Étienne Marcel para niños
Étienne Marcel, también conocido como Esteban Marcel, fue un líder importante en París entre los años 1302 y 1310 hasta el 31 de julio de 1358. Fue el preboste de los mercaderes de París, una especie de alcalde o representante de los comerciantes, durante el reinado del rey Juan II de Francia.
Étienne Marcel lideró un movimiento que buscaba cambiar la forma de gobierno en 1357. Quería que el rey tuviera menos poder y que los Estados Generales de Francia (una asamblea donde se reunían representantes de diferentes grupos sociales) tuvieran más control. Se opuso al príncipe Carlos, quien más tarde sería el rey Carlos V.
Como representante del "tercer estado" (la gente común, no la nobleza ni el clero), Marcel tuvo un papel clave en los Estados Generales que se celebraron durante la guerra de los Cien Años. Estas reuniones buscaban controlar los impuestos y aprobar nuevas formas de recaudar dinero para el reino.
Sin embargo, los Estados Generales no lograron resolver los problemas del reino. Esto permitió al príncipe Carlos recuperar el poder. Étienne Marcel fue asesinado por algunos ciudadanos de París que temían que, en su lucha contra el príncipe, entregara la ciudad a los ingleses.
Contenido
¿Cómo era la sociedad en la época de Étienne Marcel?
Étienne Marcel vivió en un tiempo de grandes cambios en la sociedad. Al igual que Jacob van Artevelde en Flandes, Marcel era un líder de la ciudad que defendía los derechos de los artesanos y trabajadores, que eran la mayoría de la población urbana.
Estos líderes fueron importantes en un movimiento que surgió por la crisis del sistema feudal. En los siglos XIV y XV, la nobleza y el clero (la Iglesia) estaban cambiando su papel en la sociedad. Los cambios económicos y culturales hicieron que la burguesía (los comerciantes y gente de negocios) ganara mucho poder.
El descontento de la gente y el ejemplo de ciudades importantes como las de Flandes, Italia y la Liga Hanseática, mostraron que las ciudades podían organizar la sociedad y responder a las nuevas necesidades económicas. El comercio se volvió más importante que la posesión de tierras.
El crecimiento del poder de la burguesía
Después del año 1000, la sociedad medieval había evolucionado mucho. Europa había tenido un gran desarrollo en tecnología, arte y crecimiento de la población. Las ciudades crecieron gracias a nuevas clases sociales centradas en la artesanía y el comercio.
El sistema feudal, que dividía a la sociedad en tres grupos (nobleza, clero y campesinos), estaba diseñado para una sociedad agrícola y descentralizada. La nobleza protegía las tierras y administraba justicia; el clero guiaba espiritualmente y se encargaba de la cultura; y los campesinos producían los alimentos.
Entre los siglos XIII y XIV, este equilibrio se rompió. El crecimiento de las ciudades necesitaba un gobierno centralizado que administrara justicia, unificara la moneda y protegiera el país. Este gobierno necesitaba dinero, y la alta burguesía comercial, que tenía mucho capital y prestaba dinero a príncipes y religiosos, se hizo cada vez más importante.
Los reyes, como los Capetos, dieron más poder político y económico a los burgueses para limitar la influencia de la nobleza. También crearon zonas especiales para el comercio. En Inglaterra, la lucha entre el rey Juan I y Felipe Augusto llevó a los nobles a imponer la Carta Magna (1215), que daba libertad a las ciudades y control económico al Parlamento.
En Francia, el rey Felipe IV creó los Estados Generales de Francia, donde estaban representados la nobleza, el clero y las ciudades. Esto le permitía establecer impuestos de forma legal.
La nobleza urbana también ganó importancia cultural, creando escuelas y apoyando a artistas. Muchas innovaciones técnicas de la época fueron hechas por ingenieros y artesanos laicos. El clero perdió parte de su influencia cultural en las ciudades.
Muchos burgueses querían ser nobles para obtener más poder político. Sin embargo, aquellos como Étienne Marcel, que no estaban cerca del rey Juan II y no podían ascender socialmente, se convirtieron en los principales promotores de una reforma política que limitara el poder del rey a través de los Estados Generales.
La crisis del feudalismo
El crecimiento de la agricultura y la tala de bosques hicieron que la población de Europa creciera mucho desde el siglo X. En algunas zonas, la población superó la producción de alimentos entre los siglos XIII y XIV. Las tierras cultivables se hicieron más pequeñas.
La superpoblación en lugares como Flandes los llevó a buscar más tierras y a desarrollar una economía comercial para obtener alimentos. La gente del campo se empobreció, lo que bajó los precios de los alimentos y aumentó la presión de los impuestos de la nobleza. Esto causó tensiones en las ciudades.
La nobleza necesitaba compensar la disminución de sus ingresos, y la guerra era una buena forma de hacerlo, ya que podían obtener dinero de rescates, saqueos y nuevos impuestos. Por eso, la nobleza, especialmente la inglesa, quería que hubiera guerras. En Francia, el rey Felipe IV también necesitaba dinero para el Estado, y una guerra le permitiría cobrar impuestos especiales.
El crecimiento del comercio hizo que algunos territorios dependieran económicamente de un reino u otro. El transporte de mercancías se hacía por mar o ríos. Aquitania, que exportaba vino a Inglaterra, Bretaña, que exportaba sal, y Flandes, que importaba lana británica, estaban bajo la influencia económica inglesa.
Por eso, los comerciantes de Flandes se rebelaron varias veces contra el rey de Francia para evitar los impuestos. Flandes apoyó al rey de Inglaterra, e incluso en 1340 declaró que Eduardo III era el rey legítimo de Francia. Ambos reinos querían más territorios para aumentar sus ingresos. Esto llevó a la guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, que duró 116 años y afectó mucho al comercio y a los impuestos.
La mala reputación de los Valois
El inicio de la guerra de los Cien Años fue desastroso para Francia. Después de la derrota en la Batalla de Crécy (1346), la monarquía fue cuestionada. El rey Felipe VI había llegado al trono en lugar de Eduardo III de Inglaterra, quien también reclamaba la corona.
Carlos II de Navarra también podía reclamar el trono. El rey Juan II, para evitar problemas, capturó y encarceló a Carlos de Navarra en 1356. La nobleza debía mostrar su valor en el campo de batalla, pero Crécy fue un desastre militar para Francia, y el rey Felipe VI huyó, lo que hizo dudar de la legitimidad de los Valois.
Esta mala reputación empeoró con la llegada de la Peste Negra en 1348, que hizo pensar que Dios no apoyaba a esta dinastía. Eduardo III y Carlos de Navarra vieron la oportunidad de reclamar la corona de Francia y trataron de convencer a las ciudades con la idea de una monarquía controlada.
El país no quería pagar los impuestos necesarios. Los reyes devaluaron la moneda, lo que causó inflación y afectó el comercio. Los ricos querían una moneda fuerte y estable. La guerra generó muchos gastos, y el comercio se interrumpió por las compañías de mercenarios.
La peste causó escasez de mano de obra y reducción de la producción agrícola. En 1351, el rey Juan II estableció precios y salarios de forma arbitraria en París, lo que afectó a los artesanos. El resentimiento contra los Valois creció, y la gente creyó que los Estados Generales gobernarían mejor el reino. Carlos de Navarra, con su sangre real y su oratoria, se puso al frente del movimiento reformista.
París, un centro importante
Étienne Marcel nació en este contexto de crisis, donde las ciudades se habían vuelto una fuerza política principal, especialmente París, que era la ciudad más grande de Europa con unos 200.000 habitantes hacia 1328. Sin embargo, la Peste Negra en 1348 redujo mucho su población.
Como capital, París albergaba a gran parte de la nobleza y la administración del Estado. El alto consumo de este sector atrajo a muchos artesanos y artistas. París era un gran centro de consumo y comercio, especialmente a través del río Sena, donde se vendían productos agrícolas y de las regiones del norte.
En París estaban la Corte, la administración (en el Palais de la Cité) y la Universidad de París. Era un gran centro comercial y artesanal, donde vivían los principales representantes de todos los grupos sociales.
¿Quién fue Étienne Marcel?
Sus orígenes familiares
La familia Marcel era una de las más poderosas de la burguesía de París. Eran comerciantes de telas que importaban lana de Flandes y Brabante, y también prestaban dinero a la corte. Se hicieron ricos con negocios inmobiliarios y tenían acceso a la corte. Los Marcel aumentaron sus alianzas casándose con otras familias burguesas importantes de París.
Étienne no pertenecía a la rama más rica de la familia. Por parte de su madre, venía de una familia de oficiales de la casa real, y por parte de su padre, de proveedores de la Corte.
Su juventud
Étienne Marcel nació entre 1302 y 1310. Siguió los pasos de su padre y se dedicó al comercio de telas en la década de 1330. Se asoció con Jean de Saint Benoît y vendía telas importadas a la corte. Se casó dos veces, lo que le permitió entrar en la política y hacer conexiones con ricos comerciantes de Flandes. Tenía muchas propiedades en París y vivía en la Isla de la Cité.
Su relación con Roberto de Lorris
El rey solía usar a personas como Pierre des Essars (suegro de Étienne) y Jean Poilevillain (aliado de Étienne) para hacer "cambios monetarios". Esto significaba que reducían el contenido de metal precioso en las monedas, lo que causaba una devaluación y el descontento de la gente y la nobleza, ya que sus ingresos fijos valían menos.
Después de la derrota en Crécy (1346), Essars y Poilevillain fueron arrestados por mala administración. Étienne intercedió por Essars, quien fue liberado pero no absuelto. Cuando Essars murió en 1349, Marcel rechazó la herencia para evitar posibles multas.
Roberto de Lorris, un burgués poderoso y yerno de Pierre des Essars, logró volver a la corte en 1347 y se convirtió en asesor del rey Juan II. En 1352, logró la rehabilitación de su suegro. Roberto no había renunciado a la herencia de Essars, por lo que se quedó con una gran fortuna, lo que enfureció a Marcel, quien se sintió engañado.
El resentimiento contra los especuladores que rodeaban al rey Juan II creció. Étienne, rompiendo con su propia clase, decidió convertirse en el defensor del pueblo.
Preboste de los mercaderes de París
Étienne Marcel se unió a dos importantes hermandades de París. Su reputación creció y en 1354 sucedió a Jean de Pacy como preboste de los mercaderes de la ciudad.
El preboste de los mercaderes era el representante de los comerciantes, encargado del abastecimiento de la ciudad, las obras públicas y los impuestos. Aunque su competencia era teóricamente comercial, el puesto rápidamente adquirió importancia política, ya que la burguesía parisina lo usaba para oponerse a los abusos del rey. Marcel se mudó a la "Casa de las Columnas", cerca del actual Ayuntamiento de París.
El preboste también tenía responsabilidades militares. Era el encargado de que la ciudad pudiera resistir un ataque y podía liderar a los soldados que se enviaban al rey. En 1355, Marcel encabezó la tropa parisina en Picardía. En 1356, mandó reparar las murallas de París y construir una nueva sección.
Los Estados Generales de 1355 y 1356
Étienne Marcel no estaba en contra de la familia Valois en sí. Los intereses del rey y de los parisinos coincidían en querer detener los combates que bloqueaban las rutas económicas, ya que la prosperidad de París dependía del control del Sena y del acceso a Flandes.
En los Estados Generales de Francia de mayo de 1355, se intentó simplificar el cálculo de impuestos. Pero la situación del país impedía recaudar dinero, así que el rey tuvo que recurrir a devaluaciones monetarias, lo que causó gran descontento.
Ante la amenaza de Eduardo III, el rey Juan II convocó de nuevo a los Estados Generales en diciembre de 1355 para reclutar un ejército. Étienne Marcel y sus aliados eran los principales representantes de las ciudades. Los Estados fueron muy cautelosos con la economía debido a las manipulaciones monetarias que habían hecho que la moneda perdiera mucho valor.
La nobleza y los comerciantes querían una moneda estable. Después de los ataques del "Príncipe Negro" y del duque de Lancaster, los Estados aceptaron un nuevo impuesto sobre las transacciones comerciales, con la condición de poder controlar cómo se usaba el dinero y que la moneda fuera estable. Nombraron una comisión para supervisar esto.
Como los impuestos no se recaudaban bien y la moneda se devaluaba, los Estados se reunieron de nuevo en marzo de 1356 y decidieron gravar también los ingresos de la tierra, lo cual era difícil de aplicar.
El rey Juan II, al frente de las tropas pagadas con los impuestos, intentó enfrentarse a Eduardo de Woodstock en Poitiers. Juan II vio esto como una oportunidad para restaurar la reputación de la nobleza. La Batalla de Poitiers (1356), el 19 de septiembre de 1356, fue una derrota aplastante para Francia. Juan II fue capturado por los ingleses, aunque luchó con valentía.
El príncipe Carlos, que logró escapar de la batalla, asumió la regencia y trató de negociar con los ingleses. Los mercenarios desmovilizados saqueaban el país. El príncipe Carlos necesitaba un ejército permanente y nuevos impuestos, por lo que convocó de nuevo a los Estados.
La Ordenanza de 1357
Una monarquía con límites
Los inicios de la regencia del príncipe Carlos fueron difíciles. Tenía solo dieciocho años, poco prestigio y poca experiencia. Además, tenía que lidiar con la mala reputación de su familia. Al principio, se rodeó de los asesores de su padre, que eran despreciados por la gente.
El 17 de octubre de 1356, Carlos reunió a los Estados Generales de Francia. Se enfrentó a una fuerte oposición liderada por Étienne Marcel y Robert le Coq, obispo de Laon. Los Estados nombraron a Carlos teniente general y defensor del reino, y le asignaron asesores de cada grupo social.
Los Estados exigieron la destitución de los asesores reales más odiados, el poder para nombrar un consejo que apoyara al rey y la liberación de Carlos de Navarra. Carlos no se oponía a dar más poder a los Estados, pero la liberación de Navarra era inaceptable. Sin embargo, no tenía suficiente poder para rechazarlo, así que pospuso la respuesta y se fue de la capital, dejando los asuntos en manos de su hermano Luis. Los Estados Generales se pospusieron hasta el 3 de febrero de 1357.
Antes de irse, el príncipe publicó una ordenanza creando una nueva moneda para llenar sus arcas sin recurrir a los Estados. La moneda aumentó su valor, lo que benefició a los dueños de propiedades (nobleza, clero y burguesía). Esto causó un gran revuelo en París. Étienne Marcel apoyó a los artesanos y comerciantes contra la gran burguesía. Estallaron disturbios, y Marcel presionó a Luis para que convenciera al príncipe de revocar la ordenanza y convocar a los Estados.
Carlos aprovechó este tiempo para ir a Metz y obtener el apoyo diplomático de su tío, el emperador Carlos IV. A su regreso a París en marzo de 1357, aceptó la "Gran Ordenanza de 1357", que limitaba el poder del rey y reorganizaba la administración, a cambio de mantener a Navarra preso. Se creó una comisión para destituir a funcionarios corruptos. Nueve asesores de Carlos fueron reemplazados, y Étienne Marcel se vengó de Roberto de Lorris. Seis representantes de los Estados Generales formaron un consejo para el regente, y los Estados controlaron las finanzas reales.
Así, se impuso un gobierno de regencia controlado por los Estados Generales. Pero para los reformadores, esto no era suficiente, ya que el regreso del rey Juan podría acabar con todo. Además, el príncipe Carlos restituyó a los asesores reales expulsados y ordenó a Marcel que se limitara a los asuntos municipales.
Ante esto, Étienne Marcel y Robert Le Coq organizaron la liberación de Carlos de Navarra para presionar a Carlos. La liberación se hizo parecer un acto espontáneo.
El regreso de Carlos de Navarra fue planeado cuidadosamente. Fue liberado el 9 de noviembre y recibido con honores de rey en los pueblos por los que pasó. En cada ciudad entre Amiens y París, explicaba que había sido encarcelado por el miedo del rey Juan II a que reclamara sus derechos.
Carlos no pudo rechazar la petición de Marcel y Le Coq, así que tuvo que perdonar a Navarra, quien tuvo un regreso triunfal. El 30 de noviembre, Carlos de Navarra habló ante 10.000 parisinos reunidos por Étienne Marcel, acusando al rey Juan II y a Eduardo III de "invasores" y reclamando sus derechos al trono de Francia. El 3 de diciembre, Marcel, con una escolta de burgueses, irrumpió en una reunión para anunciar que los Estados habían aceptado los impuestos, y solo faltaba el acuerdo de la nobleza. Carlos, bajo presión, tuvo que rehabilitar a Navarra.
El 14 de enero de 1358, los Estados debían decidir sobre la sucesión al trono. La dinastía Valois estaba amenazada. Carlos II de Navarra hizo campaña para ganar apoyo. El príncipe Carlos, por su parte, comenzó a organizar la defensa del país contra los mercenarios. En París, reunió una tropa de 2.000 hombres. El 11 de enero, habló a los parisinos en Les Halles, explicando por qué reclutaba tropas y acusando a los Estados de no haber preparado la defensa. El 14 de enero, los Estados no llegaron a un acuerdo, y se aprobó una nueva devaluación monetaria. El pueblo, exasperado, se puso en contra de los Estados.
Aprovechando la situación, Carlos bloqueó la aplicación de la ordenanza de 1357. La comisión contra la corrupción duró solo cinco meses. Los recaudadores de impuestos nombrados por los Estados se enfrentaron al descontento de los campesinos y artesanos. Los Estados carecían de experiencia política para controlar al príncipe. Poco a poco, solo la burguesía asistía a sus reuniones. Finalmente, el rey Juan II, desde prisión, prohibió la aplicación de la "gran ordenanza". Étienne Marcel, viendo que su proyecto de una monarquía controlada se desmoronaba, intentó lograrlo por la fuerza. Marcel no dudaba de la necesidad de un rey, pero quería más poder para los Estados.
La guerra civil
El primer tratado de Londres
Viendo que la situación podía llevar a una monarquía controlada por Carlos de Navarra, el rey Juan II decidió negociar directamente con Eduardo III. Fue trasladado a Londres, donde tuvo condiciones de prisión muy cómodas, con su corte y libertad para moverse por Inglaterra.
En enero de 1358, aceptó el primer tratado de Londres, que preveía:
- La entrega de un tercio del reino de Francia a Inglaterra, incluyendo Guyena, Saintonge, Poitou, Lemosín, Quercy, Périgord, Rouergue y Bigorra.
- Un rescate de cuatro millones de escudos.
- Eduardo III no renunciaría a la corona de Francia.
Revuelta en París y el asesinato de los mariscales
La noticia de que Juan II había aceptado el primer tratado de Londres, que cedía un tercio de Francia a Inglaterra, provocó una protesta que Étienne Marcel aprovechó. El 24 de enero de 1358, el ayudante de un cambista parisino mató a un allegado del príncipe. El príncipe, enojado, ordenó su ejecución. Para encender los ánimos del pueblo, Marcel organizó un cortejo fúnebre en honor del asesino, en el que participó la burguesía parisina.
El 22 de febrero de 1358, el preboste lideró un motín con tres mil personas armadas. La revuelta sorprendió a Regnault d’Acy, uno de los negociadores del tratado de Londres, quien fue asesinado por los rebeldes.
Durante la revuelta, la gente asaltó el Palais de la Cité para arrestar al regente. Marcel, con sus partidarios, irrumpió en su habitación para asustarle y tomar el control. Los mariscales de Champaña y Normandía fueron asesinados delante del príncipe Carlos. Marcel obligó al príncipe a cubrirse la cabeza con la capucha roja y azul de los amotinados (los colores de París), mientras él mismo se puso el sombrero de Carlos y le exigió renovar la ordenanza de 1357.
Marcel decidió salvar al príncipe, subestimándolo y pensando que sería fácil controlarlo. Apoyándose en la influencia que creía tener sobre él, decidió prescindir de Carlos de Navarra, a quien instó a abandonar la capital. Sin embargo, el tímido Carlos demostró ser un político extraordinario. Étienne Marcel nunca pudo controlarlo por completo.
Entonces, Étienne Marcel se dirigió a la plaza de Grève, donde animó a la multitud a eliminar a los "traidores del reino". Escribió a las ciudades de provincias para explicar sus acciones, pero solo Amiens y Arras mostraron apoyo. Obligó al príncipe a aprobar la muerte de los mariscales. Carlos no tuvo más remedio que aceptar el nuevo cambio: se nombraron cuatro nuevos asesores de la burguesía, y el gobierno y la economía pasaron a manos de los Estados. Carlos II de Navarra recibió un mando militar y dinero. El príncipe siguió siendo regente, lo que permitía ignorar las exigencias del rey Juan mientras estuviera cautivo.
Para aprobar esta nueva ordenanza, se necesitaba el acuerdo de la nobleza, que no quería reunirse en la capital. Se eligió Senlis para la asamblea. Esta fue la oportunidad que el príncipe Carlos esperaba para abandonar París, lo que hizo el 17 de marzo. Étienne Marcel, pensando que lo controlaba, solo hizo que lo acompañaran diez burgueses.
Carlos participó en los Estados de Champaña, donde fue apoyado por la nobleza del este del reino. Con esta ayuda, Carlos capturó Montereau y Meaux, bloqueando el acceso este de la capital. Como los territorios occidentales y meridionales estaban en manos de mercenarios, solo quedaba el acceso norte. Tras el bloqueo de los accesos fluviales, Étienne Marcel tuvo que reaccionar para evitar el estrangulamiento económico de la ciudad.
El 18 de abril, Marcel desafió a Carlos. La ciudad se preparó para el combate, cavando trincheras. Para pagar estas operaciones, se hizo una nueva devaluación monetaria y se recaudaron nuevos impuestos, lo que causó descontento popular.
Carlos reunió de nuevo los Estados Generales en Compiègne, donde acordaron un nuevo impuesto controlado por el Parlamento y revalorizar la moneda. Abandonaron la idea de controlar al príncipe.
La Jacquerie
El 28 de mayo de 1358, los campesinos de Saint-Leu-d'Esserent se rebelaron, angustiados por los nuevos impuestos. Rápidamente, las revueltas contra la nobleza se multiplicaron al norte de la capital. Unos 5.000 hombres se unieron alrededor de Guillaume Carle, conocido como Jacques Bonhomme. Étienne Marcel decidió apoyar a los rebeldes y envió hombres para liberar la capital del asedio del príncipe y asegurar el acceso norte, que conectaba París con las ciudades de Flandes.
El 9 de junio, los hombres de Marcel y un grupo de campesinos intentaron asaltar la fortaleza de Meaux, donde estaban el regente y su familia. Sin embargo, el ataque fue una derrota aplastante, ya que fueron sorprendidos por una carga de caballería.
La mayor parte de las tropas de Guillaume Carle aún no habían sido sometidas. Carlos de Navarra, que había sido apartado del poder por Étienne Marcel, quería retomar el control y demostrar que su apoyo militar era indispensable. Bajo presión de la nobleza, Navarra vio una forma de aumentar su poder y obtener apoyo. Se puso al frente de la represión, usando mercenarios ingleses, y unió a la nobleza. Capturó a Guillaume Carle y lo mandó ejecutar de forma cruel. Tras la muerte del líder, la represión fue una masacre brutal. Estos hechos marcaron el fin de la revuelta, y Carlos de Navarra fue el único responsable, mientras que el príncipe Carlos logró desvincularse.
El asedio de París y la muerte de Étienne Marcel
Después de restablecer el orden, Carlos de Navarra entró en la capital el 14 de junio de 1358 y tomó el mando. Sin embargo, gran parte de la nobleza que había luchado a su lado le retiró su apoyo y se unió a las tropas del príncipe. El príncipe, establecido en Saint Denis, fue nombrado capitán de París. Étienne Marcel envió cartas a todas las ciudades del reino, pidiéndoles que lo eligieran "capitán universal" para formar una gran liga urbana e imponer una nueva dinastía liderada por el monarca navarro.
Carlos contrató mercenarios ingleses para reemplazar a los caballeros que se habían unido al príncipe, quien sitió la capital el 29 de junio. El príncipe recibió el apoyo de muchos mercenarios que veían en la conquista de la capital una oportunidad para saquearla. Estas tropas derrotaron a los hombres de Navarra en varias escaramuzas.
El príncipe trató de evitar un derramamiento de sangre que lo desacreditara. Renunció a tomar la ciudad por asalto e impuso un bloqueo, mientras negociaba con los rebeldes. Sin embargo, los arqueros ingleses contratados para proteger la ciudad eran considerados enemigos y pronto despertaron la animosidad del pueblo parisino. El 21 de julio, una pelea en una taberna se convirtió en una batalla campal en la que murieron treinta y cuatro mercenarios. Los ciudadanos de París capturaron a cuatrocientos ingleses con la intención de obtener un rescate.
Un día después, Étienne Marcel, Robert Le Coq y Carlos de Navarra reunieron al pueblo para calmar los ánimos, pero la situación se descontroló y la gente exigió que se deshicieran de los ingleses. Estos últimos, previamente avisados, masacraron a los rebeldes, muriendo entre 600 y 700 parisinos. La gente sospechó de Carlos de Navarra, quien perdió el apoyo popular. Al ver a sus líderes apoyando a los enemigos, los ciudadanos de París se sintieron traicionados y retiraron su apoyo a Étienne Marcel, especialmente ante las noticias de que Carlos de Navarra esperaba la llegada de su hermano Felipe de Navarra-Évreux con apoyo inglés.
El rumor de que Felipe de Navarra venía con 10.000 soldados ingleses hizo temer a los parisinos que sus nuevos "protectores" quisieran vengar a sus compañeros y saquearan la ciudad. Para preparar la llegada de Navarra, Étienne Marcel hizo marcar las puertas de aquellos sospechosos de simpatizar con el príncipe, lo que enfureció aún más a la población. Jean Maillard, el presidente del Parlamento de París Jehan Pastoret, y el caballero Pepin des Essart convencieron a los burgueses para que pidieran ayuda al príncipe.
Las consecuencias del fracaso de Étienne Marcel
El prebostazgo de París
El tiempo de Étienne Marcel como preboste de París marcó el punto más alto del poder político de este cargo. Después de su fracaso, los poderes del prebostazgo de París se redujeron. En 1382, los impuestos continuaron a pesar de la paz, lo que provocó motines contra los impuestos en Francia.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Étienne Marcel Facts for Kids