Tratado de Perpiñán (1473) para niños

El Tratado de Perpiñán de 1473 fue un acuerdo de paz muy importante que se firmó en la ciudad de Perpiñán el 17 de septiembre de 1473. Este tratado se hizo entre los representantes del rey Luis XI de Francia y el rey Juan II de Aragón. Su objetivo principal era resolver, por un tiempo, el conflicto sobre quién controlaba los territorios de Rosellón y Cerdaña.
Este acuerdo retomó muchas de las condiciones que ya se habían establecido en un tratado anterior, el Tratado de Bayona de 1462. En esencia, se reconocía que Juan II de Aragón era el dueño de Rosellón y Cerdaña. Sin embargo, no podría gobernar estos territorios hasta que pagara a Luis XI de Francia una suma de 300.000 escudos. Este dinero era por la ayuda militar que Luis XI le había dado a Juan II al principio de un conflicto interno en Cataluña, especialmente para liberar la ciudad de Gerona de un asedio.
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¿Qué pasó antes del Tratado de Perpiñán?
Después de que el rey Juan II de Aragón entrara en Barcelona el 17 de octubre de 1472, dando fin a un largo conflicto en Cataluña, su siguiente paso fue recuperar los condados de Rosellón y Cerdaña. Estos territorios estaban en manos del rey Luis XI de Francia.
La rebelión de Perpiñán y la llegada de Juan II
Juan II convocó a las Cortes de Cataluña para conseguir el dinero y los recursos necesarios para esta campaña. La reunión de las Cortes se retrasó porque el rey tuvo que ir a ayudar a Perpiñán. Esta ciudad se había rebelado contra Luis XI. A finales de enero de 1473, Juan II cruzó los Pirineos y el 1 de febrero entró en Perpiñán. La guarnición francesa, que era el grupo de soldados que protegía la ciudad, se refugió en la fortaleza de la villa.
Otras ciudades de Rosellón siguieron el ejemplo de Perpiñán. Así, Luis XI solo mantuvo el control de la fortaleza de Perpiñán y de algunos castillos importantes como Salses, Colliure y Bellaguarda.
El asedio francés y la tregua
Juan II decidió mover las Cortes a Perpiñán, pero tuvieron que regresar a Barcelona. Esto fue porque las tropas francesas, dirigidas por Felipe II de Saboya, comenzaron a sitiar Perpiñán el 21 de abril. El 19 de junio, los franceses intentaron tomar la ciudad por asalto, pero no lo lograron. Cinco días después, levantaron el asedio porque se acercaba un ejército de ayuda. Este ejército venía desde Castilla y estaba al mando del príncipe Fernando, hijo de Juan II.
El 14 de julio, se firmó una tregua de dos meses y medio entre Felipe de Saboya y Juan Ramón Folch III de Cardona, en nombre de Juan II. Juan II no confiaba en Luis XI, así que decidió quedarse en Perpiñán, mientras su hijo Fernando regresaba a Castilla. La desconfianza de Juan II era correcta. Luis XI envió más soldados, que intentaron tomar Argelés, un puerto clave para abastecer Perpiñán. Sin embargo, fueron rechazados por el ejército de Juan II en Palau-del-Vidre. Debido a este revés, se detuvieron las hostilidades y se firmó el Tratado de Perpiñán el 17 de septiembre de 1473.
¿Qué decía el Tratado de Perpiñán?
El Tratado de Perpiñán de 1473 volvió a establecer las condiciones del Tratado de Bayona de 1462. En este nuevo acuerdo, se reconocía que Juan II de Aragón era el soberano de los condados de Rosellón y Cerdaña. Sin embargo, no podría ejercer su autoridad sobre ellos hasta que pagara 300.000 escudos a Luis XI. Este dinero era por la ayuda militar que el rey de Francia le había dado al principio del conflicto en Cataluña, especialmente para liberar Gerona.
Se le dio a Juan II un plazo de un año para hacer este pago. Durante ese tiempo, los condados serían gobernados por una persona elegida por el rey francés, de una lista de diez candidatos propuestos por el rey aragonés. En cuanto a las fortalezas, se acordó que serían dirigidas por un capitán general nombrado por el rey aragonés, de una lista de cuatro candidatos presentados por el rey francés.
El historiador Jaume Vicens Vives ha comentado que este tratado no fue una victoria completa para Juan II. Aunque recuperaba la soberanía, no podía ejercerla de inmediato. Para Luis XI, el tratado era solo una tregua temporal mientras resolvía otros problemas en el norte de Francia. Juan II, al aceptar el tratado, reconocía que no tenía la fuerza suficiente para recuperar completamente sus derechos en Rosellón y Cerdaña en ese momento.
¿Qué pasó después del Tratado?
A principios de 1474, Luis XI de Francia comenzó a reunir un ejército en el Languedoc. Su intención era apoderarse de los condados de Rosellón y Cerdaña. Se negó a recibir a los embajadores de Juan II, quienes habían sido enviados para pedirle que renunciara a sus reclamos sobre los condados sin esperar el pago de los 300.000 escudos.
El 14 de junio de 1474, tres meses antes de que se cumpliera el plazo de un año del tratado, las tropas de Luis XI cruzaron la frontera y entraron en Rosellón. Juan II no fue tomado por sorpresa. Desde febrero de 1474, había estado preparando la defensa de los condados desde el Ampurdán. En mayo, había conseguido 350.000 libras de las Cortes catalanas para financiar la defensa.
La invasión francesa y la caída de Perpiñán
El plan del ejército francés era tomar todos los puertos de Rosellón para evitar que Perpiñán recibiera suministros. También querían controlar los pasos de los Pirineos para impedir la llegada de ayuda desde el resto de Cataluña. En las primeras dos semanas, tomaron Argelés y Canet de Roselló en la costa, y Ceret en los Pirineos. Ante la grave situación, Juan II, que estaba muy enfermo, ordenó el 19 de junio la movilización de todos los hombres con armas del principado.
El 1 de noviembre, un nuevo ejército francés entró en Rosellón y se dirigió a Elna para reforzar el ataque que ya estaba sufriendo. La ciudad se rindió el 5 de diciembre. Sus defensores fueron llevados prisioneros a la fortaleza de Perpiñán y ejecutados. Poco después, los ejércitos de Luis XI comenzaron el asedio de Perpiñán, atacando también desde la fortaleza.
La última esperanza de Juan II era que su hijo Fernando, que acababa de ser nombrado rey de Castilla, pudiera llegar con un ejército. Sin embargo, el inicio de un conflicto por la sucesión en Castilla se lo impidió. Perpiñán, que resistió heroicamente, finalmente se rindió el 10 de marzo de 1475. El 2 de abril se firmó una tregua de seis meses. Cuando la tregua terminó, en febrero de 1476, el ejército de Luis XI tomó el castillo de Salses, la última fortaleza en Rosellón que aún estaba en poder de Juan II.
Juan II, sin suficientes recursos, no pudo recuperar los condados de Rosellón y Cerdaña. Fue su hijo, Fernando II el Católico, quien los recuperaría mucho tiempo después, mediante el Tratado de Barcelona de 1493.