Amina bint Wahb para niños
Ámina bint Wahb (en árabe, امنة بنت وهب, Āmina bint Wahb) (La Meca, 549 – Al-Abwa, c. 576) fue la madre de Mohamed, hija de Wahb ibn Abd Manaf, del clan Banu Zuhra de la tribu de Quraish descendiente de Abraham, a través de su hijo Ismael, y de Barra bint Abd al-Uzza, del clan Abd ad-Dar.
Finalmente, ella se casó con Abd Allah ibn Abd al-Muttalib.
Se dice que una luz brillaba en su frente y que esta luz fue la promesa de tener un Profeta como descendiente. Innumerables mujeres árabes se acercaron a Abd Allah para que se casara con ellas y tener el honor de darle descendencia. Sin embargo, los musulmanes creen que Alá dictaminó que esta luz sería transferida hacia Abd Allah a través de Ámina después de su matrimonio.
El padre de Abd Allah fue el custodio de la Sagrada Kaaba en La Meca. Poco después de su matrimonio, Abd Allah viajaría a Siria en una caravana comercial. Cuando se fue, Ámina estaba en estado. Sin embargo, Abd Allah enfermó y falleció antes de regresar a La Meca y a su hogar donde le esperaba su esposa embarazada. A raíz de su muerte, Ámina padeció una depresión de la que nunca se recuperaría.
Nacimiento de Mahoma
Dos meses después de la muerte de Abd Allah, nació Mahoma. Como era tradición en todas las grandes familias de la Arabia preislámica, Ámina envió a Mahoma al desierto siendo un bebé. Por esa época se creía que en el desierto se aprendía la autodisciplina, nobleza y libertad. Esto le ofreció a Mahoma la oportunidad de aprender el árabe y las tradiciones árabes. Durante este tiempo, Mahoma fue cuidado por Halimah bint Abi Dhuayb, una beduina pobre de la tribu Banu Sa'ad, que estaría a su lado durante su infancia en el desierto.
Cuando Mahoma cumplió los 5 años, volvió con Ámina. Después de reunirse con su hijo, Ámina lo llevó a Medina junto a su familia y presentarlo en sociedad. Después de haber recorrido tan solo 23 km de La Meca a Medina, Ámina se puso enferma y, finalmente, falleció siendo enterrada en el pueblo de Abwa.
En 1998 los saudíes presuntamente arrasaron y vertieron gasolina sobre la tumba de Ámina bint Wahb, la madre del Profeta Mahoma, causando resentimiento en todo el mundo musulmán (ver Destrucción de patrimonio islámico en Arabia Saudí).