble ítalo-francesa y salonista. Era la hija menor de Carlos I de Gonzaga-Nevers, duque de Mantua y Monferrato, y de Catalina de Mayena, hija de Carlos de Lorena, duque de Mayena. Ana María era princesa palatina como la esposa de Eduardo del Palatinado-Simmern, nieto del rey Jacobo I de Inglaterra y tío del rey Jorge I de Gran Bretaña. Dio a luz tres hijos de Eduardo, todas mujeres. Si Ana María no hubiese convertido al catolicismo a Eduardo, el trono inglés podría haber pasado a sus descendientes.
Familia y primeros años
Ana María nació en París en una rama menor francesa de la Casa ducal de los Gonzaga, que gobernó Mantua, en el norte de Italia. La rama Nevers posteriormente llegó a gobernar Mantua de nuevo después de la Guerra de sucesión de Mantua, provocada en parte por la demanda de su padre, de origen parisino, de los ducados de Mantua yMonferrato. Con el apoyo prometido de la corona francesa, que naturalmente prefería a un Par de Francia para gobernar Mantua, Carlos llegó allí en enero de 1628 y proclamó su soberanía.
A pesar de su nombre y su línea paterna era de Mantua (Italia), Ana María de Gonzaga (a veces Ana Gonzaga de Clèves-Nevers, como la nieta de Enriqueta de Cleves, duquesa de Nevers) nació y vivió principalmente en Francia. Probablemente se quedó en Francia incluso después de la recuperación de su padre de la ciudad ancestral de Mantua, teniendo en cuenta que la ciudad estaba en ruinas en 1630 (marcada por la guerra, la peste y un brutal saqueo por el ejército imperial).
Ana María era la menor de los seis hijos de los duques de Mantua. Tenía tres hermanos, entre ellos Carlos de Gonzaga-Nevers, y dos hermanas; la mayor de éstas, María Luisa de Gonzaga, se convirtió en reina de Polonia. Su madre francesa, Catalina de Mayena (que pertenecía a una rama menor de la real Casa de Lorena), murió en 1618, cuando Ana María tenía sólo dos años de edad. Originalmente su familia planeaba que ella se convirtiera en monja, pero la muerte de su padre en 1637 la relevó de esta obligación y, posteriormente, Ana María llevó a cabo una vida aventurera.
Duque de Guisa
Se enamoró apasionadamente de su primo segundo materno, Enrique II de Guisa, y más tarde, afirmó haber contraído un matrimonio secreto con él en 1639, que Enrique negó. En 1640, Ana María se disfrazó de hombre para unirse a él en Sedán, pero él la abandonó al año siguiente, en 1641. Presentó una demanda contra él, exigiendo el reconocimiento como su esposa.
Matrimonio e hijos
El 24 de abril de 1645 en París, Ana María se casó, sin mucho entusiasmo, con Eduardo del Palatinado-Simmern, un noble alemán de diecinueve años de edad, sin tierra y sin dinero, que tenía nueve años menos que ella. Se convirtió en condesa palatina de Simmern, y era conocida en alemán como Pfalzgräfin Anne y en inglés como Anne, Princess Palatine (Ana, princesa palatina).
Con Eduardo, tuvo tres hijas:
- Luisa María (23 de julio de 1647-11 de marzo de 1679), casada con el príncipe Carlos Teodoro de Salm.
- Ana Enriqueta Julia, princesa de Condé (23 de julio de 1648-23 de febrero de 1723), casada con Enrique Julio, príncipe de Condé, tuvo descendencia.
- Benedicta Enriqueta (14 de marzo de 1652-12 de agosto de 1730), casada con el duque Juan Federico de Brunswick-Luneburgo. De ella descienden figuras tan prominentes como el condenado rey Luis XVI de Francia.
Según el historiador italiano Signor GB Intra, Ana María "sostuvo uno de los salones más brillantes durante los primeros años del reinado de Luis XIV".
El matrimonio de su segunda hija con Enrique Julio, príncipe de Condé y duque de Enghien, vino a restaurar su posición. Enrique Julio, hijo de el Gran Condé, era un primo del rey Luis XIV de Francia y uno de los hombres de más alto rango en la corte. Su hermana, la reina polaca María Luisa de Gonzaga, había designado a Ana Enriqueta como su heredera y se había comprometido a apoyar la candidatura del duque de Enghien para el trono polaco.
Ana María logró casar a su hija menor, Benedicta, con el duque Juan Federico de Brunswick-Luneburgo. La princesa palatina era confidente del duque Felipe I de Orleans, cuyo segundo matrimonio (con la sobrina de su marido, de diecinueve años de edad, Isabel Carlota del Palatinado) ayudó a orquestar.
Vida posterior y religión
La madre de Ana María era miembro de la "ultra-católica" Casa de Guisa, y Ana María parece haber sido profundamente dedicada a la religión, especialmente en sus últimos años. Además de ser ilegítima descendiente de un papa, era la nieta de Carlos de Lorena, presidente de la Liga Católica de Francia, que había formado su hermano asesinado. Ana María logró convertir a su marido del calvinismo al catolicismo a pesar de las amenazas de su madre, Isabel Estuardo, de renegar de cualquiera de sus hijos que se hicieran católicos. (Isabel perdonó a su hijo con una rapidez sorprendente.)
En 1663, Eduardo murió en París a los 37 años. 40 años después de su muerte, Sofía, la hermana menor de Eduardo, comúnmente conocida como Sofía de Hannover después de su matrimonio con el protestante duque Ernesto de Hannover, fue declarada la presunta heredera a su prima hermana una vez retirada, la reina Ana de Inglaterra e Irlanda (más tarde reina de Gran Bretaña e Irlanda). Sofía nunca fue declarada heredera presunta de Escocia. Habría sucedido en la corona a Ana, si no hubiese muerto unas semanas antes de que Ana lo hiciera. Tras la muerte de Sofía, su hijo Jorge Luis, elector de Hannover y duque de Brunswick-Luneburgo, se convirtió en presunto heredero. Tras la muerte de la reina Ana, se convirtió en Jorge I, el primero de la línea de los reyes de la casa de Hannover. "Si Eduardo, el hermano mayor de Sofía. no se hubiese convertido al catolicismo", escribe George L. Williams, "es posible que el trono inglés habría estado en manos de sus descendientes".
En 1671, Ana María volvió a dedicarse al catolicismo y cambió por completo su estilo de vida. Murió en 1684. Bossuet pronunció su famosa oración fúnebre.