Salvador de Villa para niños
Salvador de Villa fue un arquitecto muy importante en la época colonial de América. Es conocido por diseñar y empezar la construcción de la Casa Real de Moneda en la Villa Imperial de Potosí, que hoy se encuentra en Bolivia. Esta edificación es considerada uno de los monumentos civiles más destacados de esa época en América.
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¿Quién fue Salvador de Villa?
Salvador de Villa nació en la ciudad de Zaragoza, en el Reino de Aragón (hoy España). Sus padres fueron Francisco de Villa e Isabel de Alcaides. Fue un arquitecto con mucha experiencia y conocimientos técnicos para su tiempo. Lamentablemente, falleció en Potosí el 21 de enero de 1764, a la edad de setenta años, sin poder ver terminada su gran obra.
Un Arquitecto con Experiencia
Antes de llegar a Potosí, Salvador de Villa ya había trabajado en la construcción de otras Casas de Moneda importantes. Participó en los proyectos de las Casas de Moneda de México y de Lima. Esto le dio una gran experiencia en cómo se construían y funcionaban estos lugares donde se fabricaban las monedas.
En un documento de 1758, él mismo confirmó su trabajo en México y Lima. Mencionó que había sido "Maestro de Moneda", lo que significa que era un experto en el proceso de hacer monedas. Su experiencia fue clave para que lo eligieran para el proyecto de Potosí.
La Gran Obra de Potosí
La Casa Real de Moneda de Potosí fue el proyecto más ambicioso de Salvador de Villa. La construcción de este enorme edificio comenzó en 1759 y se terminó en 1773. Aunque él no la vio finalizada, su diseño y dirección inicial fueron fundamentales.
Este edificio no solo era un lugar para hacer monedas, sino también un símbolo del poder y la riqueza de la región en ese momento. Potosí era famosa por sus minas de plata, y la Casa de Moneda era esencial para transformar esa plata en monedas que circulaban por todo el imperio.
¿Qué es una Casa de Moneda?
Una Casa de Moneda es un lugar especial donde se fabrican las monedas de un país. En la época colonial, estas casas eran muy importantes porque allí se transformaban los metales preciosos, como la plata y el oro, en dinero que la gente podía usar para comprar y vender cosas. Eran como las fábricas de dinero de aquel entonces.
